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Esta es la hora del día en la que más calorías se queman

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hora del día en la que más calorías se queman

Ya podemos saber la hora del día en la que más calorías se queman gracias a un nuevo estudio.

La revista Current Biology ha publicado una investigación que demuestra que el gasto energético no solo depende de la dieta, del ejercicio y del número de horas que dormimos, sino también de nuestro reloj biológico.

De hecho, nuestro cuerpo quema hasta un 10% más de calorías al final de la tarde.

Según el estudio, liderado por investigadores del Hospital de Brigham y de la Mujer de Boston, la tasa metabólica en reposo, que constituye ente el 60% y el 70% del gasto energético diario en la mayoría de los adultos sedentarios, varía en función del ritmo circadiano.

De esta forma, en reposo, nuestro cuerpo quema hasta un 10% más de calorías al final de la tarde que a primera hora de la mañana cuando la tasa metabólica es menor.

“No es solo lo que comemos, sino cuando comemos y descansamos lo que impacta en la energía que quemamos o que guardamos en nuestro cuerpo como grasa”, afirma la investigadora Jeanne Duffy, coautora de este estudio. “La regularidad en hábitos como comer o dormir es muy importante para la salud”.

Para los investigadores, el hecho de que el ritmo circadiano influya en el metabolismo es relevante porque podría explicar por qué las personas con horarios de sueño irregulares son más propensas a ganar peso.

Hora del día en la que más calorías se queman

Si bien ya se había medido el gasto energético a lo largo del día en estudios anteriores, la particularidad de esta investigación reside en que se analizó el ritmo circadiano de forma aislada al efecto que tienen otras variables –como la ingesta de alimentos, la actividad física o el sueño– en el metabolismo.

Para ello, los especialistas examinaron, durante tres semanas, a siete pacientes en un laboratorio especial en el que no había ni relojes, ni ventanas, ni teléfonos, ni internet.

De esta forma, los participantes no podían saber qué hora era en el exterior y su reloj biológico no podía guiarse por factores ambientales.

Además, los participantes tenían asignadas horas para irse a la cama y despertarse que cambiaban constantemente. En concreto, los horarios se atrasaban cuatro horas cada noche, el equivalente a viajar cada día al oeste a través de cuatro zonas horarias.

Medir los ciclos circadianos

“Para poder medir todos los diferentes ciclos circadianos a lo largo de las 24 horas del día, con el mismo periodo de doce horas de descanso y reposo entre ellos, tuvimos que manipular la relación entre el sueño y el reloj biológico. Normalmente los dos siguen el mismo ritmo en relación con el otro, por lo que es imposible hacer las mediciones de la tasa metabólica en reposo bajo las mismas condiciones a diferentes momentos del día”, declara la investigadora a SINC.

“Como estaban haciendo el equivalente a rodear la tierra cada semana, el reloj interno de su cuerpo no podía mantenerse, y oscilaba a su propio ritmo”, precisa Duffy. “Esto nos permitía medir el ratio metabólico a diferentes horas biológicas del día”.

Los especialistas examinaron a siete pacientes en un laboratorio especial en el que no había ni relojes, ni ventanas, ni teléfonos, ni internet:

La hora en la que menos calorías quemamos

Según los resultados, el momento de menor gasto energético se corresponde con la fase circardiana ~0°, en la que para nuestro cuerpo es de madrugada porque se produce una bajada de temperatura en el abdomen. Por el contrario, el cuerpo quema más calorías en la fase ~180º, que tiene lugar unas 12 horas después, lo que biológicamente sería el final de la tarde.

Asimismo, hallaron que el cociente respiratorio de los pacientes, que sirve para medir la tasa metabólica porque refleja el gasto de macronutrientes, también varía con las fases circadianas. Esta medida era menor a final de la tarde y mayor en la mañana biológica.

 

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Los 7 alimentos antiinflamatorios, respaldados por la ciencia

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Los 10 alimentos antiinflamatorios, respaldados por la ciencia-PEXELS

La inflamación crónica se ha vinculado a diversas enfermedades, desde las afecciones cardiovasculares hasta las enfermedades autoinmunes. Adoptar una dieta antiinflamatoria puede ser una estrategia eficaz para mitigar los efectos de la inflamación en el cuerpo. En este artículo, exploraremos un listado amplio de alimentos antiinflamatorios respaldados por la ciencia.

1. Frutas y Bayas: Las frutas y bayas son ricas en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Ejemplos incluyen:

  • Arándanos: Contienen antocianinas que han demostrado reducir la inflamación.
  • Piña: Contiene bromelina, una enzima con propiedades antiinflamatorias.
  • Cerezas: Poseen antocianinas y quercetina, con efectos antiinflamatorios.

2. Verduras de Hojas Verdes: Las verduras de hojas verdes son una excelente fuente de vitaminas y minerales con propiedades antiinflamatorias:

  • Espinacas: Contiene antioxidantes, como la vitamina E, que combaten la inflamación.
  • Kale: Rico en glucosinolatos que pueden tener propiedades antiinflamatorias.
  • Brócoli: Contiene sulforafano, con efectos antiinflamatorios demostrados.

3. Pescados Grasos: Los pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias:

  • Salmón: Rico en ácidos grasos omega-3, como el EPA y el DHA.
  • Arenque: Fuente de ácidos grasos omega-3 y proteínas.
  • Sardinas: Contienen ácidos grasos omega-3 y vitamina D.

4. Frutos Secos y Semillas: Frutos secos y semillas son ricos en grasas saludables y antioxidantes:

  • Almendras: Contienen vitamina E y magnesio, con propiedades antiinflamatorias.
  • Chía: Rica en ácidos grasos omega-3 y fibra.
  • Nueces: Fuente de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3.

5. Aceite de Oliva: El aceite de oliva virgen extra es una grasa saludable con propiedades antiinflamatorias:

  • Ácido Oleico: Componente principal, con propiedades antiinflamatorias.
  • Polifenoles: Actúan como antioxidantes y antiinflamatorios.

6. Cúrcuma: La cúrcuma es conocida por su principio activo, la curcumina, con fuertes propiedades antiinflamatorias:

  • Propiedades Antioxidantes: Combate el estrés oxidativo.
  • Modula la Inflamación: Inhibe las vías inflamatorias en el cuerpo.

7. Jengibre: El jengibre contiene gingerol, un compuesto con efectos antiinflamatorios:

  • Propiedades Analgésicas: Alivio del dolor asociado con la inflamación.
  • Modulación de Citocinas: Regula la respuesta inflamatoria.

Adoptar una dieta rica en alimentos antiinflamatorios respaldados por la ciencia puede ser una estrategia valiosa para mejorar la salud general y prevenir enfermedades relacionadas con la inflamación crónica. Es crucial recordar que la moderación y la variedad son clave en una dieta equilibrada. Antes de realizar cambios significativos en la dieta, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud. Incorporar estos alimentos puede ser un paso significativo hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado.

Menú Semanal Antiinflamatorio:

Lunes: Desayuno:

  • Tazón de yogur natural con arándanos y almendras.
  • Batido verde con espinacas, piña y jengibre.

Almuerzo:

  • Ensalada de hojas verdes con aguacate, salmón a la parrilla y aderezo de aceite de oliva y limón.
  • Quinoa cocida como guarnición.

Cena:

  • Pollo al curry con cúrcuma y leche de coco.
  • Brócoli al vapor.

Martes: Desayuno:

  • Tostadas integrales con aguacate y tomate.
  • Zumo de naranja fresco.

Almuerzo:

  • Wrap de pavo con hojas de lechuga, tomate y mostaza.
  • Ensalada de garbanzos con pepino, pimiento y aderezo de aceite de oliva.

Cena:

  • Sopa de lentejas con verduras.
  • Espárragos a la parrilla.

Miércoles: Desayuno:

  • Avena cocida con plátano y nueces.
  • Infusión de cúrcuma y jengibre.

Almuerzo:

  • Pechuga de pollo al horno con hierbas.
  • Puré de batata.

Cena:

  • Ensalada de quinoa con vegetales asados (pimientos, calabacín, berenjena).
  • Salmón al horno con limón.

Jueves: Desayuno:

  • Smoothie bowl con bayas, plátano y semillas de chía.
  • Té verde.

Almuerzo:

  • Ensalada de aguacate, garbanzos y espinacas.
  • Pescado a la plancha con limón.

Cena:

  • Stir-fry de tofu con brócoli, champiñones y salsa de soja.
  • Arroz integral como base.

Viernes: Desayuno:

  • Tortilla de claras de huevo con espinacas y tomate.
  • Zumo de zanahoria y naranja.

Almuerzo:

  • Ensalada de quinoa con aguacate, tomate y maíz.
  • Pavo a la parrilla.

Cena:

  • Pescado al horno con hierbas.
  • Ensalada de col rizada con aderezo de aceite de oliva y limón.

Sábado: Desayuno:

  • Pan integral con aguacate y salmón ahumado.
  • Batido de frutas con jengibre.

Almuerzo:

  • Rollitos de lechuga con pollo desmenuzado, zanahoria rallada y salsa de cacahuate.
  • Sopa de calabaza.

Cena:

  • Tacos de pescado con repollo rallado y salsa de aguacate.
  • Quinoa cocida.

Domingo: Desayuno:

  • Açaí bowl con frutas frescas y granola.
  • Té de cúrcuma.

Almuerzo:

  • Lentejas estofadas con verduras.
  • Ensalada de espinacas con nueces y fresas.

Cena:

  • Pollo al horno con hierbas y limón.
  • Brócoli y coliflor asados.

Este menú ofrece variedad, equilibrio y está diseñado con ingredientes que contienen propiedades antiinflamatorias según la evidencia científica. Recuerda adaptar las porciones según tus necesidades y consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu dieta.

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