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Valencia

La Audiencia sentará a Zaplana en el banquillo

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La Audiencia sentará a Zaplana en el banquillo
El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana tras firmar en la oficina de presentaciones del juzgado de guardia de Valéncia. EFE/Manuel Bruque/Archivo

València, 18 oct (OFFICIAL PRESS/EFE).- La Audiencia de Valencia ha ratificado el auto de procedimiento abreviado dictado por el juzgado de instrucción número 8 de Valencia, que pone fin a la instrucción del caso Erial por el posible cobro de comisiones derivadas de las concesiones de ITV y parques eólicos en la Comunitat Valenciana y que sentará en el banquillo al exministro y expresident de la Generalitat Eduardo Zaplana.

Rechazados los recursos

El auto de la Audiencia, al que ha tenido acceso EFE, rechaza los recursos presentados por algunas defensas de la veintena de investigados en la causa contra la decisión del juzgado de instrucción, al considerar que la resolución recurrida «contiene detalle suficiente de los hechos que motivan el pronunciamiento de incoación de procedimiento abreviado».

La Sala estima asimismo que los indicios que se desprenden de las diligencias previas «son más que suficientes para ordenar la continuación del procedimiento» contra los imputados en la vista oral.

«Los recurrentes pretenden que la instructora efectúe una valoración de la prueba más allá de lo que procede en esta fase procesal, existiendo indicios de criminalidad contra todos ellos -con excepción de María Teresa García-, tal y como, además, esta Sala ha tenido oportunidad de ir conociendo a lo largo de los numerosos recursos que se han planteado en la instrucción que nos ocupa»·, añade el auto.

El pasado día 2, el Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia dio por finalizada la instrucción del caso Erial que investiga a veinte personas, entre ellas los expresidentes de la Generalitat Eduardo Zaplana y José Luis Olivas y la familia Cotino, por el posible cobro de comisiones derivadas de las concesiones de ITV y parques eólicos en la Comunitat Valenciana.

El juzgado dio entonces a las partes un plazo de diez días para que formularan escrito de acusación solicitando la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa, según el auto de transformación a procedimiento abreviado dictado y que ponía fin así a una instrucción que tuvo su momento más destacado con la detención del exministro y expresident de la Generalitat en mayo de 2018 y su ingreso en prisión provisional durante ocho meses y medio.

El abogado de Eduardo Zaplana denunció un artificio acusatorio contra el exministro y expresident de la Generalitat y pidió el archivo provisional, por considerar que no existía evidencia alguna de que cometiese ningún ilícito penal.

 

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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