Síguenos

Valencia

La demora media para operarse crece un 65% en un año en la Comunitat

Publicado

en

operacion
EFE/Archivo

València, 23 feb (EFE).- La demora media para ser intervenido quirúrgicamente en la Comunitat Valenciana ha crecido un 65 por ciento en el año de la pandemia del coronavirus, al pasar de 86 días en enero de 2020 a 142 en enero de 2021, una espera que ha llegado casi a duplicarse en algunas patologías.

Además, a consecuencia de la tercera ola de la covid-19 la demora media ha crecido en 17 días con respecto a diciembre del pasado año, que estaba en 125, según datos publicados por la Conselleria de Sanidad en su página web.

También durante el último año ha crecido la cifra de pacientes que están en lista de espera para ser intervenidos, ya que en enero de 2021 asciende a 65.400 cuando hace doce meses era de 60.983, lo que significa un incremento de 4.417 personas.

DEPARTAMENTOS DE SALUD

Por departamentos de salud, la demora media para ser intervenido más alta en enero de 2021 se registra en Vinaròs, con 221 días (frente a los 124 de enero de 2020); seguido por el Consorcio Provincial de Castellón, con 211 (57 más que un año antes); y el Hospital General de València, con 206 (79 más).

En el extremo opuesto se encuentran el Departamento de Salud de Torrevieja, con 57 días de demora media para ser intervenido (18 más que en enero de 2020); el departamento de salud de Elx-Crevillent, con 66 días en enero de 2021 (23 más); y el de Requena, con 82 días (33 más).

POR ESPECIALIDADES

La cirugía plástica es la especialidad con más días de demora para ser intervenido quirúrgicamente, 220 (104 más que en enero de 2020), y su lista de espera asciende a 1.807 personas (59 más que doce meses antes).

Le siguen la cirugía torácica, con 202 días de demora (56 más que un año antes) y una lista de espera de 117 personas (60 menos), y la cirugía pediátrica, con 180 días de demora (44 más que el mes anterior) y una lista de 1.275 pacientes (40 menos).

Las especialidades con menos días de demora son cirugía cardiovascular, con 71 días (18 más) y 322 pacientes en lista, seguida de oftalmología, con 103 días de demora media y 14.042 pacientes.

POR PATOLOGÍAS

La de cataratas es la intervención que tiene un mayor número de pacientes, 11.012 (123 más que en enero de 2020), que deben esperar una media de 94 días (34 más que un año antes) para ser intervenidos. Le sigue la hernia inguinal, con 3.136 pacientes y 100 días de espera (43 más).

Esperan una prótesis de rodilla 2.869 pacientes, con una media de espera de 164 días (71 días más que hace un año); una artroscopia 2.724 pacientes con una demora media de 164 días; y una prótesis de cadera 1.241 personas con una demora de 148 días.

También 1.861 pacientes precisan ser intervenidos de hállux valgus (juanetes), con una demora media de 136 días (62 más); 1.470 de colecistectomía, con 96 días de espera; y 872 de adenoamigdalectomía, con 177 días de demora media (99 días más que un año antes).

Además, 837 esperan ser intervenidos de una hipertrofia benigna de próstata, con una espera media de 113 días; y 475 de fimosis, con una demora de 160 días.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Valencia

Valencia dice adiós a los maceteros de Ribó: así será el nuevo mobiliario urbano de la plaza del Ayuntamiento y la calle Colón

Publicado

en

maceteros plaza ayuntamiento valencia
AYUNTAMIENTO DE VALENCIA

El centro de Valencia se prepara para una profunda transformación urbana. La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el catálogo de criterios técnicos del nuevo mobiliario urbano que definirá el futuro de espacios emblemáticos como la plaza del Ayuntamiento, San Agustín, la avenida del Oeste o la calle Colón. La propuesta, desarrollada por la firma Barri Studio, marca el punto de partida para una nueva etapa en el diseño del paisaje urbano de la capital valenciana.

Con esta medida, el equipo de gobierno de María José Catalá pone fin a los maceteros de gran tamaño instalados durante el mandato de Joan Ribó, apostando por un modelo más coherente, ordenado y respetuoso con la movilidad peatonal y la identidad arquitectónica del centro histórico.

Un nuevo concepto de mobiliario urbano: funcional, sostenible y mediterráneo

El catálogo aprobado establece los criterios estéticos, materiales y técnicos que se aplicarán en futuras obras de reforma. Entre ellos destacan los bancos y jardineras de piedra natural y hormigón pulido, integrados con vegetación autóctona, y la agrupación estratégica del mobiliario —bancos, papeleras y luminarias— en islas o zonas de descanso que no interrumpan el tránsito peatonal.

Los bancos combinarán materiales como madera tratada y reposabrazos metálicos, con opciones individuales o grupales, y estarán ubicados preferentemente en zonas con sombra natural o pérgolas. En áreas con arbolado joven, se contemplan estructuras temporales o toldos para ofrecer refugio climático.

“El objetivo es que cada elemento forme parte de una red viva, no de objetos aislados. Se trata de crear espacios urbanos resilientes, confortables y con identidad propia”, explican desde Barri Studio.

Microclimas urbanos y biodiversidad en pleno centro de Valencia

Una de las claves del nuevo catálogo es la creación de microclimas urbanos, inspirados en el modelo de la plaza de la Reina, en su confluencia con la calle de la Paz y San Vicente. Se busca fomentar el confort térmico mediante bioswales (zanjas de drenaje con vegetación), jardines de lluvia, franjas verdes y sistemas de drenaje integrados en bancos y jardineras.

Estas “infraestructuras vivas” servirán para retener agua de lluvia, reducir el calor y mejorar la biodiversidad urbana, convirtiendo los espacios de tránsito en áreas de estancia y encuentro.

Diseño accesible y continuo: prioridad al peatón

El nuevo mobiliario urbano de Valencia tendrá que garantizar accesibilidad universal y un pasillo peatonal continuo de al menos 1,80 metros, libre de obstáculos.
No se podrán colocar elementos frente a accesos, rampas, esquinas o señalizaciones, y deberán dejarse áreas despejadas de 1,20 metros para mantener la visibilidad y la seguridad.

Además, el catálogo recomienda incorporar reposabrazos laterales o centrales en los bancos para facilitar su uso por parte de personas mayores o con movilidad reducida. Las papeleras seguirán el modelo implantado en el entorno del Mercado Central y la Lonja, con diseño rectangular y cubierta antilluvia, mientras que las arquetas y registros quedarán integradas en el pavimento para reducir el impacto visual.

Materiales duraderos y coherencia estética

El documento incide en la necesidad de utilizar materiales resistentes al vandalismo y de bajo mantenimiento, como acero pintado, madera tratada y hormigón pigmentado.
También se especifica que el mobiliario se adapte a la escala del espacio público, con tamaños pequeños, medianos o grandes según la ubicación, y que se coordine con las tramas del pavimento para evitar cortes o interferencias visuales.

La vegetación, por su parte, deberá estar formada por especies mediterráneas o adaptadas al clima valenciano, resistentes a la sequía y de porte contenido, que aseguren una composición estable con mínimo mantenimiento.

Adiós a la heterogeneidad y al caos visual del centro de Valencia

El informe técnico hace un repaso a la situación actual del mobiliario urbano en Valencia, señalando la fragmentación estética del centro histórico: coexistencia de bancos de piedra, madera o metal, jardineras de hormigón o acero corten, y pavimentos con distintas texturas y colores.

Esta falta de coherencia, apuntan, genera barreras perceptivas y funcionales, especialmente para personas con movilidad reducida. En plazas como la del Ayuntamiento, de la Reina o del Tossal, la ausencia de sombra y la disposición aleatoria de los elementos convierten los espacios de encuentro en simples zonas de paso.

“La superposición de estilos y materiales ha dado lugar a una imagen fragmentada del paisaje urbano. Con este catálogo se busca recuperar la identidad visual y la armonía del centro de Valencia”, explican los responsables del estudio.

Un modelo de ciudad más habitable y resiliente

El nuevo catálogo no impone soluciones cerradas, sino que plantea un marco flexible de criterios para adaptar el diseño del mobiliario a las particularidades de cada espacio.
Su objetivo final es consolidar un lenguaje urbano común, mejorar la habitabilidad y activar ecologías urbanas que fortalezcan la resiliencia climática de Valencia.

Con esta medida, el Ayuntamiento da un paso más hacia un modelo de ciudad mediterránea sostenible, donde el mobiliario no sea un obstáculo, sino un elemento que dialogue con la arquitectura, el clima y las personas.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo