Salud y Bienestar
La «plandemia», la gran teoría conspirativa que brotó en 2020
Publicado
hace 5 añosen
Madrid, 5 ene (EFE).- La aparición del nuevo coronavirus disparó en 2020 la desinformación en todas sus formas y alumbró una nueva gran teoría conspirativa, la «plandemia» -según la cual la pandemia fue planificada-, que se suma a otras que resurgieron con más fuerza: las que demonizan las vacunas o el 5G y el movimiento QAnon, que engloba a todas ellas.
EL ORIGEN DEL NUEVO VIRUS
Cuando el nuevo coronavirus se daba a conocer en todo el mundo, aparecían los primeros bulos, que afirmaban que el patógeno era un arma biológica creada por China, o viceversa, para minar al gigante asiático.
Todas las especulaciones sobre el origen tenían una premisa: era artificial. Y en la ciudad en la que se diagnosticaron los primeros casos, Wuhan, existe un laboratorio biotecnológico, donde, según estas teorías, debió de salir el virus, ya fuera a propósito o por error.
Esa teoría la alentaron medios como Fox News en abril, pese a que en marzo ya habían sido publicados en Nature “datos genéticos irrefutables” del origen animal del SARS-CoV-2, basados en que la estructura vertebradora del patógeno no deriva de ningún virus conocido previamente.
Además, una de las proteínas presentes, la S -distinta en animales y humanos- es más larga que la de sus homólogas de murciélago.
En aquel momento, decenas de científicos occidentales habían publicado también un documento en la revista científica The Lancet en apoyo a los colegas chinos que habían investigado el origen del nuevo coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó en mayo que el virus tenía un origen animal y refutó su creación en laboratorio, pero siguieron circulando supuestos orígenes alternativos, como su creación por farmacéuticas para vender vacunas, complots de Bill Gates o George Soros, e incluso que el virus no existe y lo inventó la prensa.
LA «PLANDEMIA»
El juego de palabras entre plan y pandemia -que en inglés es similar, «plandemic»- dio nombre a un documental muy popular en mayo, visto más de 8 millones de veces en Facebook y más de 7 en YouTube antes de ser suprimido tres días después.
En el vídeo era entrevistada la científica Judy Mikovits, cuyas investigaciones ya habían sido refutadas por pares, lo que no evitó su fama, y que se publicara una secuela de «Plandemic» en agosto, vetada desde el primer momento y menos viralizada.
El término «plandemia» cuajó para definir a la supuesta conspiración que argumentaba que la pandemia había sido inventada y que dio pie a grandes manifestaciones en agosto, con «plandémicos» junto a quienes rechazaban la distancia social y el uso de mascarillas.
En esa estela,el movimiento antimascarillas difundió diversos bulos durante el año, como que los cubrebocas provocan hipoxia o intoxicaciones y causan infecciones o pleuresía, todos ellos desmentidos, siempre que el uso sea correcto.
ANTIVACUNAS CON VIENTO A FAVOR
El movimiento antivacunas es uno de los más antiguos en la historia de la desinformación. Si desde 1852 fue obligatorio vacunar a bebés en el Reino Unido, poco después aparecieron asociaciones de opositores que en 1898 lograron una cláusula de objeción de conciencia para los padres.
A finales del siglo XX, dos casos también surgidos en el Reino Unido reactivaron a los antivacunas: un informe sobre niños con problemas neurológicos tras vacunarse de difteria, tétanos y tosferina -sin pruebas concluyentes- y una alerta por posible relación con el autismo de la vacuna contra sarampión, paperas y rubeola, tras una prueba que fue falsificada, según se supo en los años siguientes.
Pese al declarado fraude, el siglo XXI comenzó con ímpetu para los antivacunas, en especial por esa presunta relación con el autismo, nunca probada, pero alentada por personajes famosos como Robert de Niro o Donald Trump.
Que tienen efectos secundarios peligrosos, que previenen enfermedades erradicadas y que solo sirven para el negocio farmacéutico son tres de los más difundidos bulos antivacunas.
Como afirma la OMS, es «mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna», pues «los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos». Y si acabaran las vacunas, reaparecerían pronto enfermedades casi erradicadas.
La OMS calcula que evitan entre 2 y 3 millones de muertes cada año y además permiten reducir la propagación de la resistencia a los antibióticos.
La pandemia de coronavirus reactivó en 2020 a los antivacunas, que desplegaron un sinfín de falsedades para meter el miedo en el cuerpo; por ejemplo, que las vacunas basadas en ARN mensajero producen alteraciones genéticas, cuando no es posible porque una vez generada la respuesta inmunitaria la molécula se degrada.
Otra filfa era que la covid la causa un ingrediente de la vacuna antigripal, el polisorbato 80, pese a que no hay evidencia científica de que ese estabilizador sea inseguro. Tampoco es cierto que una vacuna de Bill Gates causase un reciente brote de polio en África, ni que se elaboren con tejidos de fetos abortados, ni que el coronavirus se propagara a partir de vacunas de gripe contaminadas.
«Las vacunas son los fármacos más seguros, no hay un producto con menos efectos secundarios», explicó a EFE Verifica el doctor Jesús Molina Cabrillana.
Si la «plandemia» fue la estrella de la desinformación en 2020, todo apunta a que los antivacunas marquen el ritmo en 2021, año en el que la vacunación puede ser el factor principal para que la pandemia remita.
DESPLIEGUE CONTRA EL 5G
El temor a las nuevas tecnologías ha ido siempre ligado a la evolución humana. Los campos electromagnéticos en general y las telecomunicaciones en particular han estado en el punto de mira de los escépticos, sobre la base de que faltan evidencias científicas a largo plazo de su inocuidad para la salud, pero extendiendo rumores sin rigor.
En 2020 la quinta generación de las telecomunicaciones (5G) generalizó su despliegue en Europa y ganó, pues, visibilidad precisamente en el año pandémico, lo que hizo que se cruzaran especulaciones y dieran lugar a híbridos: bulos que relacionaban 5G y covid.
No hay ninguna prueba de esa vinculación, pero se han sucedido desinformaciones virales en ese sentido durante 2020; entre ellas, que causa colapsos respiratorios o que la UE confirmó daño a la salud.
EL AUGE DE QANON
El cantante Miguel Bosé arremetió en 2020 contra vacunas, mascarillas, farmacéuticas, Bill Gates y el 5G, todo con afirmaciones falsas. Esa mezcolanza conspirativa es cada vez más profusa, pues, como han indicado muchos expertos, quienes creen en una teoría son propensos a creer en otras.
En Estados Unidos desde 2017 -y de forma creciente en Europa- hay una teoría de la conspiración aglutinadora del resto, en la que caben todas las demás, sin casi excepciones: QAnon.
Se originó en 2017 a raíz de unas supuestas revelaciones secretas sobre que una élite pedófila rige el mundo, con Hillary Clinton, Barack Obama y el papa Francisco en la cima. A ellos les atribuyen el rapto de niños y cualquier otra fechoría imaginable, así como intenciones genocidas entre las que se encontrarían vacunas y 5G como herramientas.
En ese contexto, la pandemia de coronavirus fue un maná para QAnon, que vio aumentar sus grupos y etiquetas en las redes sociales.
Ya hay un intento de freno: en julio Twitter prohibió miles de cuentas asociadas a QAnon; en agosto siguió la misma senda la empresa de Mark Zuckerberg en Facebook e Instagram, y en octubre restringió también YouTube la multitud de desinformación con la que los «anon» inundaban la mayor plataforma de vídeos.
Fernando Labrador
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Salud y Bienestar
La melatonina de uso prolongado podría duplicar el riesgo de insuficiencia cardíaca, según un nuevo estudio
Publicado
hace 10 horasen
4 noviembre, 2025
Un nuevo estudio internacional ha alertado sobre los posibles riesgos del consumo prolongado de melatonina, un suplemento muy popular para mejorar el sueño. La investigación, que ha analizado los datos de más de 130.000 personas, sugiere que el uso continuado de esta sustancia se asocia con un riesgo casi duplicado de sufrir insuficiencia cardíaca, así como con un aumento de hospitalizaciones y mortalidad por cualquier causa.
Un suplemento natural con efectos no tan inocuos
La melatonina es una hormona producida de manera natural por la glándula pineal, encargada de regular el ciclo de sueño y vigilia. En su versión sintética, se comercializa en diferentes formatos —comprimidos, gotas o gominolas— como un suplemento de venta libre para combatir el insomnio o el desfase horario.
Aunque en países como España se puede adquirir sin receta, en otros, como Reino Unido, su uso está regulado bajo prescripción médica debido a sus posibles efectos sobre el sistema nervioso y cardiovascular.
El estudio, que será presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (AHA), advierte de que estos suplementos “podrían no ser tan seguros como se cree”. Según explicó Ekenedilichukwu Nnadi, autor principal de la investigación, “los suplementos de melatonina se consideran una opción natural y segura, pero nuestros resultados muestran aumentos consistentes en el riesgo de problemas cardíacos graves, incluso al ajustar por otros factores de riesgo”.
Un riesgo del 90 % más alto de insuficiencia cardíaca
Los investigadores analizaron durante cinco años los historiales médicos de 130.828 adultos con diagnóstico de insomnio, con una edad media de 55,7 años y un 61,4 % de mujeres. Los datos proceden de la Red Global de Investigación TriNetX, una base internacional que recopila información clínica de millones de pacientes.
Los resultados muestran que los usuarios de melatonina a largo plazo presentaron un 90 % más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca, además de una mayor tasa de hospitalización y mortalidad general.
Importancia de un uso controlado
Los expertos subrayan que, aunque el estudio es de carácter observacional y no establece una relación causal directa, los hallazgos deben servir como alerta para profesionales y consumidores.
“Muchas personas toman melatonina sin supervisión médica, convencidas de que es un producto natural e inofensivo. Pero estos datos apuntan a que podría tener efectos adversos importantes, especialmente en personas con antecedentes cardiovasculares”, señalan los investigadores.
El trabajo refuerza la necesidad de consultar siempre con un profesional sanitario antes de iniciar o mantener tratamientos con melatonina de forma prolongada, especialmente si existen factores de riesgo como hipertensión, diabetes o enfermedades cardíacas previas.
Melatonina y sueño: entre el beneficio y el riesgo
En los últimos años, la melatonina se ha convertido en uno de los suplementos más vendidos en el mundo. Sin embargo, los especialistas en medicina del sueño recuerdan que su uso debe limitarse a tratamientos puntuales y bajo control médico, ya que alterar los niveles hormonales de manera sostenida puede afectar a múltiples procesos biológicos, incluido el sistema cardiovascular.
Los investigadores planean continuar el seguimiento para determinar si existe una relación directa de causa y efecto y cómo influyen la dosis, la edad y el tiempo de uso en el desarrollo de patologías cardíacas.
Melatonina para dormir
Por lo general, la melatonina es segura para el uso a corto plazo. A diferencia de lo que sucede con muchos medicamentos para dormir, con la melatonina es poco probable que te vuelvas dependiente, que tu respuesta disminuya después del uso repetido (habituación) o que experimentes un efecto de resaca.
Los efectos secundarios más frecuentes de la melatonina incluyen los siguientes:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Náuseas
- Somnolencia
Otros efectos secundarios menos frecuentes de la melatonina podrían ser los sentimientos depresivos de corta duración, los temblores leves, la ansiedad leve, los cólicos, la irritabilidad, la reducción del estado de alerta, la confusión o la desorientación, y la presión arterial anormalmente baja (hipotensión). La melatonina puede provocar somnolencia durante el día; por ello, no manejes ni uses maquinaria dentro de las cinco horas posteriores al consumo del suplemento.
Además, los suplementos de melatonina pueden interactuar con varios medicamentos como los siguientes:
- Los anticoagulantes y los medicamentos antiagregantes plaquetarios
- Anticonvulsivos
- Anticonceptivos
- Medicamentos para la diabetes
- Medicamentos que inhiben el sistema inmunitario (inmunosupresores)
Si estás pensando en tomar suplementos de melatonina, primero consulta al médico, en especial, si padeces alguna afección. Te ayudará a determinar si la melatonina es adecuada para ti.
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