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Valencia

Guardia Civil y Policía Nacional escoltarán la llegada de las primeras vacunas a la Comunitat

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València, 26 dic (EFE).- Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional escoltarán la llegada de las primeras vacunas a la Comunitat Valenciana para garantizar que este domingo se empiece con el proceso de vacunación en siete residencias, todas ellas libres de covid-19 y que no han tenido casos desde hace, al menos, 90 días.

Así lo han asegurado fuentes de la Generalitat, que han indicado que no se informará de los puntos de recepción de las vacunas para garantizar la seguridad de los mismos.

La escolta por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se realizará también hasta las residencias donde se administrarán las primeras vacunas.

El proceso logístico organizado por el Ministerio de Sanidad se realiza transportando hasta España las vacunas por carretera y aviones para garantizar que las primeras dosis estarán a disposición de todas las Comunidades y Ciudades Autónomas mañana por la mañana, permitiendo así que se comience la vacunación el mismo día.

Los funcionarios de sanidad exterior y otros funcionarios de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana trabajan en colaboración con la Generalitat desde la semana pasada para que el proceso de transporte y distribución se cumpla con todas las garantías necesarias.

Esta primera remesa de vacunas se remitirán refrigeradas por lo que el operativo montado por la Conselleria de Sanidad implica el mantenimiento de la cadena de frío (entre 2 y 8 grados) hasta su correcta administración.

A partir del lunes, se producirán las entregas con periodicidad semanal y con una media aproximada de 31.000 dosis en el caso de la Comunidad Valenciana.

Vehículos militares salen del centro logístico de Pfizer este sábado en Guadalajara para escoltar el traslado de la vacuna de la covid-19 a la base madrileña de Getafe desde donde se enviarán por avión a Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. EFE/Nacho Izquierdo

Estas entregas se realizarán en tres puntos de la Comunitat, ubicados en Alicante, Castellón y València, desde donde se gestionará el transporte hasta los puntos de vacunación, según las fuentes, que indican que el procedimiento es similar en toda la Unión Europea.

El proceso de iniciará durante la mañana del domingo en siete residencias de la Comunitat Valenciana ubicadas en las localidades de Alicante, Sant Vicent del Raspeig, Torrent, Rafelbunyol, Benissanó, Almassora y Borriana, donde se vacunará a las personas de estos centros que hayan confirmado su aceptación.

Durante el primer trimestre de 2021, en la Comunitat Valenciana se administrarán más de 377.000 dosis de la vacuna Pfizer, que corresponden, al tratarse de dos dosis por persona, a más de 188.000 personas vacunadas.

Sanidad espera que las más de 50.000 personas, entre trabajadores y trabajadoras y residentes, que conviven en las residencias puedan estar vacunadas a lo largo del mes de enero.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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