Cultura
Màxim Huerta: «Los valencianos debemos sentirnos más orgullosos de la tierra que tenemos. Somos únicos»
Publicado
hace 5 añosen
: Ser el anfitrión de las tardes de mi tierra me parece un lujo
València, 8 ene (EFE).- El periodista Màxim Huerta regresa a la televisión autonómica de la Comunitat Valenciana veinte años después de emprender su viaje a Madrid, donde conquistó a los espectadores en cadenas nacionales antes de su efímero paso por el Ministerio de Cultura y Deporte, y entre una y otra actividad le dio tiempo a escribir más de una decena de libros.
El programa ‘Bona Vesprada’, que se estrena el próximo lunes día 11, pretende ser su nuevo lugar, un espacio que, como él asegura, tendrá dos platós, «el físico y el de la Comunitat, donde ocurre la vida», en sus más de cuatro horas de emisión directa diaria de lunes a viernes.
En una conversación con Efe, Huerta (Utiel -Valencia-, 1971) bromea con el hecho de que la última vez que trabajó para la televisión valenciana «era en otro siglo y se llamaba diferente», pero garantiza que regresa «siendo el de siempre, pero con más ganas».
Sobre la posibilidad de que cuatro horas en directo sean muchas, Huerta destaca que «lo más bonito de un programa en directo es que en él pasa la vida y que todo lo que sucede lo puedes contar».
El periodista y escritor, que tuvo un paso de apenas un año por el programa ‘A partir de hoy’ de La 1, ya que el coronavirus se lo llevó por delante, dice que «al estar haciendo compañía a los valencianos por las tardes, las cuatro horas se nos harán cortas».
Preguntado por si ‘Bona Vesprada’ tendrá un toque más personal que su anterior proyecto o lo que le hubiesen dejado hacer como ministro, Màxim Huerta responde entre risas: «Ni me acuerdo de eso» y sostiene que este programa «tiene lo mejor».
«Tenemos el mejor decorado del mundo como son las calles de la Comunitat Valenciana. Nuestro decorado es la calle y eso no lo pudo tener ‘A partir de hoy’ que se paró y empezaron a hacer informativos. Son otras circunstancias», indica Huerta.
Al respecto de su nueva cadena, el también escritor afirma que À Punt le gusta «mucho» y que «lo está haciendo muy bien».
Las cifras, que en diciembre reflejaron un aumento de casi el 50 por ciento respecto al año anterior y que sitúan a la cadena en un 3,8 por ciento de cuota de pantalla, invitan al periodista a parafrasear al personaje de Peter Parker en Spiderman y decir que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
«Yo amo la televisión y amo el poder estar haciendo tele en mi casa; eso es fantástico. Los números deben preocupar en otro tipo de despachos, ya que a mí sólo me preocupa el hacerlo bien: contar noticias y tener una conversación con los ciudadanos. No voy a estar pensando en los números porque creo que eso se conseguirá poco a poco», responde a la pregunta sobre los crecientes números de la cadena autonómica.
El escritor asegura que la nueva À Punt «está evolucionando muy bien». «Está conectando con los valencianos y mi objetivo es conectar más y abrir la ventana y que entren nuevas voces, nuevos colores y nuevos acentos», sostiene.
Lo ejemplifica con el especial de ‘A la merda 2020’, conducido por Carolina Ferre y Eugeni Alemany, al comentar que «ya está bien de cantar» y resaltar que «fue muy divertido».
Respecto al porqué de la decisión de volver a casa, más allá de pasar más tiempo con su madre, el escritor aduce: «Yo soy de aquí y ser el anfitrión de las tardes de mi tierra me parece un lujo. Estar cerca de casa, estar en casa y volver a la que fue mi casa me hace feliz».
«El programa -continúa- es ilusionante, está vivo y tiene todo lo que amo de la televisión: buen espíritu, actualidad y compañía».
En cuanto a cómo será el programa, que contará con una mesa de actualidad, un recorrido por los pueblos, media hora de gastronomía y otra media de meteorología y prácticas sostenibles, Huerta enfatiza que «nuestra Comunidad es muy grande y muy vertical y mi objetivo es dar voz a la gente y abrirla un poco más».
Respecto al elemento diferenciador de la Comunitat y las culturas que pretende resaltar en su magacín, Huerta asegura: «Creo que los valencianos debemos sentirnos más orgullosos de la tierra que tenemos. Desde Vinarós a Orihuela y de Utiel a València. Somos únicos y debemos ser un poquito más franceses, es decir, orgullecernos más de todo lo que tenemos, de la gastronomía, de la cultura, de los músicos, de los paisajes, de las recetas, de las bandas de música…»
«Los valencianos somos gente súper expresiva, de los que mejor contamos las cosas de toda España. Tenemos interior, tenemos playa…», asevera.
Preguntado por qué pediría a 2021, Huerta responde rápidamente entre risas: «Una hora más», para luego proseguir: «Felicidad, porque si estoy feliz significa que el programa lo están viendo y que la familia está bien. Si hay felicidad, todo va bien».
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
El retiro en Ruiloba y una vida nueva
Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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