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Meghan Markle, la nueva princesa del pueblo

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MADRID, 5 Nov. (CHANCE) –

Meghan Markle no es una duquesa cualquiera, no es un miembro de la realeza que sigue el protocolo al pie de la letra, y por eso enamora. Disfrutamos viendo como luce sus moños despeinados, como abraza a niños y adultos en sus visitas oficiales y como permite que la llamen por su nombre en vez de Duquesa. Desde que empezó a formar parte de la Familia Real británica, Markle ha tenido claro que su puesto no la sitúa en un escalón superior al resto de la población y eso mismo es lo que trata de explicar constantemente y también por todo eso ya se le conoce como la nueva princesa del pueblo.

En una entrevista concedida a Bryony Gordon, del medio The Telegraph, la Duquesa de Sussex se ha mostrado abierta acerca de como espera que la traten las personas cuando participa en eventos públicos. Gordon tuvo el placer de acompañar a Meghan a la fiesta de apertura de la pastelería Luminary Bakery, un negocio que acoge a mujeres en circunstancias vulnerables, aquellas que han experimentado problemas de falta de vivienda, violencia, agresión sexual o salud mental, con habilidades laborales y la confianza suficiente para tener éxito.

«Una de las cosas de las que me he dado cuenta desde que estoy aquí (en Reino Unido) es que las personas tienen una expectativa diferente de la realidad cuando llego a algún lado. Así que, normalmente digo: ‘Ya estoy aquí, ahora nos podemos relajar y disfrutar, porque al final del día todos somos iguales. Todos tenemos una historia que contar y me siento honrada de escuchar la tuya'», empezó diciendo la Duquesa, realizando ese mismo procedimiento minutos después de conocer a las integrantes de la pastelería.

Y, como no podía ser de otra forma, nada de reverencias, Meghan abrazó a todas las asistentes a la apertura del negocio, negándose a que la tratasen como alguien superior. Esto mismo nos recuerda a la aparición de la Duquesa durante la cumbre mundial dedicada a jóvenes emprendedores y líderes en potencia a finales del mes pasado, en la cual evitó que Kate Robertson, una de las fundadoras del evento, le hiciese una reverencia, envolviéndola en un cálido abrazo en su lugar.

MEGHAN NO QUIERE SER AMADA
Mientras Meghan disfrutaba realizando un rico pastel junto a todas las chicas que trabajan en la pastelería, le confesó a Bryony Gordon que no deseaba ser amada por la gente, tan solo quería poder ser escuchada, utilizando así si voz para ayudar a todas las personas que lo necesitasen.

Siguiendo esta línea, Meghan quiso hablar de la vulnerabilidad y de como muchas personas piensan que es un error mostrarse débil: «Hoy en día, estamos acostumbrados a querer que se hagan las cosas de inmediato. Hay una cultura de gratificación instantánea, de la solución instantánea. Pero no somos objetos mecánicos que necesitan ser reparados. Somos personas heridas y necesitamos ser sanadas, y eso lleva tiempo», explicó, añadiendo después que creía firmemente en que la vulnerabilidad es una de las mayores fortalezas de la humanidad.

«Nuestras vidas pueden ser diferentes, nuestros orígenes y experiencias variadas, pero creo que en los momentos de conexión queda muy claro que nuestras esperanzas, nuestros miedos, nuestras inseguridades y las cosas que nos hacen funcionar … bueno, son muy parecidos. Y ahí está el consuelo», finaliza Meghan, dando una vez más una lección moral a la altura de las circunstancias.

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Muere Diane Keaton, la icónica actriz ganadora del Oscar por Annie Hall, a los 79 años

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Diane Keaton
Diane Keaton

La industria cinematográfica mundial está de luto. La actriz estadounidense Diane Keaton, ganadora del Oscar a la mejor actriz en 1978 por su papel en Annie Hall, ha fallecido este sábado a los 79 años, según confirmó un portavoz de su familia a la revista People. La intérprete, una de las figuras más queridas y singulares del séptimo arte, deja un legado inolvidable en la historia del cine.


Una vida dedicada al arte y al cine

Nacida el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles (California), Diane Hall —su nombre de nacimiento— creció en una familia de clase media: su padre era ingeniero y su madre, fotógrafa artística. Su vocación por la interpretación la llevó a abandonar la universidad a los 19 años para estudiar arte dramático en Nueva York, donde comenzó su carrera cantando y bailando con el grupo The Roadrunners.

Su primera gran oportunidad llegó en 1968, cuando participó en el musical Hair. Su talento natural llamó la atención de Woody Allen, con quien debutó en el teatro en Sueños de un seductor (1969). Aquella colaboración marcó el inicio de una de las asociaciones artísticas más reconocidas del cine estadounidense.


De El Padrino a Annie Hall: los años que la consagraron

El salto al cine llegó en 1970 con Amantes y otros extraños, pero fue en 1972 cuando Diane Keaton alcanzó fama internacional gracias a su papel como Kay Adams en El Padrino de Francis Ford Coppola, una interpretación que repetiría en El Padrino II (1974) y El Padrino III (1990).

Ese mismo año, volvió a coincidir con Woody Allen en la versión cinematográfica de Sueños de un seductor, y poco después en las comedias El dormilón (1973) y La última noche de Boris Grushenko (1975). Sin embargo, su consagración definitiva llegó con Annie Hall (1977), película que transformó su carrera y redefinió el cine romántico.

Por su interpretación de Annie, una joven excéntrica y espontánea que encarna la independencia femenina de los años 70, Keaton ganó el Oscar a la mejor actriz, además del BAFTA y el Globo de Oro. Su estilo desenfadado —pantalones anchos, chalecos, corbatas— marcó una tendencia y la convirtió en ícono de la moda y símbolo de una nueva mujer moderna.


Éxito, versatilidad y dirección cinematográfica

En 1981 protagonizó Rojos, dirigida por Warren Beatty, papel que le valió su segunda nominación al Oscar. Durante los años 80 y 90, Keaton alternó dramas con comedias románticas, demostrando una versatilidad poco común. Participó en títulos como Baby Boom (1987), El club de las primeras esposas (1996) o El padre de la novia (1991 y 1995).

Paralelamente, exploró su faceta como directora y productora, debutando con el corto What Does Dorrie Want? (1982) y el documental Heaven (1987). Su mirada creativa y su sensibilidad visual reflejaron siempre su amor por la fotografía y la arquitectura.


Últimos años y legado

En 2003 protagonizó la exitosa comedia romántica Cuando menos te lo esperas junto a Jack Nicholson, por la que ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia y obtuvo su cuarta nominación al Oscar. Su carisma y naturalidad convirtieron la película en un clásico moderno.

Su último trabajo cinematográfico fue Campamento de verano (2024), donde compartió protagonismo con Kathy Bates y Alfre Woodard. Además de su carrera en el cine, Diane Keaton fue una apasionada escritora, autora de más de una docena de libros sobre moda, arte, fotografía y memorias personales.

También destacó por su espíritu emprendedor: lanzó su propia marca de vino, The Keaton, diseñado —como ella decía— “para servirse con hielo”. En entrevistas recordaba con humor cómo esta idea surgió en los años 70, cuando vivía en un pequeño apartamento sin aire acondicionado en Nueva York.


Una mujer libre y referente de autenticidad

Diane Keaton fue una figura que trascendió el cine. Su estilo, su personalidad extravagante y su independencia marcaron a generaciones de mujeres. Madre soltera de dos hijos adoptivos, Dexter y Duke, siempre defendió la importancia de la maternidad tardía y la libertad personal.

Sus personajes, siempre llenos de humanidad y contradicciones, reflejaban su forma de entender la vida: sin etiquetas, con humor y con una honestidad brutal. Su risa contagiosa y su voz inconfundible hicieron de ella una de las intérpretes más queridas del público.


Hollywood rinde homenaje a una leyenda

Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes de amor y admiración. Bette Midler escribió: “La brillante, hermosa y extraordinaria Diane Keaton ha fallecido. No puedo expresar la profunda tristeza que siento”.

La actriz Kimberly Williams-Paisley, su hija ficticia en El padre de la novia, le dedicó un emotivo mensaje: “Trabajar contigo fue uno de los mayores regalos de mi carrera. Gracias por tu amabilidad, tu talento y tu risa”.

También Rosie O’Donnell expresó su pesar: “Qué estilo, qué gracia, qué corazón. La extrañaremos profundamente”. Mientras que Elizabeth Perkins la definió como “un tesoro nacional” y “heroína moderna”, destacando su valentía y autenticidad.


El adiós a una mujer eterna

Diane Keaton fue más que una actriz: fue una fuerza creativa, una mujer pionera y un icono cultural que rompió moldes sin perder su esencia. Desde Annie Hall hasta Cuando menos te lo esperas, cada personaje que interpretó dejó una huella imborrable en la historia del cine.

Su muerte deja un vacío enorme en Hollywood, pero su legado —hecho de humor, inteligencia y sensibilidad— permanecerá para siempre en las pantallas y en el corazón de quienes amaron su arte.

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