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Morfología de la culpa tras la DANA 

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balance político de Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su réplica a las intervenciones de los grupos en su comparecencia este miércoles ante el pleno del Congreso para informar de la gestión de la dana. EFE/ Chema Moya

Casi un mes después de la catastrófica dana que devastó la Comunidad Valenciana, el Congreso de los Diputados se convirtió en el escenario de un enfrentamiento político sobre responsabilidades y actuaciones ante el desastre. La sesión, encabezada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, mostró un cruce de acusaciones que evidenció cómo la culpa se convierte en un concepto esquivo en contextos de crisis. Esta es la morfología de la culpa.

El enfoque de Pedro Sánchez: responsabilidades en la Generalitat

Durante su intervención, Sánchez señaló al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, como el principal responsable del manejo ineficiente de la emergencia y pidió a Feijóo que exija su destitución. Además, defendió la gestión del Gobierno central, destacando la aprobación de un tercer paquete de ayudas que eleva a 16.600 millones de euros los recursos movilizados para los afectados por la dana.

El presidente subrayó que el sistema y el estado autonómico no fallaron, sino que lo hicieron “algunas personas”. Asimismo, criticó a Feijóo y al líder de Vox, Santiago Abascal, por promover desinformación y bulos, al tiempo que les acusó de negar la existencia del cambio climático, un factor clave en eventos extremos como la dana.

La postura de Núñez Feijóo: críticas al Gobierno central

Por su parte, Feijóo centró sus ataques en la supuesta falta de previsión y reacción del Ejecutivo central. Acusó a Sánchez de «abandono» y aseguró que no haber declarado la emergencia nacional fue un error crucial. “La gente no le va a perdonar que no ejerciese sus competencias”, afirmó, pidiendo al presidente que dimita por su gestión.

Feijóo defendió además a Mazón, sin mencionar directamente su papel, y acusó a Sánchez de utilizar la tragedia como arma política. Sus palabras fueron respaldadas por un insistente aplauso de su grupo parlamentario.

Vox y la oposición: una crítica más agresiva

Santiago Abascal elevó el tono al acusar a Sánchez de «crueldad» y «sadismo», culpándolo directamente de la tragedia y vinculándolo a una «red de macrocorrupción». Para Abascal, el Gobierno central es el único responsable de la crisis, posición que defendió con dureza durante toda la sesión.

Otros partidos y la responsabilidad compartida

Desde Sumar, Verónica Martínez debutó en el Congreso destacando el impacto mortal del negacionismo climático, mientras que Gabriel Rufián (ERC) y Miriam Nogueras (JxCAT) aprovecharon para criticar tanto a Sánchez como a Mazón. Ione Belarra (Podemos) denunció la contratación de «empresas corruptas» por parte del gobierno valenciano para la reconstrucción, y Mertxe Aizpurua (Bildu) lamentó la «absoluta incompetencia» demostrada en Valencia.

Conclusión: la culpa como arma política

El debate dejó claro que, frente a una tragedia de esta magnitud, los discursos políticos tienden a buscar culpables más que soluciones. A pesar de las críticas cruzadas, el presidente del Gobierno cerró su intervención reivindicando «la buena política», aquella que, según él, «busca soluciones y no culpables».

Esta sesión reflejó no solo el impacto humano y material de la dana, sino también cómo la gestión de crisis se convierte en un campo de batalla política, donde el concepto de culpa parece ser tan inasible como el propio desastre natural.

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Consumo

Comunicado de Airbnb

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Airbnb
Airbnb

Airbnb rechaza el listado de Consumo y critica el auto del TSJM

Airbnb ha manifestado su «firme oposición» al procedimiento llevado a cabo por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, tras conocerse este lunes un auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que insta a la plataforma a eliminar 5.800 anuncios de pisos turísticos.

La compañía denuncia el uso de una «metodología indiscriminada» en la elaboración del listado de anuncios presuntamente ilegales, que formaría parte de una serie de resoluciones remitidas por Consumo, y ha confirmado que continuará recurriendo las decisiones judiciales por considerar que «están en desacuerdo con las normativas españolas y europeas».


Airbnb defiende la legalidad de su plataforma

Un portavoz de Airbnb ha explicado que el Ministerio de Consumo «no es competente para hacer cumplir regulaciones turísticas» y que ha enviado un listado que incluye anuncios con licencia y otros que, según la plataforma, «podrían no necesitarla, como los arrendamientos de temporada».

Además, ha afirmado que Consumo ha ignorado resoluciones del Tribunal Supremo que aclaran que no todos los anuncios de Airbnb están obligados a mostrar un número de registro. Según la sentencia del Supremo de enero de 2022, la obligación recae sobre el prestador del servicio turístico, no sobre la plataforma de intermediación.


Airbnb se acoge a la Ley de Servicios Digitales

La compañía ha insistido en que actúa conforme a la Ley de Servicios Digitales europea, y que no tiene obligaciones de supervisión activa sobre el contenido publicado por los usuarios. En esta línea, recuerda que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó en diciembre de 2019 que Airbnb es un servicio de la sociedad de la información, y no un agente inmobiliario, por lo que su función es la de intermediación.

Este argumento es clave en la defensa de la plataforma, que reitera que los anfitriones son responsables de cumplir con las leyes locales y de que los anuncios incluyan la información necesaria cuando así se requiera.


Consumo ya ha notificado más de 65.000 anuncios

En los últimos meses, el Ministerio de Consumo ha remitido a Airbnb tres resoluciones diferentes en las que notificó un total de 65.935 anuncios supuestamente ilegales. El auto conocido este lunes por parte del TSJM corresponde a la primera de esas resoluciones, que obliga a retirar 5.800 anuncios concretos.

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha calificado esta decisión como una «gran victoria» en defensa del derecho a la vivienda y ha afirmado que se trata de un «aval claro a la labor del ministerio» en su objetivo de proteger a los consumidores.

Respecto a las otras dos resoluciones, el Ministerio espera que la justicia se pronuncie en la misma línea, aunque reconoce que la plataforma «habrá recurrido» también estos casos.


Airbnb recuerda sus políticas de cumplimiento

En relación con sus procedimientos, Airbnb ha recordado que siempre informa a los anfitriones de la necesidad de cumplir las leyes locales antes de publicar sus anuncios. La plataforma exige a los usuarios que certifiquen que cuentan con los permisos necesarios y les recuerda de forma periódica que revisen la normativa aplicable.

Esto se deja claro en los Términos de Servicio y los usuarios que no cumplan con las políticas pueden ser eliminados de la plataforma”, ha indicado el portavoz.

Además, aclaran que no todos los alojamientos publicados en la web corresponden a viviendas turísticas. También se incluyen apartamentos turísticos, hoteles, hostales o arrendamientos de temporada, modalidades que no están sujetas a las mismas obligaciones que el alquiler vacacional de corta duración.


Colaboraciones recientes con gobiernos regionales

Para demostrar su voluntad de cooperación, Airbnb ha puesto en valor sus recientes acuerdos con gobiernos autonómicos como los de Islas Canarias, Región de Murcia y el Consejo Insular de Ibiza, con el objetivo de fomentar un modelo de turismo sostenible. Según la plataforma, estas iniciativas son ejemplos de que «Airbnb quiere trabajar junto a las autoridades locales para crear un sistema equilibrado y beneficioso para todas las partes implicadas».


¿Por qué considera Consumo que los anuncios son ilegales?

La Dirección General de Consumo ha detallado tres motivos principales por los que considera que los anuncios detectados en Airbnb incumplen la normativa vigente:

1. Falta de número de licencia

Una gran parte de los anuncios analizados no incluyen el número de licencia o registro obligatorio, exigido por varias normativas autonómicas. Esta omisión constituye, según el Ministerio, la infracción más frecuente en la publicidad alojada en la plataforma.

2. Falta de información sobre el arrendador

Otro incumplimiento recurrente es que no se identifica la naturaleza jurídica del arrendador. Es decir, no se especifica si quien alquila es un particular o un profesional, algo fundamental para determinar si el contratante está protegido por la legislación de consumo.

3. Licencias no válidas o falsificadas

Consumo también denuncia la presencia de anuncios con números de licencia falsos o inválidos, es decir, no expedidos por ninguna autoridad oficial. Esta práctica puede ser considerada engañosa o fraudulenta, ya que puede inducir a error a los usuarios que creen estar alquilando alojamientos legales.


Conclusión: choque entre Airbnb y Consumo por el control del alquiler turístico

El conflicto entre Airbnb y el Ministerio de Consumo refleja un choque de competencias y de interpretaciones legales sobre cómo debe regularse el alquiler turístico en España. Mientras Consumo insiste en la necesidad de más transparencia y legalidad en las plataformas, Airbnb reivindica su papel como intermediario tecnológico, sin responsabilidad directa sobre el contenido que publican los anfitriones.

La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid marca un punto de inflexión en la batalla judicial entre la administración y las plataformas digitales, y podría sentar precedente para el control del mercado de alquiler turístico en España.

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