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Un mes de la DANA: balance de una tragedia histórica en España

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Un operario en el vertedero de Catarroja donde se acumulan los enseres y basura de los pueblos afectados por la DANA del pasado 29 de octubre. EFE/ Kai Forsterling

Sigue la última hora de la trágica DANA en Valencia:

29 nov (OFFICIAL PRESS-EFE)- El primer mes de la dana que devastó la provincia de Valencia el 29 de octubre deja las siguientes claves en distintos ámbitos como el político, el económico o el social:

El desastre natural

El 29 de octubre por la mañana empezó un potente e histórico episodio de lluvias en la provincia de Valencia, donde se formaron trenes de tormentas sobre las cuencas de los ríos Magro, Júcar, Turia y la Rambla del Poyo, que sufrieron crecidas extraordinarias que generaron desbordamientos de ríos y barrancos.

El barranco del Poyo, formado por la unión de tres barrancos a lo largo de 462 kilómetros cuadrados hasta desembocar en L’Albufera, pasó de estar seco a transportar más de 2.000 metros cúbicos por la tarde y se desbordó con tal fuerza a partir de Torrent y Paiporta que se llevó por delante puentes, carreteras, coches, casas o vías de tren.

Un total de 222 personas fallecieron en las mayores inundaciones de este siglo y todavía se busca a cuatro. Miles de personas de 75 municipios lo perdieron todo en un desastre natural devastador, para cuya reconstrucción serán necesarios al menos 31.000 millones de euros, según la primera estimación de la Generalitat.

La barrancada dejó imágenes de destrucción propias de una guerra y a muchos municipios incomunicados, que recibieron la primera ayuda de miles de voluntarios que llegaron a pie desde la ciudad de València. Un mes después, 20.000 profesionales siguen desplegados en las zonas afectadas, donde los trabajos están centrados en extraer el lodo de los garajes y retirar los 120.000 vehículos destrozados.

La gestión política

La gestión de la dana ha puesto el foco político sobre el president de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ese día mantuvo su agenda pese que había alerta roja por lluvias, se fue a comer con una periodista para ofrecerle la dirección de la radiotelevisión autonómica y llegó a la reunión del centro coordinador de la emergencia, el CECOPI, a las siete de la tarde.

Mazón ha acusado a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de no haber dado la información necesaria para tomar decisiones -ambos organismos estatales lo han negado- y ha indicado que el aviso de alerta a los móviles a las 20:11 horas para que no se saliera de casa se envió ante el riesgo de que se rompiera la presa de Forata.

Pese a las reclamaciones de la oposición de que dimita o que el PP le destituya, Mazón se ha reivindicado para liderar la reconstrucción y ha remodelado su Consell, en el que ha apartado a las conselleras de Justicia y de Industria, ha creado una vicepresidencia para la Reconstrucción -con un militar al frente- y una Conselleria de Emergencias e Interior.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la destitución de Mazón al considerarle el principal responsable de la tragedia, mientras que el PP ha reprochado a Sánchez que no haya declarado la emergencia nacional y asumido el mando de la situación. Les Corts han aprobado crear una comisión que investigará la gestión de cada Administración.

El impacto económico

Las inundaciones han causado daños directos en los municipios afectados (donde vive el 40 % de la población de la provincia, está el 36 % de las empresas y generan el 31 % del empleo) de 13.314 millones en los sectores de la construcción, la industria, el transporte, la agricultura, el comercio minorista y otros servicios y actividades urbanas, según la estimación de la Cámara de Comercio de Valencia.

La afectación en la actividad de la Comunitat Valenciana podría restar una décima al crecimiento de la economía española en el cuarto trimestre del año, según el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, mientras que sumaría 0,15 puntos, a largo plazo, al índice de precios al consumo (IPC), según el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor afectan ya a casi 27.000 trabajadores, mientras que, desde las Administraciones, el Gobierno de España ha movilizado 16.000 millones de euros y el Gobierno valenciano 400 millones para ayudar a las zonas damnificadas.

El alcance social

Un aluvión de organizaciones humanitarias, como Cruz Roja, Save the Children, Farmamundi o World Central Kitchen, entre otras muchas, se han volcado en ayudar a los numerosos afectados, a los que también ha llegado la ola de solidaridad de miles de ciudadanos, especialmente jóvenes, que se han volcado desde el primer día.

La situación en cuanto a enfermedades transmisibles en la zonas afectadas es según los expertos uno de los «mejores escenarios» que se podría tener, aun siendo «preocupante y con riesgos de complicación». Ha habido casos de gastroenteritis, leptospirosis y legionela, sin llegar a ser brotes, así como heridas, fracturas o cuadros respiratorios por aspiración de esporas de moho o inhalación de polvo.

El medio ambiente no ha sido ajeno al desastre, ejemplificado en L’Albufera de València, donde serán necesarios 9,5 millones de euros para recuperar un humedal que aspira a ser Reserva de la Biosfera de la Unesco y al que la riada arrastró residuos sólidos, incluidos coches y electrodomésticos, y productos contaminantes de las zonas industriales, que han puesto en peligro la biodiversidad y la producción agrícola del parque natural que baña a trece municipios.

El recorrido judicial

La gestión de la dana tendrá también un recorrido judicial: los juzgados de València han recibido de momento nueve acciones judiciales, siete de ellas penales, y el Tribunal Supremo una decena de denuncias o querellas relacionadas con la actuación de las administraciones públicas y sus responsables ante la catástrofe.

Las denuncias ante el Supremo se dirigen en su mayoría contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y han sido presentadas por Vox, Manos Limpias o Iustitia Europa.

En los juzgados valencianos las denuncias se han dirigido contra Mazón, la exconsellera de Interior Salomé Pradas y los responsables de la CHJ, Aemet o de la Delegación del Gobierno, presentadas por Iustitia Europa, CGT, Manos Limpias y particulares.

Las repercusiones en la cultura y el deporte

Las inundaciones han repercutido también en ámbitos como el deporte, donde los daños en el circuito de Cheste obligaron a trasladar a Montmeló el Gran Premio de Moto GP de la Comunitat Valenciana, se suspendieron partidos durante semanas -que se han retomado con sentidos homenajes-, y el maratón de València de este domingo recaudará fondos para los afectados.

En el ámbito cultural, cientos de miles de libros han sido destruidos por el agua, que ha causado pérdidas de 153,3 millones de euros en el patrimonio cultural (bienes, museos y colecciones museográficas) y en el sector cultural y creativo (editoriales, archivos, bibliotecas, artes escénicas, fallas y sectores musical y audiovisual).

Loli Benlloch

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Valencia

El centro comercial Bonaire ya tiene fecha de reapertura

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Centro comercial Bonaire DANA
Fuera del foco mediático inicial ante la posibilidad de que en sus aparcamientos aparecieran centenares de los desaparecidos por la dana y comprobado que no albergaba ningún fallecido, el centro comercial Bonaire, uno de los más grandes de España, afronta una colosal labor para lograr su reapertura. EFE/Roberto Ruiz

(OFFICIAL PRESS-EFE) El centro comercial Bonaire, ubicado en Aldaia (Valencia) y que resultó afectado por las inundaciones de la dana del pasado 29 de octubre, tiene previsto reabrir sus primeros locales a partir del 13 de diciembre, mientras que será en febrero cuando abra en su totalidad.

Según han informado este miércoles fuentes de la propiedad del centro comercial, Unibail-Rodamco-Westfield (URW), las labores de limpieza y restauración de las instalaciones «avanzan adecuadamente» y se está «acelerando todo lo posible el proceso de reapertura».

De esta forma, a partir del viernes 13 de diciembre comenzarán a abrir los primeros establecimientos del parque comercial, dentro de un proceso de reapertura progresivo que se espera finalizar en febrero por la apertura total de todo el centro comercial.

Desde la propiedad del centro comercial han señalado que mantienen el contacto permanente tanto con los comerciantes como con el Ayuntamiento de Aldaia para agilizar los procesos administrativos y acelerar la recuperación del tejido económico local.

El centro comercial Bonaire, anexo a la autovía A-3, ocupa 30.000 metros cuadrados dedicados al ocio y la gastronomía, en los que su ubican 120 tiendas, doce salas de cine, una bolera y un espacio multiaventura de más de 1.600 metros cuadrados.

Una tarde difícil de olvidar

«Hacía una tarde desapacible, no había mucha gente por aquí, pero nunca imaginábamos lo que estaba por llegar», comenta a EFE uno de estos empleados, quien prefiere no revelar su nombre ni que se publique para qué conocida franquicia trabaja.

Tanto él como sus compañeros, ataviados con botas de agua y mascarillas, se afanan en retirar el barro todavía presente cerca de tres semanas después, en limpiar estanterías y en tratar de recuperar a contrarreloj todo el material que pueda salvarse, antes de que avance el moho presente ya en muchas paredes.

«No queremos pensar qué habría pasado si esto hubiera ocurrido en sábado, cuando la afluencia sí es masiva», comenta la encargada de una de las más de 120 tiendas, una de las pocas de su empresa que se ha ‘salvado’ del ERTE en el que sí estarán sus compañeras hasta que el centro pueda reabrirse al público.

Unos y otros coinciden al subrayar que, pese a los temores y el desconcierto inicial, milagrosamente no haya que lamentar víctimas personales en este gran centro comercial, a pesar de que en un inicio se temió que su aparcamiento subterráneo -que llegó a estar totalmente cubierto de agua- hubiera podido convertirse en una trampa mortal.

Desde la dirección destacan a EFE que, gracias al aviso generado por los sistemas de detección del propio centro, se activó el protocolo de actuación y evacuación ante emergencias, incluso quince minutos antes de que la alerta general fuera recibida por el resto de la población.

Plan de crisis

El equipo de seguridad trabajó rápidamente, de acuerdo al plan de gestión de crisis, para la evacuación, incluidos los aparcamientos, y dirigió a las personas que se encontraban en el complejo comercial hacia zonas seguras más altas y fuera de peligro, como uno de los cines que acogió durante muchas horas a los atrapados.

Entre los operarios y trabajadores de las franquicias, muchos de ellos con Equipos de Protección Individual (EPI), también es notable la presencia de vigilantes e incluso agentes de la Policía, quienes dotan de seguridad a unas instalaciones que, horas después de la dana, fueron objeto de algunos saqueos y vandalismo.

Junto a contenedores, bolsas de basura y fuertes olores, especialmente en los accesos al aparcamiento subterráneo y el hipermercado, maniquís despojados de ropa parecen aguardar en este centro la vuelta de la actividad comercial y la clientela, un trasiego que la dana paralizó aquella fatídica tarde y que algunos optimistas desearían que pudiera devolver la navidad. Queda mucha faena y esperar.  Por Roberto Ruiz Oliva

 

Así se realizó la evacuación de emergencia en el Centro Comercial Bonaire

El Centro Comercial Bonaire, ubicado en Aldaia (Valencia), activó su plan de emergencia el 29 de octubre debido a la rápida subida de aguas causada por la DANA. El plan se puso en marcha a las 19:55 horas, apenas quince minutos antes de que las autoridades emitieran la alerta a los ciudadanos a través del sistema ES-Alert. Según informaron este jueves fuentes del centro comercial, no recibieron ninguna advertencia previa sobre el riesgo de inundación y actuaron rápidamente al identificar la amenaza.

El protocolo de evacuación consistió en la activación de la alarma y la evacuación de los aparcamientos, tanto exteriores como subterráneos. Con un total de 5.270 plazas en el aparcamiento, 1.800 de las cuales se encuentran en el subterráneo, que tiene una sola planta, los empleados acompañaron a los presentes a las zonas más altas y seguras del centro.

Acciones de Rescate y Evaluación Posterior

A pesar de la rapidez con la que se desató la inundación, los equipos de rescate no encontraron ningún cuerpo sin vida en el aparcamiento subterráneo durante la revisión posterior, según la Policía Nacional. En ese momento, aunque el centro comercial ya estaba parcialmente vacío, no se sabía con certeza cuántas personas se encontraban dentro. Las tiendas ya habían cerrado, siguiendo la decisión de los arrendatarios, y la actividad en el lugar era mínima.

Las personas que permanecieron en el centro fueron evacuadas a zonas de seguridad, primero al vestíbulo de los cines y luego a dos salas habilitadas para ofrecerles comida y bebida. Posteriormente, se abrieron algunas instalaciones de restauración para continuar con la atención a los afectados.

Preparación y Seguridad en el Centro Comercial

El Centro Comercial Bonaire está diseñado para ser un espacio seguro en casos de emergencia, como inundaciones. El personal está capacitado para gestionar situaciones extremas, y se realizan simulacros cada dos años, abarcando inundaciones, incendios y ataques terroristas. Actualmente, el centro está evaluando los daños ocasionados por la DANA, y aún no se ha establecido una fecha de reapertura.

Por otro lado, el Factory Bonaire, un espacio comercial asociado pero gestionado por una empresa diferente, también permanece cerrado debido a las inundaciones.

Este episodio pone de relieve la rápida respuesta y la preparación ante emergencias de los centros comerciales de la zona, al tiempo que destaca la importancia de contar con planes de contingencia bien establecidos para proteger tanto a clientes como a empleados durante desastres naturales.

 

El centro comercial de Bonaire, epicentro de terribles imágenes, es puro lodo tras la DANA

El centro comercial de Bonaire, ubicado en Aldaia (Valencia), ha sido uno de los lugares más afectados por las inundaciones causadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha dejado un rastro devastador en la provincia.

Escenario de devastación

El interior del centro comercial se ha transformado en un paisaje desolador, con una multitud de prendas y objetos esparcidos por el suelo, incluyendo cajas de comida de hamburgueserías, vasos de refrescos, cajas de zapatos, camisas y pantalones, todo cubierto por barro, ramas y hojarasca. Este caos visual ilustra el impacto que la DANA ha tenido en la comunidad, afectando no solo a los hogares, sino también a las infraestructuras comerciales.

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