Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), en colaboración con el CIBER-BBN, el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) y el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), han desarrollado nanopartículas inteligentes capaces de localizar y eliminar células tumorales senescentes, responsables de recaídas en cáncer. Este hallazgo, publicado en la revista Biomaterials, abre nuevas vías para terapias contra el melanoma y otros tipos de cáncer.

Qué son las células senescentes y por qué son peligrosas
Las células senescentes dejan de dividirse pero no mueren. En tumores, inicialmente frenan el avance del cáncer, pero con el tiempo pueden generar un entorno inflamatorio que favorece la reaparición de la enfermedad. Hasta ahora, los senolíticos mostraban cierta eficacia contra estas células, pero sus fuertes efectos secundarios limitaban su uso clínico.
Cómo funcionan las nanopartículas inteligentes
El equipo valenciano ha diseñado nanopartículas de sílice mesoporosa, cargadas con el fármaco navitoclax y recubiertas con un anticuerpo que reconoce la proteína DPP4, sobreexpresada en células tumorales senescentes.
Actúan como un ‘caballo de Troya’: viajan por el organismo sin liberar el fármaco y solo lo hacen al detectar células senescentes en el tumor. En modelos preclínicos de melanoma humano, esta estrategia ha reducido significativamente el tamaño de los tumores.
Estrategia ‘one-two punch’
El tratamiento combina dos pasos:
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Inducción de senescencia: administración de palbociclib, fármaco en uso clínico, que induce la senescencia de las células tumorales.
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Eliminación selectiva: las nanopartículas localizan y destruyen estas células, liberando navitoclax únicamente en ellas.
Esta estrategia no solo frena el crecimiento del tumor, sino que evita recaídas causadas por células senescentes persistentes.
Novedades y aplicaciones futuras
El estudio identifica que DPP4 se expresa de manera elevada en células tumorales senescentes de melanoma, lo que permite diseñar terapias más precisas y con menos efectos secundarios.
Los investigadores señalan que esta estrategia podría aplicarse a otros tipos de cáncer y a enfermedades relacionadas con el envejecimiento, donde la acumulación de células senescentes juega un papel importante.
Según Ramón Martínez-Máñez, director del Instituto IDM-UPV, “es un paso más hacia el desarrollo de nanomedicinas personalizadas y seguras, capaces de reconocer y atacar células dañinas de manera selectiva”.
Impacto de la investigación
Este avance marca un hito en la nanomedicina contra el cáncer, ofreciendo tratamientos más dirigidos, eficaces y con menos efectos adversos, y abre la puerta a nuevas terapias contra el melanoma y otras enfermedades asociadas a la senescencia celular.
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