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El ministro Illa avisa que «la Navidad no será normal, sino diferente y con distancia»

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El ministro de Sanidad, Salvador Illa se ha pronunciado sobre uno de los temas que más se están comentando últimamente y que tiene que ver sobre cómo se podrá celebrar la Navidad en España viendo el aumento constante de nuevos casos de coronavirus y el alto número de fallecimientos. Y sobre este tema Illa ha sido muy claro y pesimista afirmando que la celebración de la Navidad «no será normal, será diferente que otros años». En declaraciones a la cadena de radio RAC1 de Barcelona, el máximo responsable del Gobierno en la gestión sanitaria de la pandemia de coronavirus ha anunciado que la estrategia para reducir la tasas de contagios que sufre el país será la de confinamientos «contundentes pero cortos».

Pero esta no es la primera vez que Salvador Illa se pronuncia sobre la incidencia de las medidas contra la pandemia en la celebración de las navidades. El pasado martes aseguró en una entrevista en la cadena SER que si el Gobierno tuviese que tomar una decisión este mismo martes, la Navidades tendría que celebrarse «con medidas de restricción importantes». Por eso, ha fiado la decisión a la evolución del escenario en los meses de octubre y noviembre.

El titular de Sanidad también ha lanzado otro mensaje cargado de pesimismo, vaticinando que «nos quedan entre cinco y seis meses complicados» de convivencia con el coronavirus hasta que llegue la vacuna, que se espera para 2021. Una versión que dista bastante de las opiniones de expertos como el Dr. Pedro Cavadas, quien asegura que la vacuna puede tardar muchísimo más. Mientras que con los cálculos del ministro, se prevé que lleguen a finales de año o principios de 2021 los tres millones de dosis que ya están comprometidas con una gran compañía farmacéutica, que suministrará unos 30 millones de dosis a la Unión Europea.

Si esta situación se confirma, «el próximo verano tendremos una vida mucho más normal», ha augurado Illa, que ha asegurado asimismo que «no sacrificaremos ningún criterio de seguridad» en cuanto a la primera vacuna que se administre en España y que ha anunciado que un grupo de expertos ya está trabajando para determinar cómo se hará esta vacunación masiva.

Sobre la distribución de la vacuna se decidirá con criterios «de equidad y proporcionalidad» y se tendrá en cuenta especialmente a personas que están en riesgo.

En este sentido, el ministro ha señalado que «el contexto europeo es muy preocupante, el virus está entre nosotros y nos lo hemos de tomar en serio. Tenemos que tener la mentalidad de que estamos en una carrera de fondo», ha argumentado, aunque ha descartado, «a día de hoy», un confinamiento domiciliario de la población como se hizo durante la primera ola de la pandemia en marzo y abril aunque ha avisado de que en los próximos meses se deberán tomar medidas «quirúrgicas en periodos cortos» y en función de la incidencia epidemiológica de cada territorio.

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El novio de Ayuso ante el Supremo: “Pasé a ser el delincuente confeso del Reino de España. El fiscal general me había matado públicamente”

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El empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ha declarado este martes ante el Tribunal Supremo en el juicio contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado de revelación de secretos por la filtración del correo electrónico en el que su defensa admitía “dos delitos fiscales”.


“El fiscal general me había destrozado públicamente”

Visiblemente afectado, González Amador relató ante el tribunal el impacto que tuvo aquella publicación.

“Pasé a ser el delincuente confeso del Reino de España. Estaba muerto. El señor García Ortiz me había matado públicamente”,
declaró, girándose hacia el fiscal general durante su testimonio.

El empresario aseguró que, hasta la filtración, confiaba en resolver el caso “de forma discreta y con una pena asumible”, pero todo cambió “cuando el asunto saltó a la luz pública”.


De una negociación fiscal a un caso mediático

Según explicó ante el Supremo, su intención inicial era alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para cerrar el procedimiento por fraude fiscal. Sin embargo, el correo filtrado —en el que su abogado fiscalista, Carlos Neira, reconocía la existencia de “dos delitos contra la Hacienda Pública”— acabó difundido en medios de comunicación en marzo de 2024.

“Cuando vi mi expediente tributario y el correo en la prensa, llamé a mi abogado. Me dijo: ‘La presunción de inocencia se ha roto. Estamos en otra dimensión’”, ha recordado González Amador.

A partir de ese momento, según su testimonio, “todo el Gobierno comenzó a llamarle delincuente confeso”, lo que le causó “un daño irreparable” a nivel personal y profesional.


El juicio a García Ortiz y las tensiones institucionales

El juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se sigue en el Supremo tras la querella presentada por González Amador por revelación de secretos. El proceso ha vuelto a poner el foco en las tensiones entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid, así como en el papel de la Fiscalía General en casos con implicaciones políticas.

Durante la sesión, se recordaron también las declaraciones previas de altos cargos de la Comunidad de Madrid, como el jefe de Gabinete de Ayuso, que reconoció haber advertido de que “el fiscal general iría p’alante”.

 Un juicio histórico en la democracia española

El juicio a Álvaro García Ortiz, actual fiscal general del Estado, marca un hecho sin precedentes en la historia democrática española.
El proceso, que se celebra en el Tribunal Supremo, estará presidido por siete magistrados de la Sala de lo Penal, encargados de determinar si García Ortiz filtró un correo electrónico del abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, en el que se reconocía una supuesta defraudación a Hacienda.

Pese a la gravedad de la acusación, el juez Ángel Hurtado ha decidido que el fiscal general mantenga su cargo mientras dure el proceso judicial, que se prevé se alargue durante dos semanas.


El origen del caso: el correo del abogado de González Amador

Todo comenzó el 2 de febrero de 2024, cuando Carlos Neira, abogado del empresario Alberto González Amador, remitió a la Fiscalía un correo electrónico con una propuesta de pacto.
En él se reconocía la posibilidad de que su cliente hubiera cometido un delito contra la Hacienda Pública.

Durante más de un mes, el contenido de ese correo permaneció reservado. Sin embargo, el 12 de marzo de 2024, varios medios de comunicación publicaron que la pareja de Ayuso podría haber defraudado dinero al fisco.
Al día siguiente, desde la Comunidad de Madrid, el portavoz Miguel Ángel Rodríguez negó esa versión y aseguró que fue la Fiscalía la que había propuesto el pacto.
Esa misma noche, según la investigación, se habría producido la presunta filtración del correo.


La posición del fiscal general

Durante su declaración ante el Tribunal Supremo, García Ortiz negó “rotundamente” haber filtrado información confidencial.
El magistrado instructor, no obstante, considera que existen “indicios razonables” de que la filtración pudo salir de la Fiscalía.

El propio Alberto González Amador ha asegurado que la publicación del correo electrónico vulneró su derecho a la intimidad y afectó a su reputación:

“Todo eso me ha ido lastrando”, declaró ante el tribunal.


Un proceso sin retransmisión pública

Aunque se trata de un juicio inédito en España, el Tribunal Supremo ha decidido no retransmitir las sesiones en directo.
A lo largo del proceso declararán unos cuarenta testigos, entre ellos políticos, periodistas y miembros de la Guardia Civil.
El último en declarar será el propio Álvaro García Ortiz, quien sigue al frente de la Fiscalía General del Estado durante la vista.


Qué consecuencias puede tener el juicio

Si el Tribunal Supremo declarara culpable al fiscal general, la sentencia podría implicar:

  • Entre 4 y 6 años de cárcel,

  • 12 años de inhabilitación para ejercer un cargo público,

  • y una multa superior a los 400.000 euros.

Por el momento, el proceso continúa abierto, y se espera que el fallo se conozca antes de final de mes.


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