El reciente cambio de Netflix en la política de cuentas compartidas en países como España, Portugal, Nueva Zelanda y Canadá, además de varias regiones de Latinoamérica, que se ha traducido, a fin de cuentas, en una subida de precio, le ha valido el rechazo popular. Los usuarios no tardaron en manifestarse en contra de esta medida y de movilizarse para llevar a cabo una cancelación masiva de suscripciones (vease el hashtag #AdiosNetflix). Ante esta amenaza, Netflix se ha visto obligada a reinventarse y ha anunciado importantes rebajas de precios, aunque con reservas y asteriscos por medio.
No fue casualidad que Netflix iniciara su estrategia de cuentas compartidas de forma gradual y empezando por Latinoamérica en lugar de por Estados Unidos, el cual constituye su mercado más potente. Fue un método de testeo o tanteo para medir la eficacia de la medida. El resultado ha sido un fracaso estrepitoso, ya que las bajas de suscriptores se suceden incesantemente. Al igual que la fuga de anunciantes en vista del perjuicio de la imagen de la compañía.
Consciencia por parte de la cúpula de Netflix
Aun así, no puede decirse que este repudio generalizado haya pillado por sorpresa a la cúpula de Netflix. Se trata de una política trascendental en el devenir de la plataforma y en su relación con los usuarios, por lo que era un movimiento estudiado de forma exhaustiva.
En una entrevista concedida a Bloomberg, Greg Peters y Ted Sarandos, CEOs de la empresa, fueron preguntados sobre las previsiones que tenían respecto a cuánta gente accedería a pasar de un uso compartido al pago individual. Peters respondió: «Son personas que saben cómo ver Netflix. Han visto algo en Netflix y les ha gustado. Nuestro trabajo es lograr que vuelvan en un par de años. No lo conseguiremos desde el principio. Algunas personas lo comparten porque son más sensibles a los precios, están menos comprometidas o por lo que sea. Pero si ofrecemos un ‘Miércoles’ cada semana o un ‘Glass Onion’, recuperaremos a la mayoría«.
Anuncio de rebajas
No obstante, la plataforma fundada por Reed Hastings y Marc Randolph ya ha emprendido acciones de reparación orientadas a minimizar en la medida de lo posible los efectos de este revés. Desde el 13 de febrero, algunos usuarios de Latinoamérica han recibido mensajes con el título de «El mejor entretenimiento ahora tiene un precio mensual más bajo», acompañados de ofertas de descuentos en sus tarifas. Toda una declaración de intenciones para intentar no perder ascendencia en el mercado respecto a sus competidores directos. Ahora mismo Netflix es la plataforma de streaming más cara, en comparación con HBO Max, Amazon Prime Video, Disney+ o SkyShowtime.
Las rebajas anunciadas por Netflix no han sido homogéneas en ningún caso. Su magnitud o proporción varía en función de cada país. Por ejemplo, países como Bolivia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Paraguay se verán beneficiados de descuentos de hasta el 50% en el plan básico y del 40% en los otros dos planes
En el caso de España, todavía no hay noticias sobre este cambio de rumbo por parte de Netflix. El público español no parece ni mucho menos una excepción en cuanto a la tónica general de desvinculación masiva. Por lo que estas rebajas implementadas en América Latina pueden ser interpretadas como un anticipo de una política similar que vaya a ser introducida aquí. Y es que, a pesar de todo, Netflix sabe que no puede sacrificar en demasía su rentabilidad y crecimiento sostenido. Por lo que esta forma de recular podría salvaguardar la estabilidad de la compañía americana.
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