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Periodistas y fotoperiodistas guardan un minuto de silencio por los despidos en el sector
Publicado
hace 5 añosen
València, 18 dic (EFE).- Un ataúd lleno de periódicos ha simbolizado la muerte del sector comunicativo en una concentración en la que un centenar de periodistas y fotoperiodistas han guardado un minuto de silencio y han reclamado que se frene la ola de despidos en medios de comunicación y ayudas específicas a la Generalitat.
Una pancarta con el lema «Sin periodistas no hay periodismo» ha presidido la protesta, en la que se han repartido chapas con la misma frase para denunciado el «desmantelamiento del sistema comunicativo valenciana», según ha explicado a EFE la presidenta de la Unió de Periodistes Valencians, convocante de la concentración, Noa de la Torre.
En su manifiesto, que tiene el respaldo de sindicatos, comité de empresas de los medios, universidades y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), piden a las empresas periodísticas que «paren esta ola de despidos en la cual estamos otra vez metidos».
Además, aprovechan para pedir a la Generalitat un «plan de ayudas público y específico para el sector de los medios de comunicación», considerado un servicio esencial durante la pandemia.
«Consideramos que es importante que estas ayudas se vinculen al mantenimiento de los puestos de trabajo», ha incidido De la Torre, que ha agregado que están «justificadas» porque, ha dicho, son «un sector esencial: así se declaró durante la pandemia y somos un servicio público».
Según ha apuntado, es «importante salvar a las empresas en crisis que tanto han sufrido con la anterior crisis económica y que se han visto ahora también golpeada por la pandemia».
La protesta llega tras conocerse los últimos despidos en medios valencianos y medios nacionales con delegaciones en la Comunitat Valenciana, entre ellos el diario Información, El Mundo y Levante, los tres afectados por expedientes de regulación de empleo.
Desde la Unió de Periodistes han defendido que esas medidas tomadas por los medios «no» son consecuencia «de la pandemia», sino que la situación «viene de muy lejos».
Se remonta a la crisis generalizada que sufre el sector, que ha visto cómo han cerrado medios como CV Radio, Levante de Castelló y el Diari la Veu, se han producido despidos en la delegación de La Razón o se han realizado recortes de plantillas en Levante, Superdeporte y Las Provincias antes del coronavirus, han señalado.
Para la Unió de Periodistes, el papel del periodismo es fundamental ante el aumento de noticias falsas y bulos, con el consiguiente «grave perjuicio para el sistema democrático y la cohesión social».
Otro de los problemas a los que se ha enfrentado el periodismo ha sido el de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), a los que se han acogido «prácticamente todos» los medios valencianos y con situaciones «lamentables» porque mientras los periodistas salían a la calle en el confinamiento, les recortaban sus nóminas, han destacado.
También denuncian que las instituciones habían aprovechado para «restringir la cobertura informativa» y las empresas para el «desmantelamiento sistemático de las redacciones» y las prácticas conocidas como «falsos autónomos».
«Ahora hace una década asistimos al desmantelamiento del sistema financiero valenciano. Ahora, asistimos al empobrecimiento progresivo del ecosistema comunicativo valenciano», han concluido.
La concentración se ha iniciado a las 11 horas y se ha prolongado hasta mediodía en la plaza de la Virgen de València.
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
El retiro en Ruiloba y una vida nueva
Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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