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Sucesos

Piden 111 años de prisión para un hombre de Sagunto que abusó sexualmente de siete menores

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VALÈNCIA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) – Un hombre se enfrenta a una pena de 111 años de prisión por abusar sexualmente de siete menores que pertenecían a su misma congregación religiosa de Sagunt (Valencia) entre 2009 y 2016. Los niños tenían entre 8 y 14 años en el momento de los hechos y uno de ellos sufría autismo.

El hombre se ha sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valencia por cuatro delitos de agresión sexual –tres de ellos de carácter continuado– y siete delitos de abusos –tres continuados–. Ha negado cualquier tipo de abuso y ha asegurado que las víctimas eran sus «colegas» y «amigos», pese a la diferencia de edad.

La fiscal ha descrito al acusado como la persona que se presentaba ante los padres de los niños de su congregación como educador y se ofrecía a ayudar a los menores en sus estudios o a orientarles si tenían algún problema.

Los supuestos abusos y agresiones a las víctimas, según el ministerio público, tuvieron lugar tanto en la vivienda del acusado, en una localidad de Valencia, como en la casa de unos familiares suyos de Andalucía, o durante acampadas, viajes y encuentros religiosos en otras comunidades autónomas.

El acusado ha negado estos extremos. Ha explicado que su función en la congregación no era de educador, sino que era «una función normal, como cualquier otra persona», y ha insistido en que la relación con los niños era de «colegas, de amigos», a los que le gustaba ayudar. Ha negado besos y abrazos y ha puntualizado: «Algunos niños, cuando me veían, me daban un abrazo, pero yo no les tocaba».

En esta línea, ha aseverado que «en ocasiones» daba clases a algunos menores pero porque se lo pedían los padres, no porque él se ofreciera. Las mismas solía darlas en casa de los niños, o bien en el comedor o bien en la habitación. Ha dicho que a veces cerraba la puerta «porque los ruidos molestaban» pero no porque aprovechase para abusar de los menores.

También ha explicado que acompañaba a algunos niños a la piscina. En concreto, preguntado por uno de ellos que sufre autismo, ha manifestado que lo llevó porque se lo pidió su abuela. «La abuela me pidió que lo llevara a la piscina y le echara una mano», ha aseverado.

En esta ocasión, la Fiscalía describe un episodio de tocamiento pero él lo niega: «No toqué a nadie. Eso no ha sucedido», ha subrayado, al tiempo que ha aseverado que ha ido muchas veces a casa de la abuela con los menores y ha indicado que el padre de los mismos le llegó a mandar un mensaje para darle saludos de parte de los niños.

«BUENOS AMIGOS»
Una gran parte del interrogatorio de la fiscal se ha centrado en un menor al que se llevó de viaje en múltiples ocasiones. Ha indicado que cuando lo conoció tenía 13 años y su relación era de «colegas», de «buenos amigos» –él tenía 26–.

A este menor se lo llevaba con sus amigos a cenar, a pasear o a la bolera «porque él quería ir y los padres le dejaban», ha insistido. «Yo no le invitaba, él quería venir y pedía permiso a sus padres», ha dicho, y a sus amigos les parecía bien, según ha comentado.

A partir de las fallas de 2014 empezaron a quedarse a dormir juntos. Primero un fin de semana, en su casa, en su habitación «pero con varias camas», ha puntualizado. Pero ha negado que pasara nada de tipo sexual. Sí ha explicado que el menor le narraba sus experiencias con terceras personas y ha indicado que él intentaba desviar la conversación porque «no hay por qué hablar de eso».

En Semana Santa se lo llevó a una casa familiar en Sevilla durante cuatro días y durmió en una casa con él y su abuela, ha dicho. Y tampoco mantuvieron relaciones. «Eso se lo ha inventado», ha aseverado. Tras ello, se fueron juntos a un camping y durmió con él en una caravana, así como a Benidorm o a Huesca, entre otras escapadas a las que siempre se lo llevaba «pagando a medias», ha puntualizado.

Con este menor, a quien ha matizo que no consideraba su pareja, ha afirmado que empezó a distanciarse en 2016 porque una persona le alertó de que había causado problemas y había tenido un mal comportamiento.

Respecto a otro menor, con el que ha aseverado que también compartió en una ocasión un sofá-cama, ha dicho que no le escribía poemas de amor ni tampoco le consideraba su pareja ni le besaba. Con otros niños ha dicho que no se fue de viaje pero sí les dio clase en ocasiones. Tampoco les dio masajes en sus partes íntimas ni se enfadaba con ellos por rechazarle porque «esto no pasaba», ha repetido.

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Sucesos

El Juzgado de Alzira abre diligencias por la muerte de una niña de 6 años tras un tratamiento dental: los padres aseguran que presentó síntomas durante cuatro horas

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VALÈNCIA, 21 de noviembre. – El Juzgado de Instrucción de Alzira (Valencia) ha abierto diligencias previas para investigar la muerte de una niña de 6 años tras recibir un tratamiento en una clínica dental privada. La investigación se amplía ahora con el testimonio de los padres, quienes aseguran que la menor estuvo cuatro horas en observación con síntomas preocupantes antes de ser dada de alta.

Los padres denuncian que la niña estuvo cuatro horas con somnolencia, vómitos y mala respiración

Según han explicado los progenitores a su llegada al Hospital de la Ribera, la niña comenzó a mostrar somnolencia, respiración dificultosa, vómitos y falta de respuesta a estímulos poco después de la sedación administrada en la clínica dental.

A pesar de estos síntomas, afirman que el personal del centro mantuvo a la niña en observación durante cuatro horas y finalmente le dieron el alta, permitiéndoles marcharse a casa. Durante ese periodo, la menor continuaba sin mejorar.

Finalmente, los padres decidieron trasladarla al Hospital de la Ribera, donde la menor llegó en parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios intentaron reanimarla sin éxito, certificando su fallecimiento.

Investigación judicial y sanitaria en marcha

La jueza de guardia del Juzgado de la Plaza Número 5 de Alzira ha abierto diligencias previas tras recibir la comunicación de los hechos, tal y como ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Paralelamente, la Conselleria de Sanidad ha iniciado un expediente informativo y ha ordenado la suspensión cautelar de la actividad de la clínica dental mientras se esclarecen las circunstancias. El Servicio de Inspección está analizando toda la documentación clínica y, según declaraciones de la propietaria, también se está investigando “el lote de la anestesia”.

Otra niña de 4 años sigue hospitalizada

El mismo día, una segunda menor de 4 años que también había sido tratada esa mañana en la misma clínica acudió a Urgencias con fiebre, vómitos y somnolencia. Tras ser estabilizada, fue trasladada a la UCI Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de València, donde continúa ingresada.

La versión de la clínica dental

La responsable del centro ha asegurado públicamente que la niña salió “aparentemente bien” tras una sedación intravenosa, no anestesia general, realizada para extraer dientes de leche y colocar empastes. Según su versión, desconocen qué pudo pasar después.

Un caso que genera conmoción y múltiples interrogantes

La muerte de la menor y la hospitalización de otra niña han encendido todas las alarmas. Las autoridades judiciales y sanitarias trabajan para determinar si los síntomas que presentaron ambas menores guardan relación directa con el procedimiento odontológico o con los fármacos utilizados.

 

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