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Los valencianos, a la cola en la esperanza de vida con salud a partir de los 50

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Los valencianos, a la cola en la esperanza de vida con salud a partir de los 50
Dos jubilados ejercitan sus músculos y articulaciones en un aparato de gimnasia para personas mayores instalado en un parque público de la capital valenciana. EFE/Kai Försterling/Archivo

Barcelona/València, 7 nov (OFFICIAL PRESS/EFE).- La Comunitat Valenciana se encuentra en la parte baja de la clasificación de regiones con una mayor esperanza de vida con buena salud a partir de los 50 años, según el estudio que publica el Centro de Estudios Demográficos en la Universidad Autónoma de Barcelona (CED-UAB).

Esta publicación concluye que la esperanza de vida en buena salud a partir de los 50 años aumenta en las comunidades autónomas que más invierten en gasto sanitario público per cápita, con diferencias de hasta más de seis años entre las autonomías que más invierten y las que menos.

Clasificación

Señala que las CCAA que tienen una esperanza de vida en buena salud más alta son La Rioja, Baleares y Cataluña (hombres) y Navarra, Cataluña y Aragón (mujeres), mientras que por la cola se encuentran Murcia, Castilla la Mancha y Canarias (hombres) y Canarias, Murcia y Galicia (mujeres).

En estas clasificaciones la Comunitat se encuentra en el décimo tercer puesto en hombres y en undécimo (de diecisiete regiones) en mujeres.

Según el estudio, que publica la revista ‘Perspectivas Demográficas’, un gasto público de 800 euros más por persona en salud entre 2006 y 2019 se tradujo en 1,5 años más de esperanza de vida en buena salud para los hombres y en 1,2 años para las mujeres.

El trabajo ha analizado los factores socioeconómicos y sanitarios que hay detrás de las diferencias entre comunidades autónomas en la esperanza de vida sin y con enfermedad en los mayores de 50 años desde 2006 hasta 2019.

Los datos provienen de seis encuestas de salud nacionales y europeas (2006, 2009, 2012, 2014, 2017 y 2019) y los datos de mortalidad facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), junto con indicadores socioeconómicos, datos de gasto sanitario público, de servicios y recursos humanos en salud, e informaciones sobre comportamientos individuales relacionados con la salud entre 2006 y 2019.

La conclusión es que el crecimiento desigual de la esperanza de vida en buena y en mala salud a los 50 años refleja el cambio en el gasto sanitario público en las CCAA de forma que cuanto más gasto sanitario público por cápita se efectúa, mayor son los años que se viven sin enfermedad y menor los que se viven con enfermedad.

Para calcular la esperanza de vida sin y con enfermedades o afecciones crónicas, los demógrafos consideraron las condiciones de salud más prevalentes, entre las que se incluyen la hipertensión, dolor de espalda crónico, diabetes, asma, enfermedad obstructiva pulmonar crónica (EPOC), cáncer, ictus, infarto de miocardio y enfermedades del corazón.

Varios indicadores analizados mostraron una relación significativa con los años vividos con o sin enfermedad, entre ellos el PIB per cápita, la tasa de desempleo entre las personas de más de 55 años, el porcentaje de la población con educación primaria o inferior, el gasto sanitario público per cápita, el gasto hospitalario público per cápita, el gasto en atención primaria pública per cápita, el número de doctores especialistas por mil habitantes y el número de enfermeras especialistas por mil habitantes.

«Sin embargo, cuando se tienen en cuenta todos los factores regionales a la vez, el gasto sanitario público es la variable que más explica las diferencias en la esperanza de vida en buena y en mala salud tanto para hombres como para mujeres», según los investigadores.

El estudio concluye que la evolución de la esperanza de vida en buena y mala salud y la heterogeneidad regional responden a las fluctuaciones del gasto sanitario público desde 2006, marcado por los recortes que sufrió entre 2009 y 2014.

Aunque la reducción del gasto se produjo en todo el territorio español, hubo diferencias importantes entre las regiones.

«La gestión sanitaria a nivel regional tiene un impacto en la prevalencia y prevención de enfermedades de las personas de edad madura y avanzada nada desdeñable, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar políticas públicas que busquen reducir la carga de enfermedades en la población. Gastar en salud, por si alguien lo dudaba, resulta una inversión saludable», han resumido Elisenda Rentería y Pilar Zueras, investigadoras del CED-UAB y del Institute for Social and Economic Research en la Unversity of Essex (ISER-Essex) y autoras del estudio.

«Las comunidades que presentan mayores esperanzas de vida no siempre son las que muestran más años de vida en buena salud. Por ejemplo, la CCAA con una mayor esperanza de vida a los 50 años en 2019 entre los hombres es Madrid (con 33,5 años), se sitúa en séptimo lugar en la clasificación de años de vida vividos en buena salud (con 12,2 años)», puntualizan las autoras del estudio.

Esperanza de vida con buena salud y sin buena salud a partir de los 50 años en 2019 por CCAA en hombres:

CCAA Años con buena salud Años con mala salud
La Rioja       15,0       17,5
Baleares       14,8       17,9
Cataluña       14,3       18,1
Aragón       13,3       19,3
Cantabria       13,2       18,8
País Vasco       12,8       19,6
Madrid       12,7       20,8
Castilla y León       12,6       20,3
Navarra       12,2       21,2
Extremadura       11,6       19,8
Asturias       11,5       20,0
Andalucía       11,5       19,6
Comunidad Valenciana       11,2       20,5
Galicia       10,8       21,3
Canarias       10,2       21,6
Castilla-La Mancha       10,1       22,3
Murcia        9,9       21,9

Esperanza de vida con buena salud y sin buena salud a partir de los 50 años en 2019 por CCAA en mujeres:

CCAA  Años con buena salud   Años con mala salud

 

Navarra       16,9        20,9
Cataluña       15,9        21,5
Aragón       14,4        23,0
País Vasco       14,1        23,5
Castilla y León       13,7        24,2
Baleares       13,6        23,4
Cantabria       13,5        23,6
La Rioja       13,4        24,2
Andalucía       12,7        23,1
Madrid       12,4        25,6
Comunidad Valenciana       12,0        24,5
Asturias       11,1        25,5
Extremadura       10,6        26,0
Castilla-La Mancha       10,4        26,6
Galicia        9,3        28,0
Murcia        9,1        27,1
Canarias        9,1        27,2
     

Fuente: Centro de Estudios Demográficos (CED-UAB)

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Valencia

Denuncian “el colapso insostenible” de Urgencias del General de València con hasta cuatro días de espera para ingreso

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colapso hospital general denuncia
Fotografía de un paciente. Archivo/EFE/ Alberto Valdes[-

El Sindicato de Enfermería, SATSE, denuncia, un año más, la situación “crítica” que vive el servicio de Urgencias del Hospital General de València, convertido en un espacio “permanentemente desbordado” y con 42 pacientes ingresados sin habitación asignada, uno de ellos hasta cuatro días, según señala el sindicato en un comunicado.

Desde la organización sindical alertan de que este escenario no es puntual, sino que se repite de forma estructural, agravándose especialmente durante los meses de invierno, cuando aumentan las patologías respiratorias y la presión asistencial sobre el sistema sanitario público valenciano.

Pacientes hacinados en zonas no adecuadas de Urgencias

En concreto, SATSE señala que estos pacientes “se encuentran repartidos en diferentes áreas que conforman las Urgencias, en condiciones claramente inadecuadas, hacinados y viendo vulnerada su intimidad”.

La distribución actual de los pacientes ingresados sin habitación asignada es la siguiente:

  • 12 pacientes en la zona de Tratamientos

  • 9 pacientes en Observación A

  • 16 pacientes en Observación B

  • 5 pacientes en el barracón denominado Pernocta, situado en el patio central junto a las Urgencias y destinado a enfermos psiquiátricos que entran por Urgencias

El sindicato subraya que estos espacios no están diseñados para estancias prolongadas, lo que repercute directamente en la dignidad, el bienestar y la seguridad de los pacientes.

Más pacientes esperando cama en la Unidad de Hospitalización Transitoria

Además de los pacientes ubicados en Urgencias, SATSE advierte de que en la Unidad de Hospitalización Transitoria (UHT) hay 21 pacientes más ingresados también a la espera de una habitación en planta.

Esta unidad se ha ubicado recientemente en lo que anteriormente era el Hospital de Día, una medida que el sindicato considera un parche más ante un problema estructural que no se ha resuelto con el paso del tiempo.

Infecciones respiratorias y falta de recursos humanos

Al respecto, SATSE señala que el aumento de las infecciones respiratorias en la población, unido a unas infraestructuras “claramente insuficientes” y a la falta de contratación de una plantilla dimensionada a las necesidades reales, está teniendo un impacto directo y muy negativo en la calidad asistencial.

El Hospital General de València atiende a una población de más de 350.000 cartillas asignadas, una cifra que, según el sindicato, no se corresponde con los recursos humanos y materiales disponibles en el servicio de Urgencias.

Sobrecarga asistencial extrema para los profesionales

Por ello, los pacientes que deberían estar ingresados en planta “continúan ubicados físicamente en Urgencias por la falta de habitaciones disponibles”, siendo atendidos por el mismo personal del servicio.

SATSE denuncia que los profesionales “apenas pueden hacer frente a la sobrecarga asistencial extrema e inasumible”, una situación que se prolonga en el tiempo y que afecta tanto a la atención prestada como a la salud laboral del personal sanitario.

“Esta presión constante compromete gravemente la seguridad de los pacientes y sitúa a los profesionales en unos niveles de estrés gravísimos”, advierte el sindicato.

Denuncia ante la Inspección Sanitaria

SATSE recuerda que ha interpuesto una denuncia ante la Inspección Sanitaria de la Conselleria de Sanidad por “el estrés prolongado al que está sometido el personal del Servicio de Urgencias”.

El sindicato insiste en que “no se puede seguir poniendo en riesgo ni la salud de los profesionales ni el derecho de los pacientes a una atención segura, digna y de calidad”, y reclama una respuesta inmediata por parte de la administración sanitaria.

Una crisis estructural que se repite cada año

El Sindicato de Enfermería recalca que lleva años alertando a la Gerencia del hospital y a la Conselleria de Sanidad de esta crisis estructural que se repite año tras año sin solución.

Aunque el colapso se produce durante los doce meses del año, SATSE señala que la situación se agrava especialmente en invierno, coincidiendo con el aumento de casos de gripe, covid y otras patologías respiratorias.

SATSE exige medidas inmediatas y efectivas

Ante esta situación “límite”, el Sindicato de Enfermería exige medidas inmediatas y efectivas, comenzando por:

  • El refuerzo urgente de las plantillas

  • La adecuación de los espacios asistenciales

  • Una planificación realista para afrontar los meses de mayor presión asistencial

“La sanidad pública no puede seguir funcionando a base de parches mientras el colapso se cronifica”, concluye SATSE, que reclama soluciones estructurales para garantizar una atención sanitaria segura y de calidad en el Hospital General de València.

 

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