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«Sorolla en negro», la otra manera de ver al pintor

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"Sorolla en negro", la otra manera de ver al pintor

València, 4 may (EFE).- El pintor valenciano Joaquín Sorolla vive asociado en el imaginario colectivo a la luz y al color, pero tuvo también un «lado oscuro», en el que el negro se convierte en el protagonista de sus obras.

Es precisamente esa faceta del artista la que se muestra en la exposición «Sorolla en negro», que acoge la Fundación Bancaja de València hasta el 10 de septiembre en el marco del Año Sorolla, y en la que se invita a mirar al pintor «de otra manera».

«Sorolla en negro», la otra manera de ver al pintor

A través de un centenar de obras, once de ellas nunca expuestas al público y otras 16 que pueden verse por primera vez en València, se presenta «otro Sorolla, aunque no otro Sorolla diferente», pues es también «muy luminoso», según el comisario de la exposición, Carlos Reyero.

«Los negros de Sorolla tiene múltiples matices, son muy luminosos y utilizan los contrastes», ha afirmado Reyero, durante la presentación de la muestra, que llega a València, mucho más ampliada, tras haber sido expuesta en el Museo Sorolla de Madrid en 2022.

UNA CONTRADICCIÓN QUE NO LO ES TANTO

La oscuridad sorprende al visitante nada más entrar en la sala. De unas paredes prácticamente negras cuelgan numerosas obras del pintor, en su mayoría retratos, en las que el negro es el claro protagonista.

Una vez superada la impresión inicial, se puede comprobar cómo en la paleta de Sorolla «caben muchos negros», tal y como ha destacado el director del Museo Sorolla, Enrique Varela, y cómo a través de este color el pintor es capaz de lograr contrastes intensos y también una gran luminosidad.

La idea de la exposición (Sorolla en negro) es presentar la contradicción entre la asociación que se hace de este pintor con la luz, el color y la luminosidad, y la realidad de un artista que ha empleado también el color negro a lo largo de toda su vida, en todo tipo de obras, ha señalado a EFE Reyero.

El uso del negro en Sorolla arranca de la tradición pictórica española (de su conocimiento de pintores como Velázquez, el Greco o Goya) para convertirse en un elemento de expresividad, sugerir estados poéticos y anímicos, y reinterpretarse como un color que traduce la modernidad de su tiempo y su sobria elegancia.

UNA EXPOSICÓN EN CUATRO FASES

La exposición realiza un recorrido por cuatro bloques temáticos centrados en los acordes cromáticos de negros y grises en el retrato; el simbolismo y significado de las tonalidades oscuras que impregnan el contexto social de la época; el valor del negro como fuente de contraste y medio para potenciar la luz y el color; y el empleo de la monocromía.

Entre las obras expuestas, procedentes de un amplio elenco de instituciones públicas y privadas, podrán verse por primera vez los retratos de María Clotilde; Nemesio Camino Zubelzu; el conde de Albox; Carlos Urcola, Pilar de la Bastida a los 15 años y como marquesa de Moret; Francisco Pons Arnau; el conde de Casal y la condesa de Casal, junto con «Estudio para Comiendo en la barca» y «En la barca».

Otras 16 obras se exponen por primera vez en València, entre ellas «La Regencia», una imponente obra que muestra al rey Alfonso XIII y a su madre, María Cristina, perteneciente al ministerio de Asuntos Exteriores, según ha explicado el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón.

Junto a los lienzos, datados entre 1887 y 1920, se exponen otros materiales artísticos y documentales, como fotografías, notas de color, un álbum de estampas japonesas y una paleta del pintor.

El comisario ha precisado que la intención de presentar algunas fotografías de las obras de Sorolla de la época, todas ellas en blanco y negro, es mostrar «cómo se ha conocido la pintura de Sorolla»: a través del blanco y negro o de una gama de grises o azules.

Eso, a su juicio, «ha determinado la luminosidad porque una foto en blanco y negro es, en ocasiones, más intensamente luminosa que una en color».

«Sorolla en negro» forma parte del programa oficial de la conmemoración en 2023 del centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla, y con ella la Fundación Bancaja inicia su programación en el marco del Año Sorolla.

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Cultura

Muere Robe Iniesta a los 63 años, alma eterna de Extremoduro

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Robe Iniesta Extremoduro
Robe Iniesta de Extremoduro

El mundo de la música ha perdido a Robe Iniesta, que ha muerto a los 63 años, según han confirmado fuentes cercanas al entorno del artista. Su fallecimiento supone un golpe emocional para la cultura española, ya que el compositor y vocalista cacereño, fundador de Extremoduro, era una de las figuras más influyentes y reconocidas del rock en español. Millones de oyentes lo consideran una voz imprescindible para entender la libertad creativa de los años 90 y 2000.

El legado de un genio que transformó el rock en español

Robe, natural de Plasencia, revolucionó la música desde principios de los años 90 con un estilo visceral, poético y transgresor que convirtió a Extremoduro en un fenómeno generacional. La banda consiguió conectar con jóvenes y adultos de toda España gracias a unas letras descarnadas, cargadas de realidad, amor, rebeldía y un profundo sentido vital.

Álbumes como Somos unos animales, Deltoya, Agila o La ley innata marcaron a varias generaciones y consolidaron a la banda como una referencia imprescindible en la historia cultural del país. Estas obras no solo fueron éxitos musicales, sino que redefinieron la manera de escribir canciones en castellano, fusionando rock urbano, poesía, marginalidad y emociones a flor de piel.

Una carrera en solitario sin perder su esencia

Durante los últimos años, el músico había desarrollado una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y una escritura más introspectiva, sin perder la autenticidad que siempre lo caracterizó. Robe Iniesta se mantuvo fiel a su espíritu creativo, rechazando modas, preservando el misticismo de su figura y demostrando que su obra no dependía únicamente de la nostalgia. Su música seguía siendo libre, intensa y profundamente humana.

Un impacto emocional que se extiende por toda España

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en el panorama musical y en miles de seguidores que crecieron con sus canciones y su forma única de entender el arte. Redes sociales, compañeros de profesión, periodistas culturales, artistas emergentes y fans de toda España han comenzado a despedirlo con mensajes de admiración y gratitud por una obra que ya forma parte de la memoria colectiva.

El público recuerda conciertos inolvidables, recitales de poesía improvisada, entrevistas enigmáticas, silencios prolongados y una personalidad que rehuía la fama, pero abrazaba la libertad. Cada canción sigue siendo un territorio emocional donde generaciones enteras han encontrado acompañamiento en sus momentos de euforia, rebeldía, dolor o búsqueda personal.

Un artista irrepetible con una obra eterna

Robe se marcha, pero deja una huella imborrable: versos que desbordaban vida, libertad y crudeza; una manera de hacer música que rompió moldes; y una voz que seguirá acompañando a quienes encontraron en sus canciones un refugio, una herida o un camino. Extremoduro no solo fue un grupo: fue un lenguaje, una actitud, un espejo de la realidad de miles de jóvenes que encontraron en sus letras una forma de entender el mundo.

Muchos expertos musicales coinciden en señalar que Robe Iniesta es uno de los últimos grandes poetas del rock español, comparable con referentes literarios en cuanto a su capacidad de generar una comunidad emocional alrededor de sus palabras. Su influencia continúa viva en nuevas generaciones de músicos y escritores que recogieron su audacia artística y su forma de convertir la vida cotidiana en poesía eléctrica.

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