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Cultura

‘Tino Casal, un renacentista de los 80’, por @rosalom

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Rosa Salom

Rosa Salom

@rosalom

Si etiquetáramos a Tino Casal solamente como cantante de pop-rock, nos quedaríamos cortos, sin ninguna duda. Casal fue mucho más que eso. Además de componer canciones, pintaba, ejercía de diseñador gráfico y de productor musical. El artista asturiano habría cumplido este mes de febrero 67 años. Se fue con 41.

A finales de 2016, coincidiendo con el 25 aniversario de su muerte en un accidente de tráfico, el Museo del Traje de Madrid le rendía un homenaje en forma de exposición que, debido al éxito de asistencia, ha tenido que prorrogarse un mes más… ¡Bravo! Seguirá abierta al público hasta el próximo 19 de marzo (y es gratuita).

La muestra va mucho más allá de mostrar el extenso armario que lució Tino Casal durante los ochenta. Los fans saben bien que ninguna de sus prendas se libraba de ser customizada con flecos, tachuelas,  pedrería… Y por supuesto, el cantante asturiano, rey del glam en toda regla, no era de reservar los looks excesivos y provocadores solo para sus actuaciones. Salía a la calle maquillado, peinado con sus respectivo tupé o cardado y vestido igual que en sus conciertos. “Me miran de arriba abajo. A la gente le da envidia cómo me visto”, aseguraba el cantante. Así figura en una de las citas que se recogen en esta exposición.

Más allá de su estilo único, a este protagonista activo de la Movida madrileña, autor de canciones míticas (Embrujada, Eloise, Champú de huevo, Oro negro o Bailar hasta morir, entre otros grandes éxitos) poco se le conocen sus otras facetas. Por ejemplo, que fue productor musical de grupos como Obús y que pintaba unos cuadros maravillosos en compañía de Fabio McNamara. Menos mal que gracias a esta exposición han salido a la luz.

Casal, el artista que no quería pecar de presumido, llegó a reconocer que “en ocasiones había ido demasiado deprisa y ni la industria ni el público le habían entendido”. Ese público que, a día de hoy, se conoce al detalle los estribillos de sus grandes éxitos, patrimonio destacado de la historia de la música española.

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Cultura

¿Sabes cuál es el patrimonio de la ciudad de Valencia en millones de euros?

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patrimonio ciudad de Valencia
¿Sabes cuál es el patrimonio de la ciudad de Valencia?-Foto: VISIT VALENCIA

A más de 3.700 millones de euros asciende el importe total del patrimonio municipal de la ciudad de Valencia. Concretamente: 3.700.293.921,35 €. La Comisión de Patrimonio ha dado el visto bueno este martes al Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación a fecha 31 de diciembre de 2022, que será aprobado definitivamente en la próxima sesión plenaria del mes de mayo. Se trata de una fotografía detallada del patrimonio que atesora el Ayuntamiento de Valencia, desde monumentos y edificios de un valor incalculable como las Torres de Serrans, la Llotja de la Seda o las Torres de Quart, por ejemplo, hasta parajes como la Dehesa y el real lago de l’Albufera, la colección de pesas y medidas donadas por el conde de Trénor, los Silos de Burjassot o la ermita de Sant Jordi en el término de El Puig.

El inventario municipal es un documento vivo que sufre cambios a través de las altas, las bajas o las modificaciones de los bienes. Tal como marca el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, el Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022. Para ello, el Servicio de Patrimonio cuenta con una potente aplicación informática: SIGESPA. El Sistema de Gestión Patrimonial se implantó en 1997 y permite instruir con celeridad y eficacia todos los expedientes administrativos vinculados con las variaciones del inventario. Hay que tener en cuenta que los 4.382 bienes inmuebles municipales suponen aproximadamente el 94,32% del valor total de patrimonio del Ayuntamiento de València.

El inventario municipal está distribuido en ocho epígrafes. Los más destacados son los que se corresponden con los inmuebles, los muebles históricos o de considerable valor económico, los vehículos y los 18 caballos de la Policía Local.

Bienes inmuebles

El listado de los bienes inmuebles municipales está encabezado por la Llotja de la Seda, las Torres de Serrans y las de Quart, la Casa Consistorial, el Cementerio General y la Dehesa del Saler. En este apartado se incluyen también parques urbanos, jardines, edificios públicos, mercados, cementerios, fuentes y todo tipo de parcelas municipales. El valor global a 31 de diciembre de 2022 supera los 3.490 millones de euros.

Aunque la legislación actual obliga a indicar “el valor que correspondería en venta al inmueble” es evidente que los monumentos históricos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) son edificios únicos e insustituibles, están fuera de mercado y no se pueden poner a la venta. Así sucede, por ejemplo, con la Llotja de la Seda y las Torres de Serrans y de Quart, que fueron declarados “monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional” por el gobierno español en junio de 1931.

Entre los parajes que figuran en el inventario destacan, sin duda, las 778 hectáreas del monte de la Dehesa del Saler y las 2.964 hectáreas del real lago de l’Albufera. Desde el punto de vista medioambiental e histórico tienen un valor, literalmente, incalculable.

Inventario municipal de 1925

El primer inventario municipal elaborado por el Ayuntamiento data del 31 de diciembre de 1925, en la época de Luis Oliag como alcalde de la ciudad. El valor del patrimonio municipal de hace un siglo era de poco más de 38 millones de pesetas. Para hacerse una idea del coste de la vida en 1925, una consulta a la prensa valenciana en la Hemeroteca Municipal nos revela que el precio de la entrada de butaca para disfrutar de una zarzuela en el teatro Apolo, en la Nochevieja de 1925, era de tres pesetas.

Los esforzados funcionarios que elaboraron el primer inventario municipal en 1925 se encontraron con muchas dificultades técnicas y lamentaron no haber anotado la colección de cuadros existentes en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer y no haber valorado tampoco la colección conquiliológica municipal, entre otros elementos. Eso sí, le otorgaron un valor económico a inmuebles como la Llotja de la Seda (dos millones de pesetas), Torres de Serranos (500.000 ptas.); Palacio Municipal (450.000 ptas.); Cementerio General (300.000 ptas.); Torres de Quart (200.000 ptas.) o El Almudín (150.000 ptas.).  Se trata, en definitiva, de una muestra del patrimonio municipal de València, tanto histórico como artístico, que no tiene precio para los vecinos y vecinas de la ciudad.

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