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Condenado un responsable del Valencia CF por una imprudencia médica con un canterano de 12 años

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VALENCIA CF

Madrid, 3 jul (OFFICIAL PRESS-EFE).- El Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado por un delito de lesiones imprudentes a un enfermero del Valencia CF por mala praxis en el tratamiento farmacológico que dispensó a un niño de 12 años cuando enfermó en un torneo de fútbol infantil en Egipto, en agosto de 2019, lo que le provocó una perforación en el duodeno.

En una sentencia, el magistrado José Manuel Clemente Fernandez-Prieto impone al condenado, José Joaquín de los Santos Cifre, el pago de un mes de multa con una cuota de 10 euros al día (300 euros) y de una indemnización al menor de casi 20.000 euros debido a las lesiones causadas.

De dicha cantidad se considera responsable civil subsidiario al Valencia CF y como responsable civil directa a la aseguradora Zurich.

Absuelve al director técnico de la Academia del Valencia CF

La sentencia absuelve al otro acusado, el director técnico de la Academia del Valencia CF, Marcos Otero López, quien también viajaba en la expedición como máximo responsable, del delito de lesiones imprudentes del que estaba acusado.

Según el relato de hechos probados, la enfermedad sufrida por el menor en el viaje, realizado del 24 al 31 de agosto a Egipto, fue tratada con antiinflamatorios, ibuprofeno y loperamida, lo que le provocó una úlcera duodenal que precisó de intervención quirúrgica e ingreso en la UCI pediátrica a su llegada a España.

“El resultado lesivo -dice el fallo- queda plenamente acreditado del parte médico de asistencia emitido por el hospital La Fe de Valencia y por los informes periciales emitidos por el médico forense y los peritos de la acusación y defensa, que dejan constancia de que el menor sufrió una perforación del duodeno de la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente”.

La imprudencia médica del Valencia CF con un canterano

Una imprudencia, añade la sentencia, “que en el presente caso viene determinada por el suministro con 400 miligramos de ibuprofeno que cada 5 horas se le dio a Alex M., que tenía 12 años de edad, como tratamiento de lo que se pensaba era una simple gastroenteritis”.

El juez explica que el conjunto de la prueba testifical deja plena constancia de que el enfermero condenado falta a la verdad cuando sostiene que solo proporcionó una pastilla de ibuprofeno al menor.

En todo caso, apunta, “dejar al menor con las pastillas de ibuprofeno y no retirárselas constituiría igualmente una clara imprudencia por omisión por parte del sanitario que permitiría que el menor tomara medicación inadecuada”.

Tras analizar las circunstancias concretas, el magistrado considera que se trata de una imprudencia menos grave debido a la estancia en un país sanitariamente deprimido.

También tiene en cuenta que había varios miembros de la expedición con gastroenteritis, que se desconocía que tuviera salmonelosis -como después de comprobó- y que se trataba de un viaje corto de una semana y que los primeros síntomas no se presentaron hasta el quinto día.

Respecto del otro acusado, el magistrado indica que no se ha practicado prueba que determine su participación en las lesiones del menor, pues nunca le proporcionó medicación ni tiene la formación sanitaria que le permita valorar el estado del paciente.

“No existía dato alguno que permitiera a un profano como es este acusado conocer las dolencias que pudiera sufrir” el menor, “cuando multitud de integrantes de las distintas expediciones deportivas presentaban dolencias similares”, concluye el magistrado.

Precisa, además, que la función de garante de este acusado se relativiza, pues es obvio que no tenía secuestrado al menor, por lo que los padres -que estaban en Egipto alojados en otro hotel- que “veían como estaba su hijo físicamente bien podrían haberle llevado a un médico o a un hospital, o regresado con él a España, lo que no hicieron, y sin embargo eso mismo es lo que ahora parece censurarse al acusado y por ello se le imputa un delito de lesiones imprudentes por omisión”.

En el juicio, celebrado el pasado 23 de junio en la Audiencia Nacional al haberse producido estos hechos fuera de España, la madre del menor relató la «pesadilla» que vivieron cuando el niño empezó a tener diarrea y vómitos y no le dejaron llevarle al hospital.

Tras acudir a visitarle fueron disuadidos de llevarle al médico con el argumento de que debía ser un virus porque había otros niños igual, finalmente a su vuelta a Valencia le llevaron al hospital La Fe y allí tuvo que ser intervenido de urgencia.

En total precisó de 85 días para su curación y le quedaron como secuelas una cicatriz a nivel abdominal, derivada de una laparotomía.

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Último adiós a Diogo Jota y André Silva en Gondomar: un funeral multitudinario marcado por el dolor y la emoción

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Funeral Diogo Jota

La localidad portuguesa de Gondomar ha vivido una jornada de inmensa tristeza con el funeral de los hermanos Diogo Jota y André Silva, fallecidos trágicamente el pasado 3 de julio en un accidente de tráfico en la provincia de Zamora. Familiares, amigos y compañeros del mundo del fútbol han acompañado a Joaquim e Isabel, los padres de los jóvenes, en uno de los días más duros de sus vidas.


Una ceremonia emotiva en el corazón de Gondomar

La Igreja Matriz de Gondomar fue el escenario de una ceremonia íntima pero multitudinaria que comenzó a las 10 de la mañana. La iglesia, anexa a la Capela da Ressurreição, permaneció abierta desde la tarde del viernes para permitir que allegados, vecinos y personalidades pudieran despedirse de los hermanos. La conmoción era evidente entre los asistentes, y muchos no pudieron contener las lágrimas ante la magnitud de la tragedia.

Entre los presentes, destacó la asistencia del presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien quiso mostrar personalmente su apoyo a la familia de los fallecidos, en especial a Rute Cardoso, esposa de Diogo Jota y madre de sus tres hijos, visiblemente devastada.


El mundo del fútbol, unido en el dolor

La dimensión de la pérdida se reflejó también en la presencia de numerosos compañeros de equipo y selección de Diogo Jota. El Liverpool F.C. fletó un avión privado para que la plantilla pudiera estar en el funeral. Uno de los más emocionados fue el capitán Virgil Van Dijk, quien portó una corona de flores con la camiseta del jugador fallecido y aseguró que «siempre estará ahí» para la familia.

Otros futbolistas como João Félix, Bernardo Silva, Bruno Fernandes, João Cancelo, Rúben Neves, Danilo Pereira y Ricardo Carvalho también acudieron a la ceremonia para rendir homenaje a los hermanos, muy queridos en el vestuario y en su tierra natal.


Un gesto del Liverpool y un contrato que no se romperá

En medio del dolor, un gesto ha conmovido al entorno de Jota: según el medio portugués Record, el Liverpool ha decidido pagar a su familia los dos años restantes de contrato, en un claro ejemplo de compromiso humano más allá del deporte. El club inglés se ha volcado con la familia desde el primer momento, ofreciendo apoyo emocional, logístico y económico.


Rute Cardoso, el rostro de la tragedia

Una de las imágenes más impactantes del funeral fue la de Rute Cardoso, la viuda de Diogo Jota. Apenas once días antes del accidente, la pareja había celebrado su boda, en un acto íntimo junto a sus tres hijos. Rute se mostró desolada, sin separarse del féretro en ningún momento, abrazada a su hermana y con una fotografía de su marido entre las manos, símbolo de un amor que ahora queda marcado por la tragedia.


Gondomar, un pueblo roto por la pérdida

Gondomar, localidad ubicada a las afueras de Oporto, está completamente volcada con la familia. Durante todo el fin de semana, cientos de vecinos han rendido homenaje a los hermanos fallecidos con minutos de silencio, altares improvisados y ofrendas florales, en un gesto colectivo de dolor y solidaridad.

Un trágico accidente que conmocionó a dos países

Diogo Jota, delantero del Liverpool y de la selección portuguesa, y su hermano André Silva, fallecieron al sufrir un accidente mientras viajaban a bordo de un Lamborghini Huracán en la madrugada del 3 de julio, cuando regresaban de una escapada privada. La noticia conmocionó tanto a Portugal como a España, donde se produjo el siniestro, especialmente en la localidad zamorana de Puebla de Sanabria, donde fueron velados inicialmente.

Diogo Jota viajaba hacia Santander por motivos médicos

Medios portugueses y británicos han confirmado que Diogo Jota y su hermano viajaban en coche hacia Santander, desde donde planeaban tomar un ferry hacia el Reino Unido. El futbolista se había sometido recientemente a una pequeña operación pulmonar, y los médicos le recomendaron no volar en avión, de ahí el viaje por carretera.

El jugador, una de las piezas clave del Liverpool de Jürgen Klopp en los últimos años, se había casado el pasado 22 de junio con su pareja de toda la vida, Rute Cardoso, madre de sus tres hijos. En su perfil de Instagram compartió fotos del enlace con el mensaje: “Sí, para siempre”.

André Silva, una promesa del fútbol portugués

André Silva, hermano menor de Diogo, jugaba actualmente en el Futebol Clube Penafiel, equipo de la segunda división portuguesa. Ambos compartían una pasión inquebrantable por el fútbol, y su fallecimiento ha dejado una profunda huella en sus compañeros, entrenadores y aficionados.

Vídeo impactante: Un camionero grabó el Lamborghini de Diogo Jota en llamas tras el accidente mortal

Vídeo impactante: Un camionero grabó el Lamborghini de Diogo Jota en llamas tras el accidente mortal

 

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