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Salud y Bienestar

Tercer caso de VIH que se cura en el mundo tras un trasplante de células madre

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Un paciente de Düsseldorf (Alemania) se ha convertido en el tercer caso del mundo confirmado de curación de VIH tras recibir un trasplante de células madre para tratar una leucemia,

Un estudio científico confirma que no hay rastros de partículas virales en el ‘paciente de Düsseldorf’, un hombre que, tras recibir un trasplante de células madre para tratar una leucemia, interrumpió de forma supervisada el tratamiento antirretroviral contra el VIH y, cuatro años después, se mantiene sin virus en el organismo, según publica Nature Medicine. En el trabajo ha participado el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa.

El tercer caso de curación de la infección por el VIH en el mundo ha sido presentado hoy por el consorcio IciStem, coordinado por IrsiCaixa. Se trata de un hombre al que se le retiró el tratamiento antirretroviral contra el VIH de forma supervisada tras someterse a un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide. Cuatro años después, el virus no ha reaparecido.

Según el artículo, publicado en la revista Nature Medicine, se ha podido constatar la ausencia de partículas virales y de respuesta inmunitaria contra el virus en el cuerpo del paciente, a pesar de no recibir tratamiento durante cuatro años, evidencias que permiten al equipo científico considerar que el caso del paciente de Düsseldorf es un caso nuevo de curación.

El estudio lo ha llevado adelante el consorcio internacional IciStem, coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, en colaboración con el University Medical Center de Utrecht (Países Bajos).

«Junto a un excelente equipo de profesionales de todo el mundo llevamos nueve años estudiando estos casos excepcionales en los que, gracias a una estrategia terapéutica, el virus queda totalmente eliminado del cuerpo», explica Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa y coautor del artículo. «Queremos entender detalladamente cada paso del proceso de curación para poder diseñar estrategias que sean replicables a toda la población», añade.

Una historia de superación

En 2008, un equipo médico de Düsseldorf (Alemania) diagnosticó la infección por el VIH a una persona que, más adelante, sería conocida como ‘el paciente de Düsseldorf’, por su singularidad. Tras el diagnóstico, el paciente inició el tratamiento antirretroviral, que le permitió controlar la infección y reducir la cantidad de virus hasta niveles indetectables en la sangre.

Cuatro años más tarde, en el 2012, sufrió una leucemia, es decir, un cáncer en las células del sistema inmunitario, por lo que tuvieron que realizarle un trasplante de células madre. En estos casos tan singulares se busca a una persona donante de células madre que tenga la mutación CCR5Δ32. Esta alteración genética hace que no se produzca una de las puertas de entrada del VIH en las células y, por tanto, dificulta la infección.

«Que coincidan todos estos factores es muy complicado: solo un 1 % de la población tiene esta mutación y, además, es necesario que sea un donante compatible a nivel sanguíneo para evitar el rechazo del trasplante», señala María Salgado, investigadora IGTP en IrsiCaixa y coautora del estudio.

Cuando dejó de tomar el tratamiento antirretroviral, le hicimos un seguimiento durante 44 meses y no detectamos ningún rastro de virus en el cuerpo del paciente

María Salgado

En el caso del paciente de Düsseldorf, una mujer permitió que todas las piezas encajaran. Más de cinco años después del trasplante, y habiendo pasado por dos recaídas de la leucemia y varias complicaciones, el paciente se estabilizó. A partir de ahí, el equipo investigador consensuó retirarle el tratamiento antirretroviral contra el VIH. A día de hoy, el paciente de Düsseldorf tiene 53 años y está en buen estado de salud.

«Cuando dejó de tomar el tratamiento, le hicimos un seguimiento durante 44 meses y no detectamos ningún rastro de virus en la sangre ni en los tejidos del paciente”, destaca Salgado. «Tampoco hemos visto ninguna respuesta inmunitaria característica de un rebrote viral. Sus defensas no están activadas contra el VIH porque no tienen que defenderse contra el virus», detalla.

Todos estos datos permiten al equipo científico afirmar que la persona se ha curado de la infección por el VIH.

El mapa de la curación del VIH

La confirmación de la curación de los pacientes de Berlín y Londres preceden a la del de Düsseldorf. Aunque son los tres únicos casos en los que se puede hablar de curación, ya se ha presentado en conferencias científicas la remisión del VIH de otros dos pacientes, el de Nueva York, y el del Hospital City of Hope situado en Duarte, en EEUU.

«Ninguno de ellos tiene unas características inmunitarias especiales que les permitan controlar la infección por el VIH de forma espontánea, sino que el virus se ha eliminado del cuerpo como resultado de una intervención médica. Esto diferencia estos casos de erradicación de los de curación funcional en controladores de élite o post-tratamiento conseguidos hasta ahora, en los que el propio cuerpo de las personas tenía factores especiales que les permitían controlar el virus», especifica Salgado.

El paciente de Düsseldorf es, pues, una tercera prueba de concepto que demuestra que existe la posibilidad de curar el VIH y enciende, de nuevo, la esperanza del mundo científico que se dedica a luchar contra este virus. Sin embargo, esta estrategia es muy agresiva y no es escalable al resto de la población.

El trasplante de células madre únicamente se aplica a personas que sufren una enfermedad hematológica y no tienen alternativa terapéutica. En el caso de las personas con VIH, sí existe una alternativa, y es el tratamiento antirretroviral.

«Una posible estrategia con la que ya se está trabajando es introducir la mutación CCR5Δ32 mediante terapia génica para conseguir la curación del VIH sin tener que pasar por un trasplante», concluye Martínez-Picado.

Referencia:

B.E.O. Jensen et al. «In-depth virological and immunological characterization of HIV-1 cure after CCR5Δ32/Δ32 allogeneic hematopoietic stem cell transplantation«. Nature Medicine (2023)

Fuente:

IrsiCaixa
Derechos: Creative Commons.

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¿Es bueno para la salud congelar el pan?

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¿Es bueno para la salud congelar el pan?
¿Es bueno para la salud congelar el pan?-PIXABAY

La práctica de congelar el pan es común en muchos hogares como una forma de preservar la frescura y reducir el desperdicio de alimentos. Pero, ¿es realmente saludable congelar el pan? Vamos a explorar las opiniones de expertos para entender mejor los efectos de esta práctica en la salud y la calidad del pan.

Beneficios de congelar el pan

  1. Conservación de nutrientes y sabor: Según la dietista registrada Rachel Paul, congelar el pan puede ayudar a mantener sus nutrientes y sabor por más tiempo. El proceso de congelación detiene el crecimiento de moho y la degradación del pan, permitiendo que se conserve mejor que a temperatura ambiente .
  2. Reducción del desperdicio alimentario: La congelación es una forma efectiva de evitar que el pan se desperdicie. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el desperdicio de alimentos es un problema significativo a nivel global, y congelar alimentos como el pan puede contribuir a reducir este problema .

Efectos en la calidad del pan

  1. Textura y frescura: La congelación puede alterar la textura del pan, pero si se hace correctamente, estos cambios pueden ser mínimos. Según la panadera profesional Elizabeth Yetter, la clave está en congelar el pan lo más fresco posible y en rebanadas, lo que facilita su descongelación y minimiza los cambios en la textura .
  2. Descongelación adecuada: Es importante descongelar el pan de manera adecuada para mantener su calidad. La dietista registrada Kristen Carli recomienda sacar el pan del congelador y dejarlo descongelar a temperatura ambiente o calentarlo ligeramente en el horno. Esto ayuda a preservar la textura crujiente y el sabor del pan .

Consideraciones sobre la salud

  1. Preservación de la frescura: Congelar el pan puede ser especialmente útil para las personas que no consumen pan rápidamente. Al mantener el pan congelado, se evita la formación de moho y el deterioro, lo que puede ser beneficioso para la salud al prevenir el consumo de pan en mal estado .
  2. Impacto en los nutrientes: Según la nutricionista Cynthia Sass, la congelación no tiene un impacto significativo en el valor nutricional del pan. Los nutrientes se mantienen estables durante el proceso de congelación y descongelación, lo que significa que el pan seguirá siendo una fuente de carbohidratos, fibra y otros nutrientes esenciales .

Recomendaciones para congelar el pan

Para congelar el pan de manera efectiva y mantener su calidad, los expertos recomiendan seguir estos pasos:

  1. Congelar el pan fresco: Congelar el pan lo más fresco posible ayuda a mantener su sabor y textura.
  2. Rebanar antes de congelar: Esto facilita la descongelación y permite sacar solo las porciones necesarias.
  3. Usar bolsas herméticas: Almacenar el pan en bolsas herméticas o envolturas plásticas ayuda a prevenir la formación de cristales de hielo y la pérdida de humedad.
  4. Descongelar adecuadamente: Dejar el pan descongelar a temperatura ambiente o calentar ligeramente en el horno mejora su textura y sabor.

En resumen, congelar el pan es una práctica saludable y efectiva para conservar su frescura y nutrientes, siempre y cuando se realice de manera adecuada. Esta técnica no solo ayuda a reducir el desperdicio de alimentos, sino que también asegura que el pan esté en condiciones óptimas para el consumo.

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