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‘Corrupción: Cautivo y desarmado el pueblo valenciano…’, por @frandisiz
Publicado
hace 9 añosen
De
Paco Ferrandis
La flamante Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat (al cuadrado), pagó la novatada al pinchar el globo-sonda lanzado por ella misma sobre la posible revisión del copago farmacéutico. Presente en el Gobierno de Mariano Rajoy como cuota catalana en su seno (hay que efectuar gestos de cariño hacia los hoscos catalanes independentistas), la bisoñez de la Dolors aún hace más sangrante la ausencia total de ministros valencianos en dicho Gobierno, e incluso en el segundo escalón de la Administración del Estado, tras la defenestración del anterior Ministro de Asuntos Exteriores, el (medio) valenciano José Manuel García Margallo, así como de la Secretaria de Estado Susana Camarero (precisamente en el Ministerio de Sanidad).
Destacados periodistas catalogados de derechas, como Francisco Marhuenda (director de La Razón), Antonio Martín Beaumont (director de ESdiario) y Antonio Jiménez (presentador de El Cascabel en 13TV), habían mostrado su extrañeza y repulsa a ese cordón sanitario impuesto por el PP de Madrid al PP valenciano, y que se extendía a la falta de protagonismo de este último en la organización del próximo Congreso del PP, que tendrá lugar en el mes de febrero.
Aunque no explicitado, este desarme del ya exiguo poder valenciano en Madrid se justifica por la corrupción atribuida a la sección valenciana del PP. En el pasado ya se demostró la relación entre la (presunta, aunque mediática) corrupción valenciana y el alejamiento del poder central de los líderes de la derecha valenciana. El periodista cántabro Fernando Jaúregui cuenta un episodio significativo en su libro Historia vivida de España (Memorias y biografías):
“Claro que había nombramientos que yo no lograba entender (o sí…), como el de la titular de Sanidad, Ana Mato, que fue a parar a la cartera que en principio parecía destinada a Esteban González Pons: alguna maniobra orquestal en la oscuridad, de esas que siempre se producen desde los «aparatos» ante una formación de Gobierno o en los entresijos de las crisis ministeriales, propició que a González Pons un periódico le relacionase de manera no muy justificada, casualmente en aquellos días en los que se tejía el nuevo elenco ministerial, con los manejos de Urdangarín en la Comunidad Valenciana en el marco del «caso Noos».”
En ¡Es el cambio, estúpido! España en la segunda transición, de Fernando Jáuregui y Federico Quevedo, se concretan un poco más los protagonistas de este rocambolesco no-nombramiento:
“Según Jáuregui, cuando Rajoy formó el Gobierno tenía casi decidido otorgar el Ministerio de Sanidad a Esteban González Pons; pero aparecieron esos días inoportunas informaciones en El Mundo, relacionando indirectamente a Pons con el caso Nóos, y allí acabó la nonata carrera ministerial del valenciano, hoy eurodiputado. ¿Quién y por qué filtró esos días la información sobre González Pons que llevó a Mato al Ministerio? Jáuregui y Pons, y muchos otros como Pons en el PP, creían saberlo. Más miserias de la política” (y de la prensa, habría que añadir).
La desaparición en la escena política española de los líderes del PP valenciano -que ha tenido su corolario dramático con la muerte física, real, de Rita Barberá-, se puede rastrear en la trayectoria mediática que discurre entre las 169 portadas sobre el inocente Francisco Camps que, según el periodista Arcadi Espada, publicó El País, hasta la atención dedicada por El Mundo y otros periódicos y medios de comunicación (principalmente, las televisiones Cuatro y La Sexta). Pues como afirma Moisés Naím en Repensar el mundo: 111 sorpresas del siglo XXI:
“Las reputaciones periodísticas o el éxito económico de cualquier medio ya no podían ignorar el apetito del público por saber cada vez más sobre la deshonestidad —real o presunta— de sus gobernantes”.
Y, al interés (político y crematístico de la prensa) hay que añadir el de los líderes de los partidos de la oposición, así como del propio PP, en su lucha por la obtención del poder en los órganos de la Administración y las estructuras partidarias. Ello, además, asegura la presencia en las ventanas catódicas, a través de las cuales la gente se hace una idea del mundo que le rodea. En este sentido, dice Naím:
“Las acusaciones de corrupción se convirtieron en un arma política y electoral común y muy potente. Se hizo normal entre los candidatos a cualquier cargo público declararse jefe de la campaña de «manos limpias» y acusar al adversario de cómplice del viejo orden corrupto.”
Ante la repetida imagen de la Comunidad Valenciana como el territorio de la corrupción por antonomasia, los datos aportados recientemente por el Poder Judicial, y que se muestran en el encabezamiento, desmienten tajantemente dicha pretensión aireada en las sedes parlamentarias y en los medios de comunicación. Alguien debería (pero no lo hará) pedir perdón; por ejemplo el bocazas de Miguel Ángel Revilla, Presidente de Cantabria, que en sus actuaciones televisivas siempre tenía a punto en su vivaz lengua la expresión “¡lo que está pasando en Valencia!”, refiriéndose a los casos de corrupción.
Es evidente que para muchos actores políticos viene bien a sus intereses de liderazgo personal y de partido el airear los presuntos casos de corrupción valenciana, pero habrá que constatar que el final de la película no es demasiado feliz para el conjunto del pueblo valenciano: la destrucción de puentes entre los diferentes partidos de ámbito valenciano y de estos con el Gobierno Central -¡tan necesitado de apoyos parlamentarios en la presente legislatura!-, conduce a la marginación de la Comunidad Valenciana en el diseño de la política estatal. Y ya sabemos que si no se participa en la toma de decisiones políticas, por lo general, estas se volverán en contra de los intereses del ausente. De esta manera, a los valencianos se nos reservará el papel subalterno que tan bien sabemos desempeñar.
Así, si nadie lo remedia -y no parece que nadie quiera asumir el compromís de remediarlo- la Comunidad Valenciana continuará con el papel de pobre-pagana en el escenario del nuevo sistema de financiación autonómica: Papá-Estado y sus hijastras autonómicas -ávidas de recursos económicos y de inversiones- no van a permitir otro desenlace.
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Deportes
El Girona firma el hundimiento del Valencia CF (2-1)
Publicado
hace 4 semanasen
4 octubre, 2025
El Valencia CF no pudo sumar en su visita a Montilivi y cayó por 2-1 ante el Girona FC en un partido intenso y con alternativas, correspondiente a la jornada 8 de LALIGA EA SPORTS 2025-26. El tanto valencianista lo firmó Diego López, que volvió a demostrar su calidad y olfato en el área rival.
Un arranque accidentado y un Girona más eficaz
El encuentro comenzó cuesta arriba para los de Carlos Corberán, que a los pocos minutos perdieron a Diakhaby por lesión. El central fue sustituido por Copete, lo que obligó a reajustar la defensa. El Girona, muy activo en los primeros compases, llevó la iniciativa con un juego fluido y vertical.
El primer golpe llegó pronto. En el minuto 18, Vanat aprovechó una segunda jugada en la frontal del área para enviar un disparo ajustado al poste derecho de Agirrezabala (1-0). El Valencia intentó reaccionar con orden y buscando el contragolpe, pero le costó romper la presión alta de los de Míchel.
Diego López lidera la reacción blanquinegra
El equipo valencianista fue ganando presencia con el paso de los minutos. Thierry Rendall y Pepelu protagonizaron una buena combinación que terminó con un potente disparo de Jesús Vázquez, al que respondió Gazzaniga con una gran intervención. Poco después, Danjuma tuvo otra ocasión clara, pero su tiro se marchó desviado.
Tras el descanso, Javi Guerra entró por Santamaría y cambió la cara del equipo. El centrocampista de Gilet lideró una jugada brillante que acabó con un zurdazo al larguero de Diego López. Esa acción fue el preludio del empate: en el minuto 58, Danjuma y Lucas Beltrán fabricaron una buena acción por la izquierda y el propio Diego López apareció en el primer palo para empujar el balón a la red (1-1).
El tanto espoleó a los valencianistas, que disfrutaron de sus mejores minutos del partido. En apenas cinco minutos, el Valencia acumuló cuatro ocasiones claras, obligando a Gazzaniga a lucirse ante los disparos de Javi Guerra, Tárrega, Thierry y Copete.
Arnau decide y el Valencia se queda sin premio
Cuando mejor estaba el conjunto che, llegó el mazazo. En una falta lateral, Asprilla puso un centro peligroso que Vanat cabeceó. Agirrezabala rechazó el balón, pero Arnau apareció atento para empujarlo a la red y devolver la ventaja a los locales (2-1).
El Valencia no bajó los brazos. Corberán movió el banquillo dando entrada a Ramazani y Hugo Duro, y el equipo se volcó sobre el área rival. Ramazani rozó el empate con un disparo cruzado que se marchó rozando el poste, y Copete tuvo otra clara tras un córner. En el tramo final, Iván Martín fue expulsado por doble amarilla al frenar una internada de Diego López, pero ni la superioridad numérica ni el empuje final bastaron para rescatar un punto.
En el descuento, Javi Guerra sirvió un balón medido a Rioja, que centró buscando a Hugo Duro, aunque el delantero no logró conectar el remate. El Valencia lo intentó hasta el último suspiro, pero el marcador no se movió.
El Valencia CF sigue compitiendo con orgullo
Pese a la derrota, el equipo de Carlos Corberán ofreció una imagen competitiva y demostró carácter ante un Girona sólido y eficaz. El conjunto blanquinegro se mantiene en mitad de la tabla y ya piensa en su próximo compromiso.
El Valencia CF volverá a jugar a domicilio el lunes 20 de octubre a las 21:00 horas, frente al Deportivo Alavés en Mendizorroza, en la jornada 9 de LALIGA EA SPORTS.
Ficha técnica
Girona FC 2 – Valencia CF 1
Goles: Vanat (18’), Diego López (58’) y Arnau (63’).
Árbitro: Isidro Díaz de Mera (Castilla-La Mancha). Expulsó a Iván Martín (min. 85).
Estadio: Montilivi.
Tiempo de juego: 101 minutos.
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