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Valencia CF-Getafe| Hugo Duro y Mamardashvili desquician al Getafe (1-0)

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Valencia CF-Getafe
Los jugadores del Valencia celebran la victoria ante el Getafe, durante el partido de la jornada 28 de la Liga EA Sports que disputaron Valencia y Getafe en el estadio de Mestalla. EFE/Biel Aliño

Valencia/Getafe (Madrid), 8 mar (OFFICIAL PRESS-EFE).Hugo Duro, con una exquisita vaselina, y el georgiano Giorgi Mamardashvili, con meritorias paradas, desquiciaron este sábado en Mestalla al Getafe, que acabó cediendo en un partido igualado ante un Valencia que vuelve a ganar más de un mes después y se agarra a la lucha por Europa.

José Bordalás regresaba este sábado a Mestalla por primera vez con el objetivo de “certificar la permanencia” y la posibilidad de superar en la tabla a su rival, pero sin sus dos máximos goleadores, Borja Mayoral y Mason Greenwood. Mientras, el Valencia quería volver a ganar después de más de un mes sin saborear la victoria para dedicárselo a Mouctar Diakhaby, gravemente lesionado en una rodilla ante el Real Madrid..

Bajo la lluvia y con el sonido de la ‘mascletá’ de fondo, el partido entre el equipo de Rubén Baraja y José Bordalás comenzó con una primera llegada de los locales a los tres minutos. Foulquier, dispuesto a repetir su gran actuación del día del Real Madrid, centró al área, pero la zaga azulona repelió el envío.

El Getafe, rudo en el marcaje a los valencianistas, también fue capaz de llegar pronto al área de Mamardashvili. La lluvia, humo y olor a pólvora dificultaba el juego en Mestalla y, aunque parecía que el Valencia comenzó dominando con un testarazo de Cenk que se estrelló en Maksimovic y un remate de Canós que se marchó alto, el Getafe supo arrebatarle el balón.

A los dieciocho minutos llegó el primer tiro a meta del conjunto madrileño. Juan Iglesias probó suerte desde lejos, pero se resbaló y Mamardashvili pudo detener sin problemas el cuero. El Valencia supo deshacerse de la presión del equipo de su exentrenador y volvió a recuperar el balón con un Canós que lo intentaba y lo intentaba.

Muy incisivo en el área y atento en las segundas jugadas, el futbolista de Nules mandó el balón por encima del larguero dos ocasiones y se topó con Djené en otra hasta que llegó Hugo Duro para agitar un duelo que había caído en ritmo.

Cinco minutos antes del descanso, el delantero castigó a su exequipo con una delicada vaselina que Alderete trató de evitar, pero el exvalencianista no pudo y vio en primera fila como el balón entró en la red de David Soria.

Hugo Duro no solo celebró el gol con sus compañeros, si no que se acordó de Diakhaby y celebró el 1-0 con una camiseta del central. Al Getafe solo le quedó la opción de apretar en unos últimos compases en los que Cenk se hizo grande. El central rechazó los envíos al área del equipo madrileño, que volvió con fuerza tras el paso por el vestuario.

El partido se reanudó con una buenísima ocasión de Mata que Mamardashvili sacó bajo palos y la defensa blanquinegra rechazó en el área. Inmediatamente, Javi Guerra contestó con un centro que atrapó Soria y luego fue Pepelu quien probó suerte, pero su chut se marchó fuera.

Ahora era el Getafe el que buscaba imponerse al Valencia en busca del empate y comenzó a asediar el área blanquinegra. Pese a la insistencia, Mamardashvili se mantuvo firme en las acciones a balón parado. Y el juego volvió a pararse.

Diego López buscó el gol de la tranquilidad, pero no pudo marcar el 2-0 y, como ya hiciera en la primera parte, el Getafe volvió a apretar en unos últimos minutos en los que Mamardashvili se convirtió en el otro héroe de la tarde junto a Hugo Duro, pues mantuvo el resultado con dos paradas clave al final del partido.

– Ficha técnica del Valencia CF-Getafe:

1 – Valencia: Mamardashvili; Foulquier, Mosquera, Cenk, Gayà; Fran Pérez (Peter Federico, m.59), Pepelu, Guerra (Thierry, m.84), Canós (Diego López, m.59); Yaremchuk (Guillamón, m.71) y Hugo Duro (Amallah, m.84)

0 – Getafe: Soria; Djené, Alderete (Rico, m.71), Gastón; Iglesias (Yellu, m.84), Ilaix Moriba (Jordi Martín, m.62), Milla, Aleñá (Carmona, m.61); Maksimovic (Óscar, m.84), Jaime Mata y Latasa.

Gol: 1-0, m.40: Hugo Duro

Árbitro: Pulido Santana (Comité canario). Amonestó a Pepelu y Guillamón, por parte de los locales, y a Ilaix Moriba, Carmona y Djené, por parte de los visitantes

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada disputado en el estadio de Mestalla ante 37.961 espectadores. Antes del partido, la jugadora del Valencia Femenino, Fiamma Benítez, ofreció al público la medalla como reciente campeona de la Liga de Naciones lograda con la selección española. Los jugadores de ambos equipos salieron con una camiseta con el lema “Ánimo Diakhaby”. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Olmos Marí, abonado del Valencia desde el año 1972.

Paula Lerín

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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