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Archivado el ‘caso Guardería’ de La Paz

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El magistrado del Tribunal Superior de Justicia, instructor del denominado ‘caso Guardería’, Enrique Quiñonero, decreta el sobreseimiento libre y archiva las Diligencias Previas 1/2017, que investigaban si existió un presunto delito de prevaricación administrativa en el traslado y posterior demolición de la Escuela Infantil del barrio de La Paz de Murcia.

El instructor, en un auto notificado hoy, no advierte la presencia de los elementos que califican el delito de prevaricación tipificado en el artículo 404 del Código Penal, porque, como explica en su fundamento quinto, “sin hacer una valoración definitiva, que aquí no procede, acerca de si los acuerdos respetaron formalmente la legalidad administrativa, no puede afirmarse que con su adopción pusieren los investigados su voluntad sobre los intereses que la ley protege y que lo hiciera con la gravedad propia de una conducta que pueda ser calificada de injusta y arbitraria”.

Recuerda en los antecedentes de hecho de la resolución, que durante la instrucción de este procedimiento, la magistrada del Juzgado 1 de Murcia dictó tres autos de sobreseimiento respecto de todos los denunciados, en 2011, 2013 y 2015. Revocados para que se llamara a declarar a los miembros de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento en la fecha de esa decisión y al promotor del proyecto, quedando pendiente la de Adela Martínez Cachá, precisamente por ser aforada. Esta fue citada como investigada el 15 de febrero, después de que la Sala Civil y Penal se declarara competente.

Centrada la investigación en los acuerdos de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia de julio y octubre de 2007, la resolución desgrana si concurren en su adopción los elementos del delito de prevaricación administrativa. Los cuales, citando jurisprudencia del Tribunal Supremo, concreta en cinco: resolución dictada por autoridad o funcionario; objetivamente contraria al Derecho; falta absoluta de competencia u omisión de tramites esenciales; un resultado materialmente injusto; y una voluntad particular consciente de actuar contra derecho.

“El derecho administrativo realiza una función preventiva y también sancionadora y no es de recibo una sistemática criminalización de todos los actos administración que puedan estar, o de hecho estén, en contradicción con la Ley”, señala recogiendo la doctrina del Tribunal Supremo.

Así, en la resolución se analizan las dos vertientes de ilegalidad penal que se imputan a los acuerdos de la Junta de Gobierno para concluir en el primero que, siendo competente la Junta de Gobierno, la falta de inclusión en el orden del día, no implicaría una omisión de trámites esenciales del procedimiento administrativo, sin que sea tampoco exacto que no existieran informes o trámites administrativos previos a la toma en consideración de las cuestiones que fueron objeto de los acuerdos.

Y, en segundo lugar, por lo que hace a la arbitrariedad, con grave daño para los intereses públicos, la resolución señala que: Mas allá de especulaciones e hipótesis sin sustento probatorio alguno tras una larga instrucción, la cronología de los hechos resultantes de la instrucción no evidencia otra finalidad que la de acelerar los tiempos y solventar los obstáculos al inicio de un proyecto que había sido asumido por el Ayuntamiento por considerar que tenía un evidente interés público”.

“El fracaso o paralización posterior del proyecto de rehabilitación de barrio debido a la sobrevenida crisis económica no puede servirnos de criterio enjuiciador de la arbitrariedad o injusticia material de aquellos actos; mucho menos de su transcendencia y alcance penal”.

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Maquillaje y contouring para aparentar derrota: la puesta en escena más cínica de Pedro Sánchez

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Maquillaje Pedro Sánchez
Pedro Sánchez visiblemente maquillado

El presidente del Gobierno apareció con un rostro visiblemente maquillado y gesto compungido en su comparecencia tras el informe de la UCO sobre corrupción en el PSOE.

La comparecencia de Pedro Sánchez el pasado jueves en la sede del PSOE en Ferraz no fue simplemente una rueda de prensa: fue una puesta en escena medida al milímetro. El presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas apareció con semblante serio, voz apagada y un gesto que quería transmitir preocupación y abatimiento. Pero hubo un detalle que no pasó desapercibido para nadie: su rostro, visiblemente maquillado, usó técnicas de contouring propias del maquillaje profesional, con las que, lejos de embellecerse, buscaba aparentar desgaste, tristeza y preocupación.

Comunicación política o maquillaje emocional

En política, la imagen lo es todo. La forma en la que un líder comunica —ya sea con palabras, gestos o presencia escénica— puede ser tan poderosa como el contenido de su mensaje. En esta ocasión, Pedro Sánchez parecía haberlo entendido a la perfección. Frente a las cámaras, lució un tono de piel bronceado que contrastaba con el maquillaje oscuro aplicado en los pómulos, mandíbula y sienes, una técnica conocida como contouring, utilizada para dar profundidad y esculpir el rostro.

Pero, en lugar de proyectar una imagen cuidada, este maquillaje generó un efecto contraproducente: su rostro apareció demacrado, con rasgos marcados, ojeras acentuadas y un rictus dramático. Una imagen que, unida a su discurso en tono bajo y afectado, buscaba transmitir un mensaje muy concreto: soy una víctima más de la traición y la corrupción que me rodea.

El objetivo: generar empatía

El caso de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y señalado en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su supuesta implicación en un cobro de comisiones, ha golpeado directamente al núcleo duro del sanchismo. Y Sánchez ha reaccionado con una estrategia que combina distanciamiento institucional y victimismo personal. Ha pedido perdón a los militantes del partido y a la ciudadanía, ha admitido que confiaba en Cerdán hasta el último momento y ha asegurado que no tenía conocimiento previo del informe policial.

Sin embargo, este mensaje no ha calado como él esperaba. Las redes sociales ardieron en críticas, memes y comentarios que denunciaban la artificialidad de su puesta en escena. El hashtag #MaquillajeDeFerraz se convirtió en tendencia, y usuarios y analistas coincidieron en señalar que el presidente había querido parecer más afectado de lo que realmente está.

El sudor del poder

Durante la intervención, otro detalle llamó especialmente la atención: la sudoración excesiva en el rostro de Sánchez. A medida que avanzaba la rueda de prensa, los brillos en la frente, el labio superior y los pómulos se hicieron más visibles. Un efecto que, lejos de humanizar su imagen, incrementó la sensación de nerviosismo y teatralidad. ¿Sudaba por tensión real o por un maquillaje mal aplicado bajo los focos?

El resultado fue una escena que muchos tildaron de “tanatorio político”, con un líder que quiso proyectar desolación, pero que terminó generando escepticismo. Incluso periodistas y profesionales del maquillaje han comentado en redes que la ejecución del contouring fue excesiva y poco natural, logrando el efecto contrario al deseado: una imagen artificiosa.

La estética al servicio de la estrategia

Esta no es la primera vez que la imagen de Pedro Sánchez es objeto de análisis. Desde su llegada a La Moncloa, ha mostrado un especial cuidado por su apariencia pública. De hecho, fuentes oficiales han reconocido que el gasto en peluquería, maquillaje y asesoría de imagen del presidente ha aumentado de forma notable desde 2020. Según datos publicados, el presupuesto de imagen se duplicó en esta legislatura, lo que evidencia que, para Sánchez, la estética también es política.

En esta ocasión, la puesta en escena fue más allá del maquillaje. La elección de Ferraz como escenario, el contraste del traje oscuro con la camisa blanca, el tono sombrío de su discurso y la decisión de comparecer sin el logo oficial del Gobierno buscaban un único propósito: salvar la figura institucional del presidente y dejar claro que lo que está en entredicho es el partido, no el Ejecutivo.

¿Víctima o estratega?

El debate está servido: ¿fue Pedro Sánchez víctima de la traición de su entorno o un estratega que quiso aprovechar la ocasión para reafirmar su liderazgo ante la tormenta? Lo cierto es que, al despedir a Cerdán, ha lanzado un mensaje claro de corte de cabezas, intentando transmitir que no le temblará el pulso frente a la corrupción. Pero al mismo tiempo, se aferra al poder y descarta cualquier cambio profundo o elecciones anticipadas. Su objetivo, como él mismo ha declarado, es gobernar hasta 2027.

A ojos de la ciudadanía, sin embargo, este movimiento puede resultar insuficiente. Las explicaciones dadas hasta ahora, tanto en lo político como en lo penal, siguen generando muchas dudas. Y la puesta en escena de Sánchez, con maquillaje dramático incluido, ha sido percibida por muchos como una maniobra de distracción más que como un gesto sincero.

Reacciones en redes: del meme al escándalo

En pocas horas, la imagen de Pedro Sánchez se convirtió en blanco de burlas y críticas. Usuarios como @manuel_llamas o @EL00LEON compararon su aspecto con personajes de ficción y criticaron duramente lo que consideran una farsa política: “El PSOE ha contratado al equipo de maquillaje de The Walking Dead para esta rueda de prensa”, ironizaba uno de ellos. Otros señalaban el uso del maquillaje como “una técnica manipuladora” para generar lástima.

Analistas políticos también han cuestionado el momento elegido para la comparecencia: justo después de que se conociera el informe de la UCO que implica al núcleo de confianza del presidente en posibles tramas de adjudicación de obras públicas a cambio de comisiones. En ese contexto, la imagen compungida de Sánchez parecía, para muchos, una cortina de humo.

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