La Policía Nacional ha detenido a siete personas, que ya han ingresado en prisión, y ha desarticulado una organización criminal que se había hecho con el control de la actividad ilegal en la zona norte de Alicante, a través de robos, «okupación» de viviendas y del tráfico de drogas.
Los detenidos, además, no dudaban en utilizar armas de fuego y machetes en reyertas contra bandas rivales, según ha informado la Policía.
El cuerpo policial ha explicado que la operación ha obligado a movilizar a un gran número de agentes de las diferentes brigadas de la Policía y que en poco más de cuatro meses los siete detenidos, de nacionalidad argelina, acometieron varios hechos delictivos violentos que crearon inseguridad en los barrios de la zona norte de la ciudad.
Los detenidos, de entre 18 y 65 años, se encontraban mayoritariamente en situación irregular, sin actividad laboral alguna y hacían uso de distintas armas tanto blancas como de fuego, tratándose de delincuentes habituales sin ningún tipo de actividad remunerada ni otra conocida.
Una reyerta, el origen de la investigación.
La investigación se inició tras una reyerta el pasado julio por la que un ciudadano argelino sufrió un ataque con un hacha, por lo que tuvo que ser hospitalizado, aunque, días después de los hechos, los mismos autores le volvieron a abordar con tres vehículos y detonaron en varias ocasiones un arma.
Dos meses después de cometerse el primer hecho, se produjo una segunda reyerta en la que la víctima sufrió un corte de grandes dimensiones desde la oreja hasta el cuello, lo que le causó heridas por las que tuvo que ser asistido en el Hospital General de Alicante.
Días después, se produjo una tercera reyerta entre ciudadanos magrebíes que terminó con la producción de varias detonaciones por arma de fuego y con el empleo de un machete.
De hecho, los agentes practicaron un registro en un inmueble en el que, según testigos, se había refugiado uno de los participantes en la reyerta, donde localizaron e intervinieron un arma de fuego que estaba escondida en uno de los buzones y que correspondía a un piso que, según manifestaciones vecinales, se encontraba «okupado».
Más tarde, los agentes recibieron un nuevo aviso por otra reyerta y, a su llegada, localizaron a una de las víctimas, que sangraba abundantemente por la cabeza y la espalda tras verse involucrada en una pelea producida después de que un grupo de individuos, tras apearse de un vehículo, comenzara a agredir a varias personas con machetes, pistolas y objetos contundentes.
El penúltimo de los hechos consistió en una serie de episodios de amenazas y coacciones, así como un intento de detención ilegal provocado como consecuencia de una discusión previa entre la víctima y dos varones de origen argelino por un patinete eléctrico que sustrajeron a la víctima.
El último de los incidentes tuvo lugar en un domicilio, en el que varios de los componentes se hicieron pasar por funcionarios y, tras tocar la puerta y abrirles los moradores, hicieron uso de un arma de fuego como medio intimidatorio para, una vez dentro, solicitar a las víctimas la entrega de todo el dinero que tenían, a la vez que les golpeaban y ataban los pies y las manos.
Exposición de los objetos intervenidos, en una imagen difundida por la Policía Nacional.
Estructura jerárquica y reparto de tareas
Los integrantes de la organización tenían una clara estructura y reparto de tareas: mientras algunos se encargaban de las acciones violentas, otros se hacían cargo de las ocupaciones de viviendas en las que acogían a inmigrantes irregulares para incorporarlos al grupo criminal.
Otra de las tareas encomendadas era la gestión de las sustancias estupefacientes en las que existían componentes que ejercían labores tanto de guardería como de distribución y venta de la droga.
Asimismo, la Policía ha detallado que los delincuentes mantenían una conexión constante con Francia y utilizaban la provincia de Alicante de puente entre Argelia y el país francés.
Tras ubicar a los sospechosos, se realizaron diversos registros que terminaron con la detención de seis personas, en cuyas viviendas se intervinieron 17 kilos de éxtasis en pastillas; gran cantidad de medicamentos de la familia de las benzodiacepinas y similares sujetos a receta médica, consumidos habitualmente por toxicómanos; cuatro armas de fuego con munición y seis machetes.
Además, en los registros practicados se recuperaron teléfonos móviles y un patinete eléctrico que habían sido sustraídos a diferentes víctimas.
A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, lesiones, detención ilegal, robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas, favorecimiento a la inmigración ilegal y tráfico de drogas.
Por último, tras un aviso a la Policía Nacional de que se estaban realizando varios disparos en la zona norte, los agentes comprobaron que la víctima había sufrido un disparo con un arma de fuego en una de sus piernas e inmediatamente fueron alertados los servicios de emergencias, que trasladaron a esta persona al hospital.
Ante este hecho, los agentes comprobaron que la víctima era integrante de la organización criminal y había participado en dos de los hechos violentos investigados, por lo que fue detenida a la salida del hospital.
Los siete detenidos, de nacionalidad argelina, de entre 18 y 64 años de edad, y con antecedentes por hechos similares, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la localidad de Alicante, que decretó el inmediato ingreso en prisión para todos ellos.
La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.
Momento de la operación, en una imagen difundida por la Policía Nacional.
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