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Salud y Bienestar

Bioinicia y el CSIC crean la mascarilla para niños más segura del mundo

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A menos de un mes para la vuelta al cole, la quinta ola y la amenaza de las nuevas variantes de coronavirus que han cambiado el perfil del contagiado, ponen el foco de atención en los más pequeños de la casa y en los jóvenes.

Las medidas recomendadas para este curso seguirán siendo la ventilación de las aulas, el distanciamiento, la depuración del aire, los grupos burbuja y el uso de la mascarilla. Y es precisamente en este último punto donde muchos padres y profesores tienen dudas en relación con la protección de los niños.

“Queríamos cubrir también las necesidades de protección de los niños. Por eso, desde Bioinicia, junto al CSIC, hemos desarrollado las mascarillas PROVEIL® KIDS, que se adaptan a la respirabilidad de los niños y cuentan con ajuste que imita el de los modelos EPI de adultos” explica Jose María Lagarón, investigador del CSIC.

 

La gran diferencia de estas mascarillas para niños en relación a otras del mercado, es que este modelo cuenta con un viricida de origen mineral y apto para uso alimentario, que inactiva el virus en un 98% en el plazo de dos horas.

 

“Este elemento viricida con el que cuentan nuestras mascarillas ha sido medido recientemente por investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) Severo Ochoa con ensayos en el filtro, realizados con la cepa humana del virus” asegura Lagarón “Por lo que podemos decir que su efectividad es alta. Además que sus componentes están ya integrados en la estructura del filtro, es grado farmacéutico y resulta completamente inocuo para la salud”.

 

La mascarilla para niños cuenta con una filtración frente aerosoles superior al 90% y bacteriana mayor al 99,88%, que es una protección muy adecuada para que los padres y los profesores puedan tener la seguridad de que los niños están protegidos durante toda la jornada, ya que su duración media es de 8 horas.

 

También son desinfectables, por lo que si no se agotan las 8 horas de uso en una jornada, se pueden pulverizar por ambos lados con una disolución hidroalcohólica al 70%, dejarlas secar una hora y pueden volver a usarlas.

 

 

NO EXISTEN MASCARILLAS FFP2 PARA NIÑOS

Sí, aunque pueda sorprender esta afirmación y podamos encontrar este tipo de mascarillas hasta en farmacias, ninguna de las mascarillas a la venta bajo la etiqueta FFP2 para niños lo es realmente. Las mascarillas para niños no pueden denominarse FFP2 o EPI. Esto es debido a que son dispositivos diseñados para la protección de adultos profesionales, personas que realizan trabajos en entornos laborales con condiciones saturadas por partículas contaminantes. Por ello desde Bioinicia se ha optado por diseñar una talla pequeña con formato EPI y características de alta respirabilidad, equiparable a la protección de una mascarilla quirúrgica IIR y certificada como higiénica  según la norma UNE 0064-2, para una mayor protección.

 

Las mascarillas PROVEIL® KIDS se encuentran disponibles en dos tallas diferentes de 6 a 9 años y de 9 a 12 años, cuentan con un ajuste tipo EPI de adultos, en forma de pico de pato y llevan clip nasal en todas las tallas para asegurar un ajuste perfecto “a prueba de juegos”. Están pensadas para adaptarse perfectamente a sus pequeños rostros, sin dejar ningún hueco que permita el paso de aerosoles finos infectivos, lo que permite que estén más protegidos mientras corren o juegan, y lo que evita también que durante los momentos de mayor actividad tengan que estar constantemente ajustándola o tocándola.

 

UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL MUNDO DE LAS MASCARILLAS

Las mascarillas PROVEIL® con propiedades viricidas suponen un avance único en el mundo de las mascarillas. No solo ofrecen la tranquilidad que proporciona su alta capacidad de filtración y la efectividad del nuevo viricida, sino que además están fabricadas con la revolucionaria tecnología PROVEIL® de nanofibras, lo que las hace mucho más cómodas y ligeras que las mascarillas tradicionales, porque evacúan mejor el calor, la humedad y el CO2. La combinación de estas propiedades y el gran trabajo de investigación desarrollado por los equipos de investigación de Bioinicia y del CSIC convierten a estas mascarillas con viricida en un producto español único en el mercado mundial.

 

¿DÓNDE COMPRAR LAS MASCARILLAS PARA NIÑOS?

Entrando en la web oficial de PROVEIL, puedes llegar pinchando aquí.

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¿Por qué dormimos peor en Navidad?

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Por qué dormimos peor en Navidad
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La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.

1. Alteración de las rutinas

Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.

2. Estrés y preocupaciones navideñas

Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.

3. Comidas copiosas y alcohol

Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.

4. Falta de ejercicio físico

Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.

5. Cambios en el ambiente de sueño

Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

6. Sobrecarga de estímulos sensoriales

La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.

7. Cambios en la exposición a la luz natural

En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.

¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?

A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:

  • Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
  • Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
  • Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
  • Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
  • Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
  • Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.

Conclusión

La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.

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