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Valencia

Camps, absuelto de todo tras 15 años investigado, 9 procesos y 5 imputaciones

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Camps absuelto de todo
El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps regresa este lunes a la Audiencia Nacional para ser juzgado por la presunta adjudicación irregular a la trama Gürtel del montaje de un expositor de Fitur en 2009, después de que el tribunal suspendiese la semana pasada el inicio del juicio. EFE/ Fernando Villar

València, 29 may (OFFICIAL PRESS-EFE).- El expresident de la Generalitat Francisco Camps pone punto y final, con la absolución en la causa que tenía abierta en la Audiencia Nacional, a quince años de investigaciones judiciales en los que ha estado vinculado a nueve procesos por corrupción y ha afrontado cinco imputaciones.

Quien fuese presidente valenciano durante ocho años (2003-2011) ha quedado absuelto de la petición de un año de cárcel y seis meses de inhabilitación que formulaba la Fiscalía Anticorrupción al considerar que había contratado de forma ilícita el expositor valenciano en Fitur 2009 con empresas de la trama Gürtel.

El celebrado en la Audiencia Nacional hace ya más de siete meses ha sido el segundo juicio al que ha tenido que hacer frente el expresident, tras el conocido como de «los trajes», que afrontó tras dimitir de su cargo en 2011 pero en el que finalmente fue absuelto por un tribunal popular.

La segunda absolución de Camps llega tras 15 años investigado, 9 procesos y 5 imputaciones

El president Camps ha acumulado en estos últimos años un continuado proceso de investigaciones judiciales contra él que empezó y termina con juicios por diferentes piezas del caso Gürtel, pero con derivadas en otras causas por presunta corrupción.

Tras la causa de los trajes, la Fiscalía Anticorrupción solicitó la imputación de Camps en el Caso Nóos, pero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, que recibió la petición a través del juez instructor, no encontró indicios de culpabilidad ni en el expresident ni en la entonces alcaldesa de València y diputada autonómica Rita Barberá.

Posteriormente también fue citado como testigo -y señalado por varios de los procesados- en una causa por la supuesta financiación irregular del PP valenciano en las elecciones de 2007 y 2011.

En 2014 también se analizó su posible vinculación con decisiones ilícitas adoptadas en el marco de la tramitación del proyecto del Centro de Congresos de Castelló que el Gobierno valenciano encargó al arquitecto Santiago Calatrava, si bien este asunto fue sobreseído.

Camps y la Fórmula 1

También sorteó el banquillo cuando los juzgados valencianos, a raíz de una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción, investigaron la organización y creación de los cinco grandes premios de Fórmula 1 que acogió València entre 2008 y 2012.

La investigación se dividió en tres piezas y en dos de ellas constó como investigado Francisco Camps. La primera, por los contratos efectuados para la construcción del trazado urbano y la segunda, por el aval y la posterior compra -por un euro- de la empresa Valmor, organizadora inicial de los grandes premios.

La visita del Papa

Los grandes eventos celebrados en la Comunitat Valenciana durante su mandato fueron objeto en los años siguientes de escrutinio judicial, como lo fue la visita del papa Benedicto XVI a València en julio de 2006.

Camps y otras siete personas, entre ellas el entonces obispo auxiliar de València Esteban Escudero, estuvieron procesados por prevaricación, malversación y fraude por los contratos realizados por la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias para la preparación de la visita papal, pero tanto las causa relacionadas con la Fórmula 1 como ésta fueron archivadas.

También acudió como testigo al juicio celebrado en la Audiencia Nacional sobre los contratos efectuados con la trama Gürtel para la instalación de pantallas y megafonía durante esa visita de Benedicto XVI a València.

Camps, absuelto de todo

Durante diez días, entre el 17 y el 27 de diciembre de 2018, Camps llegó a acumular cuatro imputaciones judiciales (dos en el caso de la Fórmula 1, una por la visita del papa y otra por Gürtel), si bien a finales de ese mismo mes se acordó el sobreseimiento del caso Valmor, relativo a las gestiones previas para la organización de la Fórmula 1.

Finalmente, y a pesar de las confesiones o las acusaciones directas de varios de sus más estrechos colaboradores y de los directivos de las firmas de la trama Gürtel, Francisco Camps ha logrado eludir todas las acusaciones formuladas contra él.

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Cultura

Muere a los 47 años el valenciano Azuquita, creador del Rumbakalao e icono de la Ruta del Bacalao

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Azuquita
Azuquita-INSTAGRAM

El mundo de la música en España llora la pérdida de Pedro Bermúdez, conocido artísticamente como Azuquita, fallecido a los 47 años en Palma de Mallorca, ciudad en la que residía en los últimos años. La noticia fue confirmada por la prensa balear en la mañana del sábado 6 de septiembre de 2025 y rápidamente se difundió entre seguidores y compañeros de profesión.

Azuquita deja tras de sí un legado musical muy singular, marcado por la creación del Rumbakalao, un estilo híbrido que en los años 90 unió la rumba con los sonidos electrónicos de la mítica Ruta del Bacalao. Con esta fusión, el artista valenciano alcanzó una gran popularidad y se convirtió en uno de los nombres propios de aquella época.

El origen del Rumbakalao: la rumba se cruza con la Ruta del Bacalao

En plena efervescencia de la Ruta del Bacalao, un movimiento musical y cultural que marcó la Comunitat Valenciana y se extendió por toda España en los 80 y 90, surgió la figura de Azuquita. Mientras los clubes de Valencia y alrededores vibraban con el techno, el dance y el house, él apostó por un camino alternativo: versionar los grandes éxitos de la música de discoteca desde un prisma rumbero.

Ese experimento dio lugar al Rumbakalao, un género propio que unía el ritmo festivo y cercano de la rumba con la energía electrónica que dominaba las pistas de baile. Fue en 1993, con apenas 17 años, cuando Azuquita saltó a la fama al versionar “Así me gusta a mí” de Chimo Bayo, uno de los himnos indiscutibles de la Ruta. Su propuesta sorprendió y conectó con un público que buscaba nuevas formas de vivir la música.

Azuquita, un artista que rompió moldes en los 90

Con su estilo desenfadado, su humor característico y una personalidad cercana, Azuquita logró hacerse un hueco en la escena musical de los 90. Sus versiones convertían los éxitos electrónicos en temas que podían sonar tanto en una discoteca como en una verbena popular, lo que ampliaba enormemente su público.

Durante esa década lanzó tres discos:

  • Rumbakalao (1994)

  • Escucha que te digo (1995)

  • Sinelo Kalo (1997)

Cada uno de estos álbumes reforzaba su propuesta musical y consolidaba su imagen de artista rompedor. Su voz y su particular manera de interpretar canciones lo convirtieron en un referente de un estilo único que, aunque surgido en un contexto muy concreto, sigue siendo recordado por quienes vivieron aquella época.

La Ruta del Bacalao: un fenómeno cultural más allá de la música

Para entender la relevancia de Azuquita, es necesario recordar lo que supuso la Ruta del Bacalao. Más que un movimiento musical, fue una auténtica revolución cultural en la Comunitat Valenciana que tuvo su epicentro en discotecas míticas como Barraca, Spook, Puzzle o ACTV. Allí sonaban sesiones maratonianas de música electrónica que marcaron a toda una generación.

En ese ambiente dominado por el techno y el dance, irrumpió Azuquita con un toque inesperado: fusionar ese sonido de club con la rumba valenciana. Su propuesta, lejos de pasar desapercibida, ofreció un soplo de aire fresco y demostró que la Ruta también podía reinterpretarse desde otros estilos.

El Rumbakalao se convirtió así en un símbolo paralelo al fenómeno de la Ruta, con un aire más desenfadado y popular, que lo acercaba tanto a la cultura de la calle como a la de las discotecas.

Colaboraciones y proyección internacional

Aunque su época dorada estuvo en los 90, Azuquita no se quedó anclado en el pasado. Ya en los 2000, participó en proyectos que le llevaron más allá de España. Una de las colaboraciones más destacadas fue con el alemán Matthias Reim, lo que le permitió acercarse al público centroeuropeo.

Su versatilidad musical y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos lo convirtieron en un artista querido dentro y fuera de la Comunitat Valenciana.

Azuquita y Los Rumba Kings: su etapa más reciente

En los últimos años, Azuquita formaba parte de Los Rumba Kings, un grupo que mantenía vivo el espíritu de la rumba española y con el que continuaba actuando en fiestas, conciertos y festivales. Desde Mallorca, su lugar de residencia, seguía compartiendo música y demostrando que su pasión por el escenario permanecía intacta.

Para sus seguidores, cada actuación era un viaje en el tiempo que recordaba la frescura de los años 90 y la época dorada del Rumbakalao.

El legado de Azuquita en la memoria musical valenciana

La muerte de Azuquita supone un golpe para quienes vivieron la Ruta del Bacalao y para los amantes de la música fusión en España. Su aportación fue única: logró unir dos mundos aparentemente opuestos, la rumba y la música electrónica, en un género propio que hoy sigue siendo recordado como una seña de identidad de los 90.

Además de su música, queda en el recuerdo su carácter alegre y su humor, que transmitía tanto en entrevistas como sobre el escenario. Su figura forma parte de la memoria colectiva de una generación que bailó sus versiones en discotecas, verbenas y fiestas populares.

La Ruta del Bacalao como patrimonio cultural

Hoy, con el paso del tiempo, la Ruta del Bacalao se reivindica como un fenómeno cultural que fue mucho más que ocio nocturno. Supuso un laboratorio musical, artístico y social que influyó en la música electrónica en España y dejó huella en generaciones posteriores.

En este contexto, artistas como Azuquita ayudaron a ampliar las fronteras de lo que podía ser la Ruta, demostrando que la innovación también cabía dentro de un movimiento ya de por sí experimental.

Un adiós con sabor a nostalgia

El fallecimiento de Azuquita a los 47 años deja un vacío en la música valenciana y en la historia reciente de la cultura popular española. Sus discos, sus versiones rumberas de clásicos de la Ruta del Bacalao y su papel en Los Rumba Kings forman parte de un legado que seguirá vivo en la memoria de sus seguidores.

En un momento en que se recupera la memoria de la Ruta y se organizan homenajes a aquel movimiento, la figura de Azuquita resurge como la de un artista que se atrevió a mezclar mundos y consiguió crear algo nuevo. Su Rumbakalao siempre será recordado como un sonido propio de los 90, un símbolo de una época irrepetible.

 

 

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