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Salud y Bienestar

Advierten del «grave riesgo» de comer caracoles de la huerta valenciana

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En la imagen, unos ejemplares de caracoles este mediodía en una granja. Archivo/EFE/Robin Townsend
València, 19 feb (OFFICIAL PRESS- EFE).- Comer caracoles tiene su riesgo. Alberto Martínez-Ortí, profesor de investigación del Museu Valencià d’Història Natural de Alginet, ha alertado de la peligrosidad de la recogida y el consumo de caracoles terrestres, en las huertas del entorno de Valencia, por la presencia de ratas parasitadas por el gusano pulmonar de la rata, Angiostrongylus cantonensis, causante de la meningitis eosinófila.

Los caracoles son el vector intermediario de este endoparásito, ha alertado el profesor, que también es miembro de la Unidad de Parasitología Sanitaria de la Facultad de Farmacia de la Universitat de València y especialista en vectores de enfermedades parasitarias.

Comer caracoles: riesgo de causar meningitis

Este nematodo puede ser transmitido por los caracoles al ser humano y causarle meningitis eosinofílica, la cual es capaz de provocar una inflamación de la membrana del cerebro y generar síntomas como convulsiones y lesiones cerebrales muy graves, parálisis e incluso la muerte.

Recientemente en otros países como Ecuador, se ha detectado en personas que enfermaron tras consumir ceviche de caracol gigante africano, que fue introducido hace pocos años en ese país.

En las huertas de los alrededores de Valencia, y en localidades próximas de su área metropolitana es habitual que los vecinos recojan caracoles comestibles para consumo propio.

Aunque por ahora sólo se han encontrado estos gusanos en ratas, reservorios del parásito, es de «vital importancia» identificar si hay caracoles parasitados -vectores intermediarios- ya que pueden infectar tanto a personas como a otros animales.

Las especies de caracoles que se consumen en València

Las especies de caracoles que se consumen habitualmente en la zona de la huerta valenciana son el caracol pato, el avellanenc, el caracol moro, el caracol cristiano o la xoneta, «susceptibles de estar parasitados por el gusano, vectorizarlo y causar meningitis a las personas», explica el profesor.

«Es importante que las autoridades tomen conciencia del grave riesgo que supone la presencia de este gusano parásito de ratas y caracoles en nuestra huerta, y se tomen las medidas oportunas», ha añadido.

Alberto Martínez-Ortí ha asegurado que en consecuencia, y debido a la posible presencia de este gusano en estos caracoles, «es nuestro deber concienciar a la población sobre la precaución, tanto en la recogida (por la baba y las heces) como en su cocinado antes de comerlos».

Cómo cocinarlos

Una buena práctica preventiva sería cocinarlos a altas temperaturas, que evitará la supervivencia del parásito antes de llegar a nuestro sistema digestivo. Otro método es la congelación a temperaturas inferiores a ‑20 °C durante varios días, la cual erradica la vida de las larvas de estos gusanos, como también ocurre con Anisakis, otro nematodo que parasita el pescado.

Por consiguiente, a su juicio, «es necesario realizar un estudio parasitológico de los caracoles de la huerta que nos indique si están parasitados y en que extensión geográfica, que nos permita tomar medidas más drásticas respecto a su recolección y consumo».

Este tipo de estudios ya se está realizando en Mallorca por la Universitat de les Illes Balears y nuestro equipo de investigación, donde apareció este parásito con anterioridad a Valencia. También tienen que prestar especial atención las empresas que se dedican a la cría de estos caracoles en cautividad ante una posible afectación por el gusano pulmonar de la rata.

Tomar medidas sanitarias

En relación con este tema, el próximo 24 de febrero, a las 19.00 horas, está programada una conferencia del Dr. Martínez-Ortí titulada «Caracoles. Atención, ¡peligro!», en el salón de actos del Museu Valencià d’Història Natural en Alginet y en la que se tratará este problema sanitario parasitario y de otros similares causados por caracoles de agua dulce en España.

El equipo del profesor ya detecto el vector de la Schistosomiasis urogenital en Almería y varios años después se han detectado casos autóctonos de esta enfermedad en la zona. Se trata del caracol de agua dulce Bulinus truncatus, en base al cual hemos presentado el mapa de riesgo de la enfermedad en la península ibérica y Baleares.

Por lo tanto, ha finalizado, «casos de meningitis eosinofílica autóctonos podrían ocurrir en Valencia sino se toman medidas sanitarias preventivas necesarias, para lo que es importantísimo continuar investigando sus vectores».

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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados

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Esta es la hortaliza saludable que debes tomar a diario para prevenir los resfriados en invierno
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La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?

Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.

Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.

La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».

MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.

La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.

Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».

EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».

Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.

OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.

La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».

LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».

Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.

Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».

Alimentos para prevenir resfriados

La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.

1. Pescados, un gran aporte de Omega-3

Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.

2. Cítricos, el consejo de la abuela

¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).

3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales

Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!

4. Yogur, el poder de los probióticos

Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!

5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad

La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.

6. Calabaza, la reina del beta-caroteno

El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.

7.  Kiwi, vitamina C al por mayor

Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!

8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales

Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.

9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!

Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!

10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal

Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.

11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis

Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.

12. Setas, propiedades antibacterianas

Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.

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