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Sucesos

Condenado un notario por intentar asesinar a su socio

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Jun. (EUROPA PRESS) – La sección segunda de la Audiencia de València ha condenado a siete años y medio de prisión a un notario de Paterna por intentar asesinar a su socio golpeándole en la cabeza con una llave grifa en su domicilio el 26 de junio de 2013. La relación entre ambos se había deteriorado por diferencias de criterio profesionales y porque el condenado se veía «continuamente menospreciado» por sus socio.

La sala también le condena a no acercarse a la víctima a menos de 200 metros ni a comunicarse con él en los próximos 10 años , así como a indemnizarles con 7.000 euros y a pagar las costas. Contra esta sentencia cabe interponer recursos de casación.

Los dos notarios firmaron un acuerdo el 26 de junio de 2013 para ejercer juntos en Paterna. Sin embargo desde el inicio surgieron «diferencias de criterios» entre ambos sobre distintos aspectos relacionados con la gestión, con el «consiguiente deterioro personal», según considera probado la Audiencia.

Esta situación llevó a la víctima a promover la resolución del convenio y el 15 de noviembre firmaron un acuerdo para terminar en un mes su relación de socios.

El condenado, durante el tiempo que duró el convenio, se veía «continuamente menospreciado» por su socio, que le tachaba de «pusilánime y le incitaba a ejercitar la ira y a tratar más duramente a los empleados», lo que provocó, junto a la situación de crisis económica generalizada y las necesidades financieras derivadas de las obras que se estaban acometiendo en el local, «el deterioro del clima laboral».

Pese a ello, como el procesado no tenía a su familia en Valencia y para no molestar a su socio, solía comer con él y, algunas veces, tomar algo juntos después del trabajo. Para «acabar con esta situación, el procesado urdió un plan para deshacerse de su socio», señala la sala.

Así, el día 11 de diciembre de 2013 mantuvieron una reunión en la notaría para tratar las cuestiones relativas a la gestión y ejecución de la resolución del convenio, en la que el procesado permaneció «en actitud pasiva sin discutir ninguna de las propuestas» de su socio.

Al terminar, el procesado, que sabía de la afición de su socio por los libros antiguos, lo invitó a que le acompañara y subiera a su casa para examinar un ejemplar que tenía en el salón mientras se cambiaba de ropa para ir a cenar.

Al llegar a casa, se fue a su dormitorio y escondió entre sus ropas una llave grifa. Después salió al salón y colocó el libro encima de una mesa y invitó a sentarse a su socio en la silla que dispuso delante. De este modo, la víctima quedó de espaldas y «sin posibilidad de percatarse del inminente ataque que se cernía sobre él, centrado como estaba en el examen del libro», señala la sala.

Entonces, el condenado, tal como había planeado, desde una posición que no podía ser visto y para acabar con la vida de su socio le propinó un golpe con la llave en la cabeza. Este golpe podría haber acabado causado su muerte si lo hubiera efectuado con más intensidad dada la zona afectada y el peso del arma, 668,30 gramos, señala la Audiencia.

Tras este primer impacto fallido, el procesado intentó golpear reiteradamente a su socio con la llave grifa en la cabeza, aunque éste, herido y sangrando, pudo hacer frente a su agresor protegiéndose con los brazos de los golpes y consiguió huir.

No obstante, el condenado le persiguió por el pasillo del rellano de la escalera con el arma sin dejar de lanzarle golpes, que la víctima pudo repeler gracias «a su corpulencia y reflejos, valiéndose de brazos y manos». Finalmente, el socio consiguió bajar por las escaleras y alcanzar el portal, donde fue visto por un vecino que avisó a la policía.

Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió unas heridas de las que tardó en curar 36 días, de los cuales ocho fueron impeditivos para sus actividades habituales. Estas lesiones precisaron tratamiento médico, sutura, medicación sintomática y reposo relativo, pero no pusieron en peligro la vida ya que no produjeron fractura ni afectación del sistema nervioso central.

Por ello, la Audiencia condena al notario a siete años y medio por un delito de asesinato en grado de tentativa con la circunstancia atenuante de reparación del daño.

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La dueña de la clínica dental de Alzira queda en libertad y el anestesista pasa a disposición judicial por la muerte de la niña de seis años

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Muere una niña de 6 años tras tratamiento dental Alzira
Cartel en la clínica dental donde fue tratada la menor - EUROPA PRESS

VALÈNCIA, 3 de diciembre de 2025 –La dueña de la clínica de Alzira (Valencia) que sedó a la niña de seis años fallecida y a otra de cuatro años que tuvo que ser ingresada durante varios días en un hospital de la ciudad ha quedado en libertad tras declarar ante la Policía Nacional este miércoles a la espera de ser citada por el órgano judicial encargado de la investigación cuando lo considere oportuno. Por su parte, el anestesista pasará este jueves a disposición judicial, según han informado fuentes policiales a Europa Press.

Detención del anestesista y de la dueña de la clínica dental

Agentes de la Policía Nacional han detenido en la mañana de este miércoles en València al anestesista de la clínica de Alzira que sedó a la niña de seis años fallecida y a otra de cuatro años que tuvo que ser ingresada durante varios días en un hospital de la ciudad. En la operación también ha sido arrestada la dueña del centro médico.

El anestesista, de 43 años y nacionalidad española, ha sido arrestado esta mañana, a las 8.45 horas, en València, por un presunto delito de homicidio, otro de lesiones, un delito contra la salud pública, hurto y otro de omisión del deber de socorro, según han informado a Europa Press fuentes policiales.

Pocas horas después, sobre las 12 horas, los agentes han detenido en Alzira a la dueña de la clínica, una mujer de 50 años, como presunta autora de los delitos de omisión del deber de socorro y contra la salud pública.

Registro del centro y del domicilio del facultativo

Los arrestos tanto del anestesista como de la dueña de la clínica dental han tenido lugar días después de que se registrara el centro y el domicilio del facultativo.

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, encargado del procedimiento, continúa practicando las gestiones pertinentes para el total esclarecimiento de los hechos.

Tras destaparse el caso, el anestesista y la dueña de la clínica prestaron declaración ante el Servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad y, posteriormente, ante los agentes de Policía Nacional que investigan el caso, judicializado. Ahora han sido detenidos y se investiga si hubo ‘mala praxis’.

Los hechos: cronología del caso de la muerte de una niña en una clínica dental de Alzira

Los hechos se remontan al 20 de noviembre de este año, cuando dos niñas, de cuatro y seis años, acudieron junto a sus familiares a una clínica dental privada de Alzira para realizarse unos tratamientos.

La niña de seis años falleció ese mismo día tras ser atendida en la clínica. Ingresó a las 16.52 horas en Urgencias del Hospital de La Ribera en parada cardiorrespiratoria. Los facultativos intentaron su reanimación sin éxito y declararon el fallecimiento.

La otra menor, de cuatro años, acudió también por la tarde a Urgencias del Hospital de la Ribera, en Alzira (Valencia), porque presentaba un episodio de fiebre, vómitos y somnolencia. Tras su estabilización y la valoración pertinente, los facultativos decidieron su traslado en SAMU a la UCI pediátrica del Clínico. Este martes recibió el alta médica.

La versión de la clínica: “aparentemente bien”

La propietaria de la clínica manifestó, en declaraciones a À Punt recogidas por Europa Press el mismo día de los hechos, que la niña fallecida salió del centro dental «aparentemente bien» y «el anestesista no sabe qué ha podido pasar».

Según explicó, a esta menor no se le practicó una operación con anestesia general, sino una sedación que se le puso mediante una vía para extraer unos dientes de leche y ponerle unos empastes. Además, insistió en que la niña se empezó a encontrar mal después y en que no saben «qué ha podido pasar».

Qué se espera ahora en la investigación

La causa, ya judicializada, continuará con nuevas diligencias, análisis periciales y posibles declaraciones adicionales por parte de los implicados. La investigación pretende determinar:

  • si la sedación se realizó siguiendo los protocolos sanitarios oficiales

  • si existían antecedentes en la clínica o en la actuación del anestesista

  • si hubo irregularidades en la administración del fármaco

  • si la actuación posterior a la sedación fue adecuada o hubo omisión del deber de socorro

  • si los fármacos empleados estaban correctamente autorizados y registrados

La clínica y el facultativo seguirán en el foco mediático mientras se aclaran las circunstancias exactas que provocaron la muerte de una menor y el ingreso hospitalario de la otra.

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