Los dos estudiantes de la Universitat Politècnica de València (UPV) que presuntamente piratearon el sistema informático de la institución académica para cambiar sus notas tendrán que declarar como investigados el próximo 12 de febrero, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Así, el Juzgado de Instrucción número 14 de València ha citado a declarar, en calidad de investigados, a estos dos jóvenes por un delito informático cuya modalidad está por concretar a la espera de un informe, han detallado a Europa Press desde el alto tribunal.
Los estudiantes -dos chicos de 20 años que supuestamente ‘hackearon’ las claves de unos 40 profesores para cambiar sus notas con un software ‘keylogger’- declararon ya en sede policial tras ser detenidos en abril del año pasado.
Además, la UPV les abrió un expediente que, tras comprobar que hubo acceso fraudulento a un documento público a las actas de las asignaturas, se resolvió con la conclusión de que los alumnos cometieron una falta tipificada como muy grave, lo que puede acabar en la expulsión de la universidad. La institución educativa remitió el pasado 15 de enero dicha información al juzgado para que determine si hay delito penal. En estos momentos, el expediente académico ha quedado en suspenso ante la prioridad que tiene la vía penal.
Las investigaciones comenzaron tras el hallazgo de un dispositivo espía tipo ‘keylogger’ en uno de los ordenadores de la universidad. Se trata de un software capaz de interceptar y guardar las pulsaciones realizadas en el teclado de un equipo informático sin que el usuario lo detecte.
La unidad de Sistemas de Información y Comunicación de la UPV -el área encargada de temas de ciberseguridad- alertó el 1 de febrero de 2018 de anomalías, lo que puso en marcha los protocolos de seguridad. Entonces, los vicerrectorados de Contenidos Digitales y Alumnado mantuvieron una reunión con los docentes que podían haber sido afectados y se les asesoró para interponer las denuncias.
RED TOR
La investigación de la Policía determinó que supuestamente se apropiaron de las claves de unos 40 profesores, a través de las cuales accedieron a sus cuentas personales de la intranet de la universidad y a sus correos electrónicos desde una serie de direcciones IP relacionadas con la red TOR. Esta es una red de comunicaciones distribuida por encima de la capa de internet, de manera que nunca se revelan los datos de los usuarios que la utilizan, manteniéndose así como una red privada y anónima.
Los policías averiguaron que las calificaciones de muchos exámenes y trabajos suspendidos en un primer momento posteriormente aparecían como aprobados con una buena nota en las actas. Para ello, presuntamente interceptaban el mensaje de aviso de cambio de nota que el sistema informático enviaba al docente, evitando que éste se percatara. Las notas finales eran publicadas en las actas oficiales sin que nadie se percatase del fraude.
Una vez identificados los presuntos infractores, ambos fueron detenidos como supuestos autores de los delitos de acceso ilícito a datos y programas informáticos, daños informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de estado civil y falsedad de documento público.
Fuente: Europa Press
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