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ENTREVISTA| Marina Ballester y Carmen Giménez, candidatas a Falleras Mayores de València 2022

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en

Marina Ballester y Carmen Giménez

Conoce a Carmen Giménez, candidata a Fallera Mayor Infantil de València 2022:

Carmen Giménez Amaro

Carmen Giménez es de la Falla Olivereta Cerdá y Rico. Tiene 9 años y cursa 4º de primaria en el Colegio Inmaculado Corazón de María. Es fallera desde que nació. Su hermana Marina fue componente de la CHFMIV 2018.

Hobby/afición: Atletismo y acrobática.

Virtud: Soy muy sociable.

Defecto: Soy un poco cabezota.

Comida favorita: Cocido.

Color favorito: Azul.

Prefieres indumentaria del siglo XVIII o del siglo XIX: Siglo XVIII.

Tres moños o uno: Tres moños.

Indumentarista: María José, una chica de mi barrio.

Artista fallero: Juan Carlos Banacloy.

Lo que más te gusta de las fallas: Jugar con mis amigos en la falla.

Un acto: Me gustan todos, pero la ofrenda el que más.

¿Por qué tienes que ser tú la FMIV 2022? Porque tengo muy buena memoria y también porque soy muy educada.

La Fallera Mayor Infantil de València que más te ha gustado: Sara Larrazábal, porque aparte de que es de mi sector, fue la que presentó mi preselección. Además me encantan sus trajes.

 

Conoce a Marina Ballester, candidata a Fallera Mayor de València 2022:

MARINA BALLESTER

Marina Ballester es de la Falla Plaza Luis Cano, Sector Benimamet- Burjassot- Beniferri. Tiene 29 años y es responsable de distribución y ventas en una empresa valenciana.

Es fallera desde que nació y siempre ha pertenecido a la misma comisión y desde hace varios años es la delegada de infantiles. Los actos que más le gustan son la ofrenda, para ella es el acto más especial y emocionante. Entre sus aficiones se encuentran la costura y pasar tiempo rodeada de familia, amigos y su perro PAPAS.

Estado civil: Soltera

 

Un defecto: Perfeccionista y nerviosita.

 

Una virtud: Cercana y empática.

 

¿Por qué quieres ser Fallera Mayor de València? Sería cumplir un sueño. Poder representar al mundo fallero, a València y llevar a mi comisión a lo más alto, me llenaría de orgullo y alegría.

 

Lugar favorito de València: El mar.

 

Último libro que has leído: Los zapatos de Valeria.

 

Una película: Mamma mia.

 

Un personaje histórico con el que te identifiques: María Teresa de Calcuta.

 

Qué persona es tu referente en la vida: Mi abuela.

 

Qué cambiarías del proceso de elección de la Corte de Honor: Cambiaría el sistema de preselecciones. Jurados establecidos por Junta Central Fallera para que sea un proceso justo e igualitario.

 

Así fue la primera sesión de fotos de las nuevas Cortes de Honor:

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GALERÍA| El emotivo encuentro de la Corte de 1998

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Corte de Honor 1998
Corte de Honor y Fallera Mayor de Valencia 1998-OFFICIAL PRESS

El pasado sábado, trece mujeres se reunieron para celebrar un evento cargado de recuerdos y emociones. Estas mujeres, que en 1998 fueron elegidas como Corte de Honor y Fallera Mayor de Valencia, se reencontraron 26 años después para rememorar uno de los momentos más significativos de sus vidas.

La Corte de Honor 1998

Corte y Fallera Mayor de Valencia 1998-Foto: JUNTA CENTRAL FALLERA

Inés Fresneda, Merche Ballester, Loles Fernández, Vicky Martínez, Gloria Torres, Victoria Bayarri, Auxi Pérez, Teresa Moret, Mª José Romero, Mónica Taberner, Marigi Usano, Vanessa Arnal y Susana Remohí fueron las representantes del mundo fallero en 1998.

Un año inolvidable

Para estas mujeres, el año 1998 marcó un antes y un después. Ser elegidas para formar parte de la Corte de Honor y, especialmente, ser nombrada Fallera Mayor de Valencia, es un honor que pocas pueden experimentar. Durante aquel año, compartieron experiencias únicas, desfiles, actos oficiales y una conexión especial que las unió de por vida. Las Fallas, más que una fiesta, son una tradición que tiene el poder de crear lazos profundos y duraderos entre quienes las viven intensamente.

Un reencuentro cargado de emociones

El reencuentro se celebró con una comida a la que asistieron no solo las trece integrantes de la Corte de 1998, sino también sus padres, parejas y los más pequeños. Este encuentro permitió que cada una compartiera cómo había cambiado su vida desde aquel entonces, y cómo la experiencia de ser parte de la Corte de Honor había influido en sus trayectorias personales y profesionales.

Aunque no todos los padres y parejas pudieron asistir, ya que la vida inevitablemente se lleva a personas queridas, la reunión fue un homenaje a los momentos compartidos y a aquellos que ya no están. Las ausencias fueron sentidas profundamente, pero también se celebró la alegría de poder reencontrarse y recordar juntos aquellos días especiales.

Las Fallas: Una tradición que une y transforma

Las Fallas son mucho más que una celebración; son una manifestación cultural que une a las personas y transforma vidas. Para estas trece mujeres, ser parte de la Corte de Honor no solo les dio la oportunidad de representar a Valencia y su tradición, sino que también les proporcionó una experiencia compartida que ha perdurado a lo largo de los años.

Durante la comida, se compartieron anécdotas, risas y, cómo no, algunas lágrimas de nostalgia. Cada una recordó con cariño los momentos vividos juntas, desde los preparativos hasta los actos oficiales, pasando por los momentos únicos que solo pueden vivir ellas y apoyo mutuo. Las Fallas de 1998 no solo las unieron como compañeras, sino como amigas que han mantenido el contacto y la conexión a lo largo de más de dos décadas.

Un vínculo inquebrantable

El reencuentro de la Corte de 1998 es un testimonio del poder de las Fallas para crear vínculos duraderos. Para estas mujeres, la experiencia de ser parte de la Corte de Honor fue un momento que marcó sus vidas de manera profunda y significativa.

El emotivo encuentro de la Corte de 1998 es una muestra más de cómo las Fallas pueden cambiar vidas y unir a las personas en una experiencia compartida de celebración, cultura y tradición. Aunque el tiempo pase y las circunstancias cambien, los lazos creados en torno a esta fiesta tan especial permanecen fuertes y significativos.

La capacidad de unir personas

Este reencuentro no solo fue una oportunidad para recordar el pasado, sino también para celebrar el presente y mirar hacia el futuro con la esperanza de seguir compartiendo momentos inolvidables. Las Fallas, una vez más, demostraron su capacidad para unir a las personas y transformar vidas, creando recuerdos que perduran para siempre.

El emotivo encuentro de la Corte de 1998, en imágenes:

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