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Salud y Bienestar

El peligro de un exceso de azúcar en la dieta de los niños: Consecuencias y riesgos

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exceso azúcar en niños

El consumo de azúcar en la dieta infantil ha aumentado de manera preocupante en las últimas décadas. Los alimentos ultraprocesados, las bebidas azucaradas y los postres han convertido al azúcar en un ingrediente omnipresente en la alimentación diaria de los niños. Si bien el azúcar puede ser una fuente rápida de energía, su consumo excesivo puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de los más pequeños. A continuación, se exploran los principales riesgos asociados a un exceso de azúcar en la dieta infantil.

1. Obesidad infantil

Uno de los efectos más visibles del consumo excesivo de azúcar es el aumento de peso. El azúcar aporta calorías vacías, es decir, no ofrece nutrientes esenciales como vitaminas o minerales, pero sí aumenta el aporte calórico. Cuando los niños consumen más calorías de las que necesitan para su crecimiento y actividades, estas se almacenan en forma de grasa corporal. Esto puede llevar a un desequilibrio energético y, a largo plazo, contribuir al desarrollo de la obesidad infantil.

La obesidad en los niños no es solo un problema estético, sino que incrementa significativamente el riesgo de desarrollar otras enfermedades graves como diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardíacos a una edad temprana.

2. Desarrollo de diabetes tipo 2

El aumento de peso, sumado a una dieta rica en azúcar, puede desencadenar problemas en la regulación de la glucosa en sangre, lo que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en los niños. Aunque esta enfermedad solía ser considerada exclusiva de los adultos, en los últimos años ha habido un incremento preocupante de casos en menores de edad. El consumo constante de alimentos y bebidas azucaradas provoca picos de glucosa en la sangre, lo que obliga al páncreas a trabajar en exceso para producir insulina. A largo plazo, este esfuerzo excesivo puede conducir a una resistencia a la insulina, el principal factor desencadenante de la diabetes tipo 2.

3. Problemas dentales

Uno de los riesgos más conocidos del exceso de azúcar es el daño dental. Los azúcares presentes en los alimentos se descomponen rápidamente en ácidos por las bacterias presentes en la boca, y estos ácidos erosionan el esmalte dental, provocando caries. Las caries no tratadas pueden causar dolor, infecciones y, en casos graves, la pérdida de dientes. Además, los problemas dentales en la infancia pueden tener consecuencias a largo plazo, afectando la salud bucal y la confianza del niño.

4. Trastornos del comportamiento y dificultades de concentración

Existen estudios que sugieren una relación entre el consumo elevado de azúcar y problemas de comportamiento o dificultades de atención en los niños. Los picos de glucosa en la sangre, seguidos de caídas rápidas, pueden generar irritabilidad, hiperactividad e incluso cambios en el estado de ánimo. Este patrón puede interferir en su capacidad para concentrarse en tareas escolares y afectar su rendimiento académico. Aunque la relación exacta entre el azúcar y el comportamiento aún se está investigando, muchos padres y educadores han notado estos efectos en el comportamiento de los niños tras consumir grandes cantidades de dulces.

5. Mayor riesgo de enfermedades cardíacas

Aunque las enfermedades cardíacas suelen estar más asociadas a los adultos, los hábitos alimenticios que se establecen en la infancia pueden tener un impacto en la salud cardiovascular a largo plazo. El consumo elevado de azúcar está relacionado con niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Además, el azúcar en exceso favorece el desarrollo de la obesidad y la diabetes tipo 2, ambos factores de riesgo para la salud cardiovascular.

6. Déficit nutricional

El consumo excesivo de alimentos ricos en azúcar a menudo desplaza la ingesta de alimentos más nutritivos. Los niños que consumen muchas calorías vacías de productos azucarados pueden perder oportunidades de consumir alimentos ricos en nutrientes esenciales para su desarrollo, como frutas, verduras, proteínas y grasas saludables. Esto puede llevar a deficiencias nutricionales que afecten su crecimiento, su desarrollo cognitivo y su salud en general.

7. Trastornos del sueño

El azúcar puede afectar negativamente los patrones de sueño en los niños. Los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden provocar hiperactividad, haciendo que los niños estén más inquietos y les cueste conciliar el sueño. La falta de un descanso adecuado afecta el crecimiento y desarrollo infantil, además de aumentar la irritabilidad y dificultar la concentración durante el día.

Recomendaciones para reducir el consumo de azúcar en la dieta infantil

Para evitar las consecuencias negativas del exceso de azúcar, es esencial que los padres y cuidadores supervisen la alimentación de los niños y tomen medidas para reducir el consumo de azúcar:

  1. Limitar el consumo de bebidas azucaradas: Las gaseosas, jugos artificiales y bebidas energéticas suelen ser una de las principales fuentes de azúcar en la dieta infantil. Optar por agua o jugos naturales sin azúcar añadida es una excelente alternativa.
  2. Leer las etiquetas de los alimentos: Muchos productos alimenticios contienen azúcares ocultos. Es importante leer las etiquetas y buscar nombres alternativos del azúcar, como jarabe de maíz, fructosa o dextrosa.
  3. Fomentar el consumo de frutas frescas: En lugar de ofrecer postres azucarados, es preferible dar a los niños frutas frescas, que contienen azúcares naturales junto con fibra, vitaminas y minerales esenciales.
  4. Establecer límites claros: Aunque es normal que los niños disfruten de dulces ocasionalmente, es esencial establecer límites sobre la cantidad y frecuencia de estos alimentos para proteger su salud.

 

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La larga espera en València: medio año para que un paciente con sospechas de alzhéimer acceda a un especialista

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Valencia paciente alzhéimer
Pasillo de un centro hospitalario. EFE/Ismael Herrero/Archivo

Pacientes valencianos con sospecha de alzhéimer esperan medio año para ir a consulta hospitalaria, según un estudio

Recomendaciones para mejorar el recorrido asistencial de los pacientes con alzhéimer

Expertos constatan «desigualdad en función del código postal» y exigen cubrir el acceso al diagnóstico temprano

VALÈNCIA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) –

Los pacientes de la Comunitat Valenciana con sospecha de alzhéimer deben esperar más de seis meses para ver al primer especialista hospitalario, ya que la necesidad de formación específica y de profesionales especializados y la falta de acceso a ciertas pruebas son algunas de las principales barreras para el diagnóstico temprano y de precisión de la enfermedad.

Así lo concluyen dos proyectos presentados por la compañía farmacéutica Lilly llamados mapEA y Alma-Care, en los que han participado más de 140 expertos de varias especialidades y de todas las comunidades de España, 20 de ellos valencianos.

Estos proyectos tienen como objetivo identificar cómo afrontar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las personas con enfermedad de alzhéimer en España a nivel sanitario, político y social, así como preparar el sistema para incorporar los últimos avances terapéuticos.


Barreras en el diagnóstico temprano del alzhéimer en la Comunitat Valenciana

En la Comunitat Valenciana, la falta de tiempo en consulta y de conocimiento de los profesionales sanitarios sobre la patología son las principales barreras para el diagnóstico temprano y de precisión de la enfermedad, según el 86% de los expertos consultados en el proyecto mapEA. A esta situación se suman los problemas en la capacidad e infraestructura del sistema (67%) y el rechazo y falta de concienciación sobre la enfermedad (58%).

Aunque el 80% de los profesionales indica que existe un protocolo de derivación desde Atención Primaria hacia Neurología o Geriatría, con un grado de conocimiento moderado, la facilidad de derivación entre niveles asistenciales es baja. Además, el 67% considera insuficiente la información en fases iniciales y el 85% detecta carencias en la planificación de decisiones anticipada.

Según el doctor Pablo Martínez Lage, director científico del Centro de Investigación y Clínica Memoria de la Fundación CITA-Alzhéimer, «sigue existiendo desigualdad en función del código postal en el acceso de las personas a un diagnóstico a tiempo y certero».

«En España hay zonas en las que la coordinación entre Atención Primaria, la atención especializada y, más aún, la atención superespecializada en deterioro cognitivo, es más ágil y eficaz que en otras», apunta. Los nuevos datos de mapEA constatan, en comparación con la anterior edición, que el número de unidades especializadas o de consultas monográficas en deterioro cognitivo ha crecido «sensiblemente».


Eliminar el estigma en las familias y mejorar la concienciación social

Desde la perspectiva de los pacientes, Jesús Rodrigo, director ejecutivo de la Confederación Española de Alzhéimer y otras demencias (Ceafa), señala que las necesidades más urgentes por resolver, además de concienciar a la población sobre la observación de los factores de riesgo y su intervención activa sobre ellos, pasan por cubrir «el acceso al diagnóstico temprano, comenzando por eliminar el estigma que todavía hoy existe en el seno de la familia para reconocer determinadas situaciones anómalas como un verdadero problema, continuando por las dificultades de detección y derivación dentro del sistema sanitario que genera importantes listas de espera, así como la dilatación temporal en el acceso a consultas».

«Es fundamental avanzar en el diagnóstico temprano y de precisión y mejorar la gestión del alzhéimer para ofrecer a los pacientes más años de vida autónoma e independiente. Si tomamos ahora las medidas necesarias, y desarrollamos una ruta asistencial sencilla y eficiente, podríamos ayudar a revolucionar el abordaje de la enfermedad de alzhéimer en beneficio de los pacientes y sus familias», defiende el doctor José A. Sacristán, director médico de Lilly España y Portugal.


El papel clave de la Atención Primaria en el alzhéimer

En este contexto, resulta clave el papel de la Atención Primaria. El doctor Pablo Baz, del Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), recuerda que «para garantizar un diagnóstico temprano y de precisión, es necesario aumentar las capacidades de la Atención Primaria»: «Solo así podremos ofrecer tratamientos más efectivos, mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes, reducir los costes sanitarios y facilitar la planificación de la enfermedad a las familias».


Faltan planes autonómicos para el alzhéimer

En el primero de los estudios, el Mapa de Recursos Políticos, Sociales y Sanitarios para la enfermedad de Alzhéimer (mapEA), el panel de expertos concluye que existe un bajo nivel de conocimiento e implementación tanto de la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas del Sistema Nacional de Salud (2016) como del Plan Integral de Alzheimer y otras Demencias (2019-2023) a nivel estatal, pese a que fueron «elaborados hace más de cinco años», además de la escasez de planes autonómicos específicos.

Entre los retos a los que se enfrenta el SNS a la hora de abordar la enfermedad de alzhéimer se encuentran la necesidad de implementar mejoras en la coordinación entre niveles asistenciales, la sobrecarga asistencial como barrera para el diagnóstico temprano y de precisión, la necesidad de formación específica para los profesionales, la falta de recursos o la necesidad de adaptar al sistema para el uso eficaz de los nuevos tratamientos.

Los resultados de mapEA señalan que el diagnóstico ha mejorado algo en los últimos diez años, pero queda mucho trabajo aún por acercar a la población los avances en la investigación en lo que se refiere al uso de biomarcadores y a la comunicación de un diagnóstico temprano y fiable.

Según el estudio, estos avances no se han realizado ni con el plan estatal ni con la estrategia de enfermedades neurodegenerativas, sino que se ha debido fundamentalmente al interés, esfuerzo y dedicación de profesionales de Atención Primaria, Neurología, Geriatría, Psiquiatría o Enfermería, así como de las asociaciones de familiares.


Recomendaciones del proyecto Alma-Care

Por su parte, el proyecto Alma-Care se centra en identificar los puntos críticos y los recursos necesarios para trasladar a la práctica clínica las innovaciones terapéuticas en alzhéimer, así como en establecer modelos de organización asistencial óptima en los servicios, hospitales, áreas y comunidades autónomas. El objetivo es definir unas recomendaciones de mejora del sistema sanitario, resultado del consenso de un panel multidisciplinar de expertos a nivel estatal.

De las más de 40 recomendaciones elaboradas por un grupo de 50 expertos de varias especialidades, 14 se identificaron como prioritarias. Según la doctora Raquel Sánchez-Valle, neuróloga en el Hospital Clínic de Barcelona y coordinadora del Grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, se necesitan diagnósticos tempranos y de precisión, y para ello, «urge establecer circuitos ágiles de derivación entre niveles asistenciales y disponer de las herramientas adecuadas, incluyendo biomarcadores».

«Y no solo eso –subraya–: necesitamos equipos clínicos expertos bien dimensionados y que cuenten con neurólogos, enfermeras, neurorradiólogos, entre otros profesionales sanitarios; así como los recursos adecuados, como hospitales de día, resonancias magnéticas y atención continuada. Estos 14 puntos son condición sine qua non para llevar a cabo la selección de personas candidatas a las nuevas terapias y la administración de fármacos y su monitorización. De ahí su carácter prioritario».

Estos proyectos, señala el director de Ceafa, suponen «una oportunidad para facilitar la planificación de la acción futura en base a la detección de las áreas de mejora que proponen»: «De este modo, las administraciones podrán disponer de un punto de arranque privilegiado para corregir deficiencias y para hacer que sus servicios sean más sólidos y robustos en la lucha contra la enfermedad y sus consecuencias».

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