Salud y Bienestar
Excesos navideños y embarazos: ¿Qué hacer con los kilos de más?
Publicado
hace 9 añosen

Estrenamos nuevo año y con él, poco a poco se instaura de nuevo la rutina tras unos días en los que, quien más y quien menos, todos hemos alterado nuestro ritmo diario y cometido excesos en nuestra alimentación.
Vuelta al cole de los niños, vuelta a la oficina…y vuelta al cara a cara con la temida y sincera báscula, aún con el recuerdo de aquella cena con los amigos del colegio, la tradicional cena de empresa y las celebraciones familiares de estas fechas, que han hecho que nuestro primer propósito del año sea perder esos kilos de más, que estamos seguros de haber engordado, y que nos empieza a preocupar no poder disimular.
Como punto de partida, y según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), cada español ha engordado, de media, entre 2 y 4 kilos durante estas pasadas fiestas. “Habituarnos a seguir ciertos hábitos saludables es la mejor recomendación posible para quitarnos esos kilos de más que hemos cogido estas Navidades. Combinar una alimentación sana y equilibrada con algo de ejercicio físico es, sin duda, la mejor dieta que podemos seguir”, comenta la doctora Amparo Ruiz, directora de IVI Valencia.
“En el caso de las embarazadas, el aumento de peso se puede considerar como algo normal, sobre todo en estas fechas. No debemos darle mayor importancia. Por un lado, tal vez simplemente aumenten de peso por el desarrollo normal del embarazo, viéndose, además, incrementado por algún exceso en la alimentación. En caso de que este aumento de peso fuera algo excesivo o incómodo para la mujer, la mejor recomendación es que visiten a su matrona, quien seguro que podrá darles algunas pautas de alimentación para que su peso se ajuste al adecuado según el momento en que se encuentren del embarazo” añade la doctora Ruiz.
La importancia de seguir hábitos saludables:
Desde las instituciones sanitarias se insiste, cada vez más, en la importancia de adoptar una correcta alimentación como método para prevenir enfermedades y problemas de salud, así como para mantener un peso adecuado.
Adquirir ciertos hábitos puede resultar beneficioso para nuestra salud, tanto a corto plazo, por la mejoría física que representa, como a largo plazo, como herramienta de prevención de enfermedades.
Generalmente, la mayoría de expertos coinciden en unas pautas básicas recomendadas para ello:
- Realizar 5 comidas al día: es importante distribuir las calorías a lo largo del día, siendo las comidas más importantes el desayuno, la comida y la cena, pero sin olvidar comer algo a mitad mañana y a media tarde.
- Empezar el día con un buen desayuno: la combinación de algún producto lácteo, cereales y fruta nos aportará una buena dosis energética para encarar el día.
- Tomar 5 piezas de fruta o verduras al día: estos alimentos aportan agua, fibra y vitaminas a nuestro organismo. Además, la fibra tiene efecto saciante.
- Practicar deporte varias veces a la semana: no es necesario realizar grandes esfuerzos, simplemente con 30 minutos diarios o una hora varias veces a la semana puede ser suficiente.
- Beber agua: es importante mantener nuestro cuerpo bien hidratado, siendo recomendable beber entre dos y tres litros de agua al día.
- Limitar el consumo de refrescos, dulces y alimentos fritos: Su aporte de azúcares y grasas para nuestro organismo es desmesurado, y además se trata de alimentos poco nutritivos.
- En caso de tener dificultades para perder peso, es recomendable consultar a un profesional: antes de intentar seguir cualquier tipo de dieta estricta por tu cuenta, consulta con tu médico o acude a un nutricionista, nadie mejor que ellos para aconsejarte y darte la mejor solución.
- En caso de “ataques de hambre” optar por lácteos desnatados, frutas o barritas de cereales.
- Huir de las “dietas milagro”. No podemos pretender perderlos igual de rápido que los hemos cogido. Paciencia y constancia.
- Moderar el consumo de alcohol. Tiene un alto aporte calórico.
Sobrepeso e infertilidad:
El sobrepeso u obesidad pueden generar dificultades a la hora de concebir y están considerados una posible causa de infertilidad. Por este motivo, antes de buscar un embarazo o de dar inicio a un tratamiento de reproducción asistida, los ginecólogos recomiendan un plan de reducción de peso y modificar los malos hábitos nutricionales que se puedan tener al menos entre tres y seis meses antes de buscar el bebé de manera natural o por tratamiento de infertilidad.
“En las mujeres, la obesidad se asocia directamente con falta de ovulación o baja calidad en los óvulos y en muchos casos, la disminución de peso es el único tratamiento que se requiere para lograr el embarazo. Es importante que las mujeres conozcan que el riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en las mujeres con obesidad, aumentando las tasas de aborto y con mayor riesgo de muerte fetal y de parto prematuro que las mujeres con peso normal”, explica la doctora Amparo Ruiz.
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Cuando nos mandan hacer dieta blanda, nos preguntamos ¿qué alimentos comer?
Es una dieta de fácil digestión, adecuada para recuperarse tras algún proceso en el que el sistema digestivo requiere realizar el mínimo esfuerzo para volver a la normalidad.
La dieta blanda evita un exceso de fibra y grasas. Se trata de una alimentación basada en cocciones fáciles de digerir que incluye cereales refinados, vegetales no excesivamente fibrosos, carnes magras y pescados blancos, etc.
Dieta blanda, ¿Qué alimentos comer?
Verduras y hortalizas
Vamos a poder tomar las verduras cocidas que no estén excluidas expresamente por ser más fibrosas o que conlleven mayor trabajo digestivo. También podemos tomar purés de verduras o caldos vegetales. Forman parte de la dieta blanda las judías verdes al vapor bien cocidas, la crema de calabaza, el caldo vegetal, el calabacín cocido, la zanahoria… Y podemos acompañarlos de patata también hervida o al vapor.
Frutas
Las frutas cocidas, y las frutas muy maduras que no sean ácidas, como el plátano o la pera, se pueden tolerar bien en situaciones en que debemos dar el mínimo trabajo al sistema digestivo.
Cereales
Podemos tomar todo tipo de cereales blancos o refinados, arroz, pasta, pan blanco fresco o tostado, sémola, cereales refinados dextrinados si fuera necesario… Lo que vamos a evitar en la preparación de cualquiera de estos alimentos es la elaboración con alguna salsa fuerte, como salsas de tomate frito, cremas de leche, etc.
Legumbres
Tienen gran cantidad de fibra por lo que no van a ser el alimento de elección de entrada, pero se puede probar la tolerancia de una crema de lenteja roja o un humus de garbanzos, crema de guisantes… Las legumbres trituradas y pasadas por un colador chino siempre van a resultar más fácilmente digeribles y, si las pelamos previamente, aún es más probable su tolerancia. Se aconseja iniciar la ingesta con pequeñas cantidades.
Carnes
Se pueden tolerar bien las carnes blancas como el pollo, el pavo y el conejo, especialmente en cocciones suaves. Se puede empezar por preparaciones en que quede meloso, como el vapor o un guiso suave con verduras y posteriormente se puede probar su tolerancia hechas al horno o a la plancha.
Pescados
El pescado blanco como la merluza, el bacalao fresco, el rape, etc., son elaborados al vapor, hervidos, o en guisos suaves de verduras se van a tolerar bien, y también si se preparan a la plancha o al horno sin añadir apenas aceites. Posteriormente podemos probar la tolerancia de pescados semi grasos como la lubina o la dorada.
Huevos
La clara se tolera mejor que la yema, por lo que probaremos primero la tolerancia de la clara y posteriormente de la yema. Si la tolerancia es buena se pueden tomar cocidos o en tortilla a la francesa, sin mucho aceite añadido. Pero no va a ser uno de los alimentos que de entrada se ofrezca en este tipo de alimentación, primero empezaremos con alimentos más suaves como los pescados blancos.
Lácteos
Empezaremos a valorar la tolerancia con el yogur natural blanco, podemos incorporar quesos frescos, requesón, leche y posteriormente quesos tiernos en poca cantidad.
Grasas
Podemos utilizar pequeñas cantidades de aceite de oliva, mantequilla o aguacate.
Bebidas
La bebida habitual, como siempre, será el agua, y también podemos incluir infusiones y caldos en este tipo de dieta. Si se escogen bebidas vegetales deben ser sin azúcar y escogiendo preferiblemente de arroz, avena, almendra o soja.
Otros productos
Puede tolerarse bien el tofu y posiblemente también el seitán.
Alimentos que excluimos de la dieta blanda
Verduras y hortalizas
Evitaremos las verduras crudas, en forma de ensalada, el tomate crudo, etc. Y verduras fibrosas o flatulentas como el puerro, la alcachofa, la berenjena, la cebolla… la familia de las coles: coles de Bruselas, coliflor, brócoli, repollo…
Frutas
Evitaremos las frutas ácidas y, en general, todas las frutas crudas que no estén muy maduras.
Cereales
En la dieta blanda quedan excluidos todo tipo de cereales integrales y sus derivados y todos los productos de bollería y repostería.
Legumbres
Evitaremos las legumbres enteras por su gran cantidad de fibra.
Carnes
Quedan excluidas de una dieta de fácil digestión todos los embutidos y fiambres, las carnes rojas o las piezas fibrosas de carne. Y cualquier preparación grasa a base de carne.
Pescados
Los pescados azules y los mariscos quedan excluidos de la dieta blanda.
Huevos
Evitaremos los huevos fritos y los revueltos con buena cantidad de aceite añadido.
Lácteos
Evitaremos los postres lácteos como natillas, flanes, etc. Suelen ser grasos y azucarados. También evitaremos de entrada los quesos curados, pudiendo incorporarlos en muy pequeña cantidad una vez se toleren los tiernos y los semicurados.
Grasas
Evitaremos el tocino, la manteca, la nata, la crema de leche y otros productos muy grasos, frituras, rebozados, salsas grasas, etc. También el chocolate.
Bebidas
Aquella que pueden ser irritantes para la mucosa gástrica quedan excluidas de la dieta, es decir, todos los zumos ácidos, el café, el té, las bebidas gaseosas y por descontado las bebidas alcohólicas.
Otros productos
Evitaremos otros productos de difícil digestión o irritantes, como los productos ahumados, alimentos muy especiados, encurtidos, productos con vinagre, chucherías, etc. El tabaco también se considera un producto irritante.
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Lo que debes saber:
- Lo que se llama dieta blanda a nivel sanitario no es una dieta indicada para personas con problemas dentales sino una dieta que minimice el trabajo del sistema digestivo para digerirla.
- La dieta blanda contiene vegetales cocidos no flatulentos, cereales refinados, carnes blancas y pescados blancos, etc. Todo ello con cocciones suaves.
- Debemos excluir de este tipo de dieta alimentos grasos, ácidos, muy condimentados, etc. Por ejemplo, embutidos, repostería, encurtidos, frutas ácidas, etc.
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