Un nuevo estudio realizado por médicos del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia, en colaboración con la Fundación del Sueño Mónica Duart, ha confirmado que el consumo habitual de bebidas energéticas (BE) tiene un efecto negativo significativo sobre el sueño de los adolescentes.
Impacto de las bebidas energéticas en el sueño adolescente
El informe, titulado “¿Afecta el consumo de bebidas energéticas al sueño de los adolescentes?”, demuestra que los jóvenes consumidores de BE duermen menos horas, presentan patrones de sueño irregulares y tienen una mayor actividad nocturna, lo que perjudica directamente su descanso y desarrollo.
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Duración del sueño: 7,44 horas en consumidores vs. 8,13 horas en no consumidores
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Actividad nocturna durante el sueño: 15,72 en consumidores vs. 9,8 en no consumidores
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Variabilidad en los horarios de descanso: mayor en consumidores
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Síntomas asociados: el 20% reporta cefaleas y dificultades para conciliar el sueño
¿Por qué y cuándo consumen estas bebidas?
El estudio también revela los patrones de consumo entre los adolescentes:
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El 90% de los consumidores bebe BE por la tarde o noche
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El 80% lo hace en contextos sociales, principalmente con amigos
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Motivos de inicio: 50% por curiosidad y 50% por influencia del grupo
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Razones actuales: 80% por el sabor; solo el 20% busca mejorar rendimiento físico o mental
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Relación con el alcohol: el 70% de los consumidores ha probado alcohol, frente al 30% de los no consumidores
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Percepción del riesgo: el 60% cree que el daño depende de la cantidad; el 80% de los no consumidores considera que siempre son perjudiciales
Estudio médico y muestra
El estudio fue llevado a cabo por las doctoras Cristina Barreda, Pedro Quiles, Ana Rodríguez y Vanessa Martín, y forma parte de la beca de investigación de la Fundación del Sueño Mónica Duart y la Fundación de Pediatría de la Comunidad Valenciana.
La investigación se centró en 20 adolescentes varones entre 12 y 16 años (media: 13,8), jugadores del Club de Baloncesto Puerto de Sagunto, divididos en dos grupos: consumidores y no consumidores de BE. Se realizó dentro del programa “One ball, one hour”, que promueve hábitos saludables y combate la obesidad infantil.
Llamamiento a la acción: regular y educar
Desde la Fundación del Sueño Mónica Duart, su presidenta Mónica Duart lanza una advertencia clara:
“El consumo de bebidas energéticas en menores se ha normalizado en entornos escolares y deportivos. Sus efectos sobre el sueño y la salud mental son alarmantes. Urge regular su acceso y educar a los jóvenes y familias sobre sus riesgos”.
Duart también alerta del papel que juegan la falta de regulación, el marketing agresivo en redes sociales y la venta en supermercados o máquinas expendedoras.
Consecuencias clínicas del consumo habitual de BE:
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Reducción del rendimiento escolar
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Trastornos de conducta
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Mayor riesgo de déficit de atención
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Posibles enfermedades crónicas a largo plazo
Conclusión
Este estudio reafirma la necesidad urgente de limitar el acceso de menores a las bebidas energéticas, fomentar hábitos de sueño saludables y concienciar sobre los riesgos de estas sustancias, especialmente durante etapas clave del desarrollo neurológico y emocional.
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