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Mascarell, el encanto del pueblo de las murallas

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ESPECIAL VERANO | Mascarell, el encanto del pueblo de las murallas

Llega el fin de semana y es momento de desconectar del estrés de la semana.  Una de las mejores opciones es recorrer los tesoros valencianos a través de sus monumentos y espacios naturales únicos en el mundo. Nuestra tierra cuenta con siglos de historia, cultura y rincones llenos de encanto.

Official Press te invita a descubrir una localidad anclada en la historia.

Mascarell, el encanto del pueblo de las murallas

En la localidad castellonense de Nules, a tan solo 1 km de la ciudad, encontramos una pequeña población llamada Mascarell. Se trata de la única totalmente amurallada de la Comunidad Valenciana sin construcciones alrededor.

Lo que le hace excepcional no es solo estar rodeada por una muralla sino también el que no se haya edificado en las proximidades.

En la Edad Media, como medida de protección frente a invasores extranjeros o asaltos de forajidos, las ciudades-estado construían grandes murallas para evitar ser atacadas.

Con el paso de los siglos el peligro fue desapareciendo poco a poco y las murallas fueron derribándose para que las poblaciones pudiesen seguir creciendo.

En la Comunidad Valenciana encontramos varias localidades con los restos de aquellas fortificaciones pero solo la de Mascarell la mantiene en su totalidad. En su origen las murallas de la localidad estaban rodeadas por un foso, el cual se ha convertido en la actualidad en una acequia de riego.

Vivir entre murallas

El conjunto arquitectónico fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Se accede al pueblo a través de dos puertas de acceso en los lados este y oeste.

La muralla de mampostería que abarca un perímetro de 620 m y tiene una altura de 6 m está confeccionada con mortero, tierra y ladrillo. De planta cuadrangular, tiene una torre al centro de cada lado. Con tal de crear un espacio acogedor se ha creado recientemente un jardín en su interior. También podemos observar la casa consistorial de finales del siglo XVIII y una parroquia de finales del XVII, con esgrafiados similares a los de la Sang.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2015 resi dían doscientas siete personas, de las cuales ciento trece eran hombres y noventa y cuatro mujeres.

Orígenes de Mascarell

Mascarell no siempre ha pertenecido a Nules. Hasta finales del siglo XIX formaba parte de Baronia y Marquesado de Nules junto a la Vilavella y Moncofa. Para conocer el origen de Mascarell nos tenemos que remontar a la expulsión musulmana de Burriana.

La primera noticia que tenemos de la localidad es de 1310. Durante el reinado de Jaume I se produjo la expulsión de los moros en la locali dad castellonense. Tras la conquista de la ciudad decidieron asentarse en Mascarell. Sin embargo, en el siglo XVII, tras el decreto de expulsión de los moriscos, la pedanía se quedó prácticamente despoblada, al ser la mayoría de esta musulmana. Su demografía no se recuperó hasta cien años después.

Aunque probablemente los orígenes de la muralla sean medievales, la construcción actual data del 13 de diciembre de 1553. Se levantó por orden de la condesa de Oliva y Señora de Nules, María de Cardona, con el fin de proteger a la población de los piratas berberiscos.

Anualmente, durante el mes de noviembre se celebra una feria medieval digna de visitar al menos una vez. En ella los habitantes se visten como damas y caballeros de la Edad Media y practican justas y torneos de aquella época.

En 2010 Mascarell se incorporó al sellado del salvoconducto del Camino del Cid. Junto con la villa, ya son quince los puntos de Castellón donde todos aquellos que estén haciendo el Camino puedan conseguir el sello de la credencial.

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Cultura

Muere Antonio Gala

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muere antonio gala
El escritor Antonio Gala en una imagen fechada en 2018. EFE/ Rafa Alcaide

Córdoba (EFE).- El poeta y dramaturgo Antonio Gala ha fallecido este domingo a los 92 años en Córdoba, según han informado a EFE fuentes cercanas a la familia.

Gala, uno de los autores en español más leídos -y más reconocidos-, tanto dentro como fuera de España, era escritor, dramaturgo, poeta y ensayista de personalidad compleja, gran elegancia y vastísima cultura.

Nacido en Brazatortas (Ciudad Real) el 2 de octubre de 1936, Ángel Custodio Gala y Velasco, siempre se consideró cordobés de adopción al haber vivido gran parte de su vida en esta ciudad andaluza, que además tuvo un gran peso en su obra.

Precisamente la fundación que lleva su nombre tiene su sede en la antigua capital de los Omeyas.

Antonio Gala, un niño precoz

Hijo de médico, Luis Gala Calvo, y de Adoración Velasco, fue un niño precoz. Contaba él que con solo cuatro años escribió su primer relato; con cinco, su primera pieza teatral y a los 14 años ofreció su primera conferencia en el Círculo de la Amistad de Córdoba.

Se licenció en Sevilla en Derecho y en Filosofía y Letras primero y, después, estudió Ciencias Políticas y Económicas en Madrid, donde además se doctoró en Derecho.

A aquella etapa universitaria pertenecen sus primeros poemas, que publicó en revistas. Y junto a amigos como Gloria Fuertes y Julio Mariscal, fundó las revistas “Aljibe” y “Arquero de Poesía”.

Para agradar a su padre oposita a Abogacía del Estado, pero tras el esfuerzo y la presión paterna, abandona e ingresa en 1958 en los Cartujos de Jerez donde estuvo casi un año, hasta ser expulsado.

Comienza entonces una etapa bohemia y trabaja en distintos oficios para ganarse la vida. Al volver a Madrid trabaja como profesor de Historia del Arte y de Filosofía en varios colegios.

Galardonado con numerosos premios

Su obra poética, iniciada con “Enemigo íntimo” (1959), reconocido con el Premio Adonais de Poesía, continúa con “Sonetos de la Zubia” (1981) “Poemas cordobeses” (1994), “Poemas de amor” (1997), “Testamento andaluz” (1998) y “El poema de Tobías desangelado” (2005), al que el propio autor consideraba su “testamento literario”.

Vive un año en Florencia, donde dirigió la galería La Borghese y, de vuelta a España, inició su fructífera carrera teatral con “Los verdes campos del edén” (1963), que fue Premio Nacional de Teatro “Calderón de la Barca”, a la que siguieron “Los buenos días perdidos”, que ganó el Premio Nacional de Literatura 1972, “Anillos para una dama” (1973), “¿Por qué corres Ulises?” (1975), “Petra Regalada” (1980), “Samarkanda” (1985), “Carmen, Carmen” (1988) y “La truhana” (1992).

En 1990 publica su primera novela, “El manuscrito carmesí”, con la que ganó el Planeta. Tras ella, publicó “La pasión turca” (1993) y “Más allá del jardín” (1995), ambas llevadas al cine, “La regla de tres” (1996); “Las afueras de Dios” (1999); “El pedestal de las estatuas” (2007) o “Los papeles de agua” (2009).

Articulista prolífico, muchos de ellos, recogidos en libros como “Mis charlas con Troylo” (1981) -Premio César González Ruano de Periodismo-, “Cuaderno de la dama de otoño” (1985); ‘La soledad sonora” (1991) o “La Tronera”, título de su columna de El Mundo desde 1992.

Gala escribió también guiones para TV como “Y al final esperanza” y para series como “Si las piedras hablaran” (1985) o “Paisaje con figuras” (1995) y hasta se atrevió con una ópera, “Cristóbal Colón”.

Experto en la cultura árabe

Hijo predilecto de Andalucía, es un gran experto en la cultura árabe en España Al-Andalus, con títulos como “Granada de los nazaríes” (1992), “Andaluz” (1994) o el recopilatorio “Córdoba de Gala” (1993).

Durante los años ochenta tuvo una intensa vida cultural. Fue presidente del Centro Español del Instituto Internacional de Teatro y presidente fundador de la Asociación de Amistad Hispano Árabe. Y en los noventa fue uno de los impulsores de la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes (AEPI).

Gala también se ha significado en asuntos políticos. En 1986 participó activamente en la Plataforma Cívica, que propugnó el “No” en el referéndum contra la OTAN; apoyó la huelga general de 1988; en 1993 encabezó manifestaciones contra la Ley de seguridad ciudadana del entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera y respaldó el Movimiento del 15M.

En julio de 2011 desde su columna en El Mundo reveló que padecía un cáncer de colon difícil extirpación. Estuvo luchando contra la enfermedad, sin salir de su domicilio, hasta junio de 2014, cuando muy abatido, se dejó ver en la entrega de los premios de poesía que llevan su nombre.

Un año después, volvió a acudir a la cita tras anunciar unos meses antes, en febrero de 2015, que estaba “libre del cáncer”.

La casa-museo de la Baltasara

El 20 de noviembre de este mismo año, pronunció un emotivo discurso grabado que sonó a despedida, durante el acto de entrega de los Premios Turismo de Granada 2015. Gala, que no viajó a la ciudad nazarí debido a su delicado estado de salud, intervino a través de una grabación en la que confesó “sentirse en las últimas”.

Una de sus últimas apariciones públicas fue en abril de 2018, cuando asistió a la entrega de los Premios Loewe de Poesía, concedido a un antiguo becario de su fundación y gran amigo, Ben Clark.

En 2017 se presentó “Córdoba de Gala”, una antología que reúne textos del autor sobre la ciudad andaluza extraídos de su obra literaria y que amplía la edición publicada en 1993 con el mismo título.

En 2021 se abrió la casa-museo de Antonio Gala en la finca La Baltasara de la localidad malagueña de Alhaurín el Grande, donde residió el escritor, como centro cultural multidisciplinar con vocación internacional.

Miembro de honor en la Real Academia de Córdoba de Ciencias y de las Bellas Letras y Nobles Artes (2008), posee el Premio de la Crítica, el Quijote de Oro 1972-73, el Premio Nacional de Guiones 1973, el Premio Medios Audiovisuales 1976, el Premio de las Letras Andaluzas 1989, el Max de Honor 2001 y el de Periodismo de la Asociación Pro Derechos Humanos, entre otros

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