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Salud y Bienestar

Un medicamento contra la obesidad logra una pérdida de peso comparable a la cirugía

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Medicamento obesidad

Un nuevo medicamento contra la obesidad que se llama tirzepatida y ha sido aprobado recientemente en Estados Unidos para tratar la diabetes tipo 2, consigue una reducción de peso superior al 20% en la mayoría de los pacientes, por lo que podría convertirse en una herramienta terapéutica de primer orden para controlar la obesidad, uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.

Incluso podría sustituir a la cirugía bariátrica, que acarrea mayores riesgos para la salud de los pacientes, aunque no serviría para aquellas personas que padecen obesidad extrema, sino para las de grado 2 y 3 -cuyo índice de masa corporal se sitúa entre 35 y 50-.

Medicamento obesidad

La tirzepatida se comercializa bajo el nombre de Monjauro, y por el momento su uso solo está autorizado en Estados Unidos para tratar la diabetes acompañada de obesidad.

Se desconoce cuándo recibirá la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), un paso indispensable para que pueda llegar a los países de la Unión Europea, entre ellos España.

Las previsiones apuntan a que podría comercializarse en el primer trimestre de 2023, prescrito también para diabetes acompañada de obesidad, por lo que únicamente estaría cubierto por la sanidad pública española para estos casos, ya que la obesidad por sí sola no está reconocida oficialmente como una enfermedad crónica.

Hormonas naturales del intestino

Se administra en forma de inyección una vez por semana.

Este medicamento se enmarca dentro de las incretinas, que son hormonas naturales producidas en el intestino que consiguen retrasar la digestión de los alimentos y promueven la sensación de saciedad.

Además, uno de sus efectos más importantes es la secreción de insulina por el páncreas y la disminución en los niveles de glucosa en sangre.

La gran novedad del nuevo fármaco es que combina dos incretinas, que se potencian entre sí y tienen efectos sinérgicos. Por ejemplo, una incretina compensa los efectos negativos de la otra, y hace que sea más potente y que se tolere mucho mejor.

Un tratamiento de un año

Acompañado de cambios importantes en la alimentación y en los hábitos de vida, los endocrinólogos creen que un tratamiento de aproximadamente un año podría servir para que el paciente perdiese peso definitivamente, a diferencia de la cirugía bariátrica, en la que se ha comprobado que hay una ganancia de peso importante a partir del tercer año.

La obesidad afecta a más de una cuarta parte de la población de los países desarrollados y su prevalencia sigue creciendo en todo el mundo. Es uno de los principales problemas de salud pública, y se ha relacionado con mayores riesgos de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Cada año causa la muerte de 2,8 millones de personas, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Salud y Bienestar

Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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