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Salud y Bienestar

Montar en bicicleta reduce el riesgo de sufrir infartos y evita las depresiones

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Especialistas de Quirónsalud Torrevieja y Murcia aseguran que montar en bicicleta reduce el riesgo de sufrir infartos, mejora el sistema inmunológico, evita las depresiones, previene dolores de espalda y protege las articulaciones.

De acuerdo con expertos de estos centros, el uso de la bicicleta «supone numerosos e importantes beneficios para la salud, se trata de una de las actividades más completas para prevenir dolores de espalda, proteger articulaciones y mejorar el sistema circulatorio e inmunológico, así como para mantener una buena salud psíquica».

Montar en bicicleta

Según una encuesta de la OCU, el número de personas que usan la bicicleta en ciudad más de una vez a la semana ha aumentado «espectacularmente» en los últimos cuatro años, hasta llegar al 47% de los encuestados mientras que, de acuerdo con el el último Barómetro de la Bicicleta de la Dirección General de Tráfico, la cifra de personas que llega al trabajo en bici se ha duplicado en los últimos años.

El doctor Juan Luján, especialista en Cardiología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, ha explicado que montar en bicicleta es «un ejercicio aeróbico en el que se utiliza la parte superior e inferior del cuerpo, lo que la convierte en una actividad muy completa, que pueden realizar personas con problemas de sobrepeso o enfermedades cardiovasculares».

Reduce alrededor de un 20% el riesgo de infarto

Según el doctor José Nieto, especialista en Cardiología de Hospital Quirónsalud Murcia, «montar en bicicleta reduce alrededor de un 20% el riesgo de infarto: pedalear aumenta el ritmo cardiaco y baja la presión, de modo que el corazón economiza recursos. Además, se reduce el colesterol negativo, mientras que aumenta la cantidad de colesterol positivo, el responsable de proteger a los vasos sanguíneos».

De este modo, «aumenta la flexibilidad de los vasos, la sedimentación de la placa aparece con menos frecuencia, y disminuye el riesgo de una calcificación de las arterias», ha añadido. De igual modo, al pedalear el cerebro está mejor oxigenado y genera más endorfinas, las hormonas de la felicidad, que se generan en mayor medida gracias al ejercicio físico.

Evita los dolores de espalda

Sobre los dolores de espalda, una buena posición los evita, aunque el sillín de la bicicleta es el punto de apoyo corporal y se deberá ajustar para ir más cómodos y beneficiar la espalda. En este caso, el pedaleo fortalece la zona lumbar y previene la aparición de hernias discales.

Otro de los beneficios es que se consigue un sistema inmunológico más fuerte, según los expertos, ya que el pedaleo favorece la movilización de los fagocitos, que son las células que devoran bacterias del cuerpo.

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Salud y Bienestar

Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Especialistas del Departamento de Salud de la Ribera alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los fármacos.

Efectos nocivos que el calor puede provocar en los medicamentos

Teniendo en cuenta las altas temperaturas que suelen alcanzarse en estos meses, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo una correcta utilización de los fármacos, con especial atención a aquellos medicamentos que deben conservarse en frío o deben utilizarse tan pronto se hayan sacado de la nevera.

Según los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta, “las condiciones de conservación que indica un medicamento, se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

Por ello, antes de consumir cualquier medicamento, se debe comprobar su estado y su apariencia exterior, sobre todo en cremas, colirios, supositorios u óvulos, ya que por su aspecto se puede conocer su estabilidad.

Cuando nunca debes consumirlos

Si no se ha conservado correctamente o el producto ha cambiado al abrirlo, el medicamento no debe ser consumido bajo ningún concepto, ya que podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

Por lo que respecta a la conservación en casa, es aconsejable mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar.

Por ello, el personal experto recomienda no guardarlos en la cocina o el baño, estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día, y siempre lejos del alcance de los niños.

En cualquier caso, es importante que antes de tomar un medicamento se consulte con  profesionales sanitarios y se evite la automedicación.

Igualmente, cuando se adquiera por primera vez, se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que debe conservarse.

Viajar con medicamentos

En los trayectos por carretera, es recomendable no llevar los medicamentos en el maletero o la guantera del coche, ya que pueden llegar a alcanzar altas temperaturas.

Es imprescindible mantener las condiciones de transporte específicas para cada medicamento; es decir, los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC, deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado (sin llegar a congelar); por su parte, los fármacos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, han de transportarse en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.

Síndrome de agotamiento y golpe de calor

Por otro lado,  el personal especializado advierte de que algunos medicamentos pueden acentuar los efectos de las altas temperaturas, agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación, propiciar los golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes (empleados para regular el colesterol), los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

“Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayude a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación.

Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, concluyen Murcia y Broseta.

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