Síguenos

Fallas

GALERÍA| La gran entrega del palio arzobispal del papa Francisco al Arzobispo de Valencia

Publicado

en

palio papa

El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, recibió ayer el palio arzobispal bendecido por el Papa Francisco, en la eucaristía que se celebró en la Basílica de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, una ceremonia multitudinaria “cargada de solemnidad, de gran emotividad y mucho simbolismo”, en la que la entrega de esta insignia es un reconocimiento a los Arzobispos de cada provincia eclesiástica, de cada diócesis, y es signo de comunión con el Pontífice y con toda la Iglesia universal.

El Arzobispo de Valencia recibió el palio de manos del papa Francisco, ayer en la Basílica de San Pedro del Vaticano

Así lo expresa Quique Roig, secretario del Arzobispo de Valencia, a quien acompañó en la celebración de ayer junto al consejo episcopal y de una representación del Cabildo catedralicio.

 

“Fue una celebración cargada de solemnidad -como suele ser la festividad de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, que es patrón de Roma- y la Basílica de San Pedro estaba repleta de fieles, muchísimos sacerdotes concelebrando y con la presencia de todos los Arzobispos que de manos del papa Francisco recibieron el palio”, añade.

 

“El tono cercano del papa Francisco recuerda mucho al tono de monseñor Benavent”

Según explica Quique Roig, “es muy significativo” la conexión y similitud entre el papa Francisco y monseñor Enrique Benavent.

“El tono cercano del papa Francisco recuerda mucho al tono de don Enrique,  su conexión con el pueblo, con palabras cercanas, con discursos que no son de una gran altura teológica pero que llegan y nos hacen comprender la importancia de la palabra”, asegura.

Asimismo, se remarcó el “momento crucial de una Iglesia misionera en el que vivimos, de ser apóstoles como Pablo, de llevar este mensaje de salvación a los demás y ser mensajeros y portadores de un mensaje de alegría y de vida eterna que es al final lo que la Iglesia sigue anunciando”. En eso “hay una gran cercanía y una gran conexión entre el papa Francisco y nuestro señor Arzobispo don Enrique. Su discurso es comprensible y accesible para todo el mundo”, afirma Quique Roig.

Imposición del palio el 8 de octubre, en la Catedral de Valencia, por el Nuncio del Papa en España

Tras la entrega ayer del palio, se lo impondrá el Nuncio del Papa en España, monseñor Bernardito Auza, en una eucaristía en la Catedral de Valencia el próximo 8 de octubre.

Según recuerda el secretario del Arzobispo de Valencia, antes el palio se imponía y se entregaba el día de San Pedro, “pero para hacer más visible esta relación de fraternidad entre las Iglesias hermanas de cada provincia eclesiástica, el Papa Francisco quiso que el palio fuera entregado por su representante en cada Estado, a través del Nuncio, en una celebración en la que también están presentes todos los Obispos de la Provincia Eclesiástica y cuenta con la representación de los fieles de todas las diócesis”.

De esta forme, “se visibiliza esa unidad de la que habla el Papa y no se queda en algo solamente ceremonial o basado sólo en una insignia, sino que poco a poco va cultivándose esa unidad de la Iglesia y visibilizando ante el mundo”.

Igualmente, según explica Quique Roig, “en la celebración de ayer vimos al Papa bastante enérgico, presidió la liturgia y dirigió las palabras de la homilía y después de retirarse todos los concelebrantes el Papa salió por el pasillo central de la Basílica de San Pedro y pudo ser saludado por los fieles y terminó la celebración”, ha afirmado.

“Óbolo de San Pedro”, este domingo 2 de julio

El Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, decretó trasladar este año la solemnidad extrínseca de la festividad de San Pedro y San Pablo al domingo 2 de julio, manteniéndose, el día 29 de junio, su celebración litúrgica.

El traslado tiene lugar “ante la festividad de San Pedro y San Pablo, de honda significación litúrgica en el calendario romano y tomando en consideración la devoción que nuestra querida Archidiócesis ha dispensado siempre a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y los sentimientos de afecto y adhesión que profesa hacia el Santo Padre, cabeza visible de la Iglesia, sucesor de San Pedro y garantía de su unidad”.

Para ello, para que la Archidiócesis de Valencia “viva la solemnidad con profundo sentido de comunión y solidaridad eclesial”, el Arzobispo ha dispuesto que “en todas las iglesias abiertas al culto, parroquiales y no parroquiales, en las misas del sábado, día 1 y en las del domingo, 2 de julio, con asistencia de fieles, se celebre la Misa de la solemnidad de San Pedro y San Pablo”.

Asimismo, dispone que la predicación de este día esté dedicada al “ministerio petrino” como signo visible de la unidad de la Iglesia, de la sucesión apostólica y de la verdad evangélica y que se exhorte a los fieles a rezar por el Papa Francisco y a agradecer a Jesucristo el don del “ministerio petrino” concedido a su Iglesia.

También se exhorta a los fieles a colaborar generosamente en la colecta de este día, llamada tradicionalmente “Óbolo de San Pedro”, destinada “a ayudar al Papa en las múltiples necesidades que le impone el ejercicio de su ministerio pastoral universal”.

 

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Fallas

Homenaje al artista fallero Manuel Algarra en el corazón del barrio que vio crecer su arte

Publicado

en

homenaje artista fallero Algarra,
Fotos: TONI CORTÉS

VALÈNCIA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha participado este sábado en el homenaje al artista fallero Manuel Algarra, fallecido en 2022, en un emotivo acto en el que se ha descubierto una placa en su memoria en la confluencia de las calles donde el creador alcanzó algunos de sus mayores éxitos. El acto ha reunido a su familia y a las comisiones Almirante Cadarso-Conde Altea y Maestro Gozalbo-Conde Altea, dos demarcaciones fundamentales en la carrera del artista y en las que dejó monumentos que hoy forman parte de la historia reciente de las Fallas.

La alcaldesa ha destacado la amplia trayectoria profesional de Manuel Algarra y ha subrayado el «respeto que se ganó de todo el gremio y el amor que desprendió de su trabajo y que iluminó nuestra fiesta más querida».

«Gracias por haber demostrado que la grandeza no se mide sólo en premios, sino en la huella que un artista deja. Y la huella de Manolo Algarra es profunda, luminosa y eterna», ha subrayado la alcaldesa, según ha informado el consistorio en un comunicado.

Un homenaje para un referente imprescindible del arte fallero

El acto ha simbolizado no solo el reconocimiento institucional, sino también el cariño del mundo fallero hacia uno de los artistas más queridos y admirados. La ubicación de la placa —en un enclave que tantas veces recorrió mientras supervisaba sus monumentos— convierte este punto de la ciudad en un nuevo espacio de memoria fallera, donde vecinos, falleros y visitantes podrán recordar su contribución a la fiesta.

Manuel Algarra fue uno de los artistas falleros con mayor proyección de las últimas décadas, autor de monumentos que se caracterizaban por la precisión técnica, el cuidado por la composición y una sensibilidad artística capaz de combinar sátira, belleza y narrativa visual. Los monumentos que firmó en secciones tan exigentes como la Especial lo consolidaron como un creador único, cuya evolución marcó un antes y un después en la estética fallera contemporánea.

Fotos: TONI CORTÉS

Un legado que sigue vivo en cada falla plantada

Durante el homenaje, familiares, amigos y representantes del sector han recordado su carácter humano, su capacidad de liderazgo en el taller y la pasión con la que afrontaba cada proyecto. Algarra no solo fue un artista premiado, sino un profesional respetado por varias generaciones de artesanos, que lo consideran un referente en técnica, creatividad y entrega.

El acto de este sábado se suma a las numerosas muestras de cariño recibidas desde su fallecimiento en 2022, y simboliza la voluntad de la ciudad de preservar su legado para las nuevas generaciones. Para muchos, Manuel Algarra no solo deja grandes fallas, sino una forma de entender el oficio basada en la humildad, el esfuerzo y el amor por la fiesta.

Continuar leyendo