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Salud y Bienestar

¿Por qué las bacterias son resistentes a los antibióticos?

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VALÈNCIA, 24 Jul. – Un equipo de investigadores liderado por el científico valenciano José Rafael Penadés, de la University of Glasgow, ha hallado un nuevo mecanismo para la comprensión del proceso evolutivo de las bacterias, clave en el actual contexto de crisis sanitaria por el aumento de las resistencias a los antibióticos, según ha informado este miércoles el CEU San Pablo en un comunicado.

El hallazgo, publicado este miércoles en la revista científica Molecular Cell, revela cómo las islas de patogenicidad de las bacterias que causan infecciones más virulentas «secuestran» virus para expandirse con mayor rapidez en el medio natural y convertir bacterias inocuas en patógenos virulentos.

El estudio describe el movimiento de las islas de patogenicidad encontradas en los cromosomas de bacterias y superbacterias resistentes a los antibióticos como un mecanismo evolutivo inteligente.

Estas islas de patogenicidad, que han denominado «Phage-Inducible Chromosomal Islands» o PICIs, constituyen una nueva familia de elementos genéticos móviles presentes en las bacterias patógenas que juegan un papel importante en su evolución y en el desarrollo de su resistencia a los antibióticos.

Por tanto, las PICIs son clínicamente importantes porque transportan y diseminan genes de virulencia patógena y resistencia antibiótica a otras bacterias y la transferencia de este material genético está en el origen del aumento de ‘clones’ de las bacterias y superbacterias más virulentas y resistentes.

MECANISMO EVOLUTIVO INTELIGENTE
Al respecto, el profesor José Rafael Penadés, investigador principal del estudio, ha explicado que «la relevancia del hallazgo radica en que hemos descrito cómo las islas de patogenicidad de las bacterias más peligrosas secuestran y retienen a los virus para servirse de ellos en su proceso de expansión a otras bacterias».

Por eso, ha señalado que se ha denominado a este proceso como el «secuestro del secuestrador». Un proceso que demuestra la inteligencia evolutiva de esta parte del material genético presente en las bacterias.

Así, las islas de patogenicidad son capaces de detectar virus bacterianos y ‘secuestrarlos’ para expandirse a otras bacterias, en un mecanismo evolutivo verdaderamente inteligente para hacer más rápida su expansión y, como consecuencia, más efectiva su capacidad de infección». De hecho, esta actividad de las islas de patogenicidad se ha detectado ya en un proceso infeccioso muy grave: el síndrome de shock tóxico.

EQUIPO INVESTIGADOR
El investigador valenciano José Rafael Penadés fue el primer jefe de estudios de la Facultad de Veterinaria del CEU y continúa colaborando con el Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia desde la University of Glasgow, donde desarrolla su labor investigadora en el Institute of Infection, Immunity and Inflammation de la universidad británica.

El equipo liderado desde Glasgow por Penadés, ha estado integrado por la investigadora de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) Roser Martínez Rubio, y por Alberto Marina y Rafael Ciges, del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC), junto a científicos de la Shaqra University de Arabia Saudí y la National University of Singapore.

El estudio ha contado para su desarrollo con la financiación del Medical Research Council (MRC), el Biotechnology and Biological Services Research Council (BBSRC), la fundación Wellcome Trust y el programa Advanced Grant del European Research Council (ERC).

Fuente: (EUROPA PRESS)

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Salud y Bienestar

Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Especialistas del Departamento de Salud de la Ribera alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los fármacos.

Efectos nocivos que el calor puede provocar en los medicamentos

Teniendo en cuenta las altas temperaturas que suelen alcanzarse en estos meses, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo una correcta utilización de los fármacos, con especial atención a aquellos medicamentos que deben conservarse en frío o deben utilizarse tan pronto se hayan sacado de la nevera.

Según los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta, “las condiciones de conservación que indica un medicamento, se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

Por ello, antes de consumir cualquier medicamento, se debe comprobar su estado y su apariencia exterior, sobre todo en cremas, colirios, supositorios u óvulos, ya que por su aspecto se puede conocer su estabilidad.

Cuando nunca debes consumirlos

Si no se ha conservado correctamente o el producto ha cambiado al abrirlo, el medicamento no debe ser consumido bajo ningún concepto, ya que podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

Por lo que respecta a la conservación en casa, es aconsejable mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar.

Por ello, el personal experto recomienda no guardarlos en la cocina o el baño, estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día, y siempre lejos del alcance de los niños.

En cualquier caso, es importante que antes de tomar un medicamento se consulte con  profesionales sanitarios y se evite la automedicación.

Igualmente, cuando se adquiera por primera vez, se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que debe conservarse.

Viajar con medicamentos

En los trayectos por carretera, es recomendable no llevar los medicamentos en el maletero o la guantera del coche, ya que pueden llegar a alcanzar altas temperaturas.

Es imprescindible mantener las condiciones de transporte específicas para cada medicamento; es decir, los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC, deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado (sin llegar a congelar); por su parte, los fármacos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, han de transportarse en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.

Síndrome de agotamiento y golpe de calor

Por otro lado,  el personal especializado advierte de que algunos medicamentos pueden acentuar los efectos de las altas temperaturas, agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación, propiciar los golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes (empleados para regular el colesterol), los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

“Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayude a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación.

Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, concluyen Murcia y Broseta.

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