En el año 1223, san Francisco de Asís inventó la tradición belenística en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). Esta costumbre pronto comenzó a extenderse y a partir del siglo XV se empezó a generalizar la costumbre del belén. Pero lo que tal vez no sepas es que el primer belén napolitano de España fue valenciano.
Belén napolitano
Un belén napolitano está cargado de detalles que mezclan los textos bíblicos con escenas costumbristas. Llenas de realismo y detalles que los convierten en auténticas instantáneas llenas de vida con esos vestuarios elaborados a mano con sedas naturales, figuras que llevan joyas o ese organillo que suena al activar la manivela.
Carlos III y el primer belén valenciano
El primer belén napolitano en España se lo debemos al rey Carlos III, el que es considerado como «el mejor alcalde de Madrid», quien trajo de Italia la moda del belén en 1760 (había sido antes rey de Nápoles y Sicilia)
El monarca quiso regalar a su hijo, el futuro Carlos IV, el que se conoce como «Belén del Príncipe». Fue realizado por un valenciano en 1788-1789, el escultor José Esteve Bonet.
Esteve que tenía gran fama como artista asumió el que sería uno de los trabajos más importantes y exitosos de su vida.
Esteve realizó con sus propias manos 180 figuras de 50 centímetros de altura y contó con la ayuda del también valenciano José Ginés Marín, y el murciano Francisco Salzillo.
Este magnífico belén llegó a tener 6.000 figuras, muchas de ellas traídas desde Italia y otras confeccionadas por alfareros españoles.
Las costumbres valencianas en el belén
Cada representación estaba elaborada de barro o porcelana y mostraban las costumbres valencianas y de la vida en nuestra tierra. Huertanos de Valencia, labradores de Nules, bailadores, datileros de Elche, turroneros de Jijona, arroceros de Sueca y artesanos de varias comarcas valencianas entre otros oficios.
Fue costumbre cuando llegaba la Navidad que toda la Familia Real colaborara en la puesta a punto del belén, vistiendo a cada personaje con ricos vestidos y ropajes.
El monarca dedicó toda una sala del Palacio Real a este inmenso belén que supuso el origen de una tradición que ahora podemos disfrutar en nuestros hogares.
Aquella práctica palaciega se extendió entre la aristocracia y las clases altas y muy pronto, por el resto de ciudades y pueblos de España.
El valenciano José Esteve, nacido en València en 1741 y que falleció en la misma ciudad en 1802, es el padre del primer belén napolitano que hubo en España.
El belén olvidado en un desván
Pero a veces la historia no es justa y por culpa de guerras y los problemas políticos que vivió años más tarde nuestro país el Belén del Príncipe permaneció muchos años en el olvido en los desvanes de Palacio.
Por fin en el año 1988 fue descubierto y recuperado, aunque únicamente se conservaban 80 de las 6000 figuras que lo componían.
Estatuillas fueron destruidas o robadas
¿Qué sucedió con el resto de ellas? Las estatuillas fueron destruidas o robadas durante los años que permaneció en aquel desván.
Afortunadamente aunque solo sea una mínima parte de lo que fue cada año podemos visitarlo durante la temporada navideña en el Salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid y disfrutar de esta parte de nuestra historia.
José Esteve en la Comunitat
En muchos rincones de la Comunidad Valenciana podemos admirar el arte y el oficio de José Esteve en numerosas iglesias donde esculpió.
Aunque muchas desaparecieron por saqueos y durante los periodos de guerras su rastro permanece en València, Xàtiva, Agullent, Alaquàs, Albaida, Alzira, Alcoy, L´Alcudia, Bañeres, Benaguasil, Benicarló, Benicàssim, Benilloba, Biar, Buñol, Canyamelar, Alicante, Castellón, Cocentaina, Elda, Elx, Chiva, Jérica, Jijona, Llombay, Sagunt, Museros, Oliva, Onil, Ontinyent, Orihuela, Otos, Paiporta, Pedralba, Cartuja de Porta Coeli, Puig, Puçol, Rafol de Almunia, Rafol de Salem, Real de Gandia, Ribarroja, Segorbe, Senyera, Soneja, Tabernes, Torrent, Valldigna, Villafamés, Villena o Vinaroz, entre otras.
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