Salud y Bienestar
¿Qué son los probióticos naturales y en qué alimentos encontrarlos?
Publicado
hace 11 mesesen
Así como hay bacterias y levaduras malas que pueden ser muy perjudiciales para la salud, también hay bacterias y levaduras buenas que pueden traer una enorme cantidad de beneficios al organismo. Un ejemplo de esto último son los probióticos naturales, microorganismos que, si se introducen al cuerpo en cantidades correctas, suponen una serie de ventajas para la persona que los consume. Pero, qué son los probióticos naturales y en qué alimentos encontrarlos.
Justamente, son sus propiedades comprobadas las que han hecho que sean cada vez más las personas interesadas en tomar probióticos, de hecho, si estás leyendo esto es porque seguramente tú también quieras beneficiarte de ellos. Respondamos a estas y otras interrogantes a lo largo de este artículo.
¿Qué son los probióticos naturales?
Los probióticos naturales son microorganismos vivos (bacterias y levaduras) que surgen de un proceso de fermentación natural, tras consumirlos habitan en la microbiota o flora intestinal y entre sus funciones principales se encargan de absorber los nutrientes de los alimentos, proteger al cuerpo de microorganismos peligrosos y fortalecer el sistema inmunológico.
Los principales probióticos naturales son cepas bacterianas de Lactobacilos y de Bifidobacterias, dentro de las cuales existen diferentes tipos de probióticos que realizan distintas funciones dentro del cuerpo humano.
Estos microorganismos deben consumirse en cantidades suficientes con la intención de que se mantengan activos en el tracto digestivo para así favorecer la flora intestinal y aprovechar sus propiedades.
Beneficios de los probióticos naturales
Los beneficios de los probióticos naturales van desde favorecer la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico, hasta combatir enfermedades y mejorar procesos alérgicos.
Esto se debe a que estos microorganismos tienen la capacidad de habitar en la microbiota -que es donde ocurren procesos metabólicos importantes y desde donde se protege al organismo de bacterias perjudiciales- y de permanecer vivos durante el tránsito intestinal, manteniendo así el correcto equilibro dentro del tracto digestivo.
Alimentos y bebidas que contienen probióticos naturales
Entre los alimentos que tienen más concentración de probióticos en su contenido, se pueden mencionar los siguientes:
Yogurt
El yogurt es un alimento delicioso hecho a partir de leche (de vaca, la gran mayoría de veces) y de cepas bacterianas de lactobacilos, lo que quiere decir que es rico en probióticos. No obstante, al hacer la compra, lo mejor será elegir un yogurt natural, ya que los pasteurizados tienen muy pocos o ningún microorganismo vivo en su interior.
Kombucha
La kombucha es un té que contiene una elevada cantidad de microorganismos, razón por la que es una fuente de probióticos por excelencia. Esto se debe a que se obtiene de la fermentación de té negro y/o té verde, con azúcar y una simbiosis de levaduras y bacterias denominado SCOBY, que es el hongo encargado de conferirle a la infusión todas sus propiedades.
Kéfir
El kéfir es un producto lácteo fermentado que en apariencia se asemeja al yogurt. Este alimento se obtiene a partir de la fermentación de leche con un cultivo de bacterias y levaduras, que le aportan una elevada cantidad de probióticos que benefician el organismo.
Chucrut
El chucrut es un alimento probiótico de origen europeo que consiste en col blanca fermentada. Sirve como guarnición de diferentes tipos de platillos y además de su exquisito sabor y su crujiente textura, muchas personas hoy en día lo consumen para aprovechar los estupendos beneficios que ofrece a la salud.
Kimchi:
Un plato coreano hecho de col fermentada y otros vegetales, sazonado con ajo, jengibre y chiles. Al igual que el chucrut, el kimchi es una fuente de probióticos.
Miso:
Es una pasta fermentada hecha de soja, cebada o arroz. Se utiliza comúnmente en la cocina japonesa para hacer sopa de miso. El miso también puede contener bacterias probióticas.
Tempeh:
Es un producto a base de soja fermentada que contiene bacterias beneficiosas. Además, es una buena fuente de proteínas.
Pickles (en vinagre):
Los pepinillos encurtidos en vinagre pueden contener bacterias probióticas si se hacen mediante el proceso de fermentación en lugar de simplemente encurtidos en vinagre.
Productos lácteos fermentados:
Aparte del yogur, otros productos lácteos fermentados, como el queso, pueden contener ciertas cepas de bacterias beneficiosas. No todos los quesos son ricos en probióticos, pero algunos tipos pueden ser una fuente.
Alimentos fermentados en salmuera:
Además de chucrut y pickles, otros alimentos fermentados en salmuera, como las aceitunas, pueden contener bacterias beneficiosas.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
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20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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