Salud y Bienestar
Recigarum, el nuevo medicamento para dejar de fumar en 25 días
Publicado
hace 2 añosen
El Ministerio de Sanidad financia un segundo fármaco, se trata de Recigarum, el nuevo medicamento para dejar de fumar en 25 días. Actúa de manera parecida al fármaco que se aprobó en febrero, el Todacitan, que ya han probado muchos españoles para dejar atrás su adicción, algunos con éxito, otros no.
Este medicamento ayuda a dejar de fumar y alivia la ansiedad que se produce cuando se abandona el hábito tabáquico.
El uso de citisiniclina, señala el prospecto de Recigarum, permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina sin síntomas de abstinencia (por ejemplo, estado de ánimo deprimido, irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse, insomnio, aumento del apetito).
Un envase de Recigarum que presenta 100 comprimidos, resulta suficiente para un tratamiento completo. Para que el proceso resulte eficaz se debe dejar de fumar no más tarde del quinto día de tratamiento puesto que podría empeorar las reacciones adversas.
Este fármaco tiene un precio de 111 euros, aunque con receta el paciente obtendrá un descuento del 60% o más, según sus ingresos.
Ayuda para dejar de fumar y para aliviar la ansiedad que se produce cuando se deja de fumar. El objetivo del tratamiento de citisiniclina es el abandono permanente del hábito de fumar.
El uso de citisiniclina permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina sin síntomas de abstinencia de la nicotina (por ejemplo, estado de ánimo deprimido, irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse, insomnio, aumento del apetito).
No use Recigarum si es alérgico a la citisiniclina o a alguno de los demás componentes de este medicamento, si padece angina inestable, si tiene antecedentes de infarto de miocardio reciente, si sufre de arritmias cardíacas con relevancia clínica, si ha tenido recientemente un derrame cerebral, si está embarazada o en período de lactancia.
Siga exactamente las instrucciones de administración de este medicamento indicadas por su médico. En caso de duda, consulte de nuevo a su médico o farmacéutico.
Un envase de Recigarum (100 comprimidos) es suficiente para un tratamiento completo. La duración del tratamiento es de 25 días. Recigarum es para uso oral y debe tomarse con una cantidad adecuada de agua de acuerdo con la pauta indicada a continuación.
Según el prospecto del medicamento, un envase de Todacitan con 100 comprimidos es suficiente para un tratamiento completo de 25 días. Se debe tomar por vía oral siguiendo la siguiente pauta:
La duración del tratamiento es de 25 días.

Un envase de 100 comprimidos es suficiente para un ciclo de tratamiento completo.
Debe dejar de fumar a más tardar el 5.º día de tratamiento.
En caso de fracaso del tratamiento, este debe interrumpirse y podrá reanudarse después de 2 o 3 meses, aunque solo se financiará un tratamiento al año de cualquier fármaco para deshabituación.
La posología es compleja.

La citisina es un alcaloide vegetal. Compite con la nicotina por los mismos receptores y la desplaza gradualmente. Permite una reducción paulatina de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia.
Actualmente, el precio de Todacitan es de 116,93 euros. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el costo para los trabajadores activos puede variar entre 46,77 euros y 70,16 euros, dependiendo del nivel de aportación del paciente. Es importante tener en cuenta que los servicios de salud estatales o de la comunidad autónoma solo financian un tratamiento al año. En caso de no tener éxito en el primer intento, el costo del tratamiento de recaída deberá ser asumido por el paciente.
Publicado
hace 22 horasen
26 noviembre, 2025
Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.
Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.
Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.
Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.
El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.
El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.
En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.
Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.
Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.
Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.
Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.
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