Internet Segura For KIds(IS4K) liderado y coordinado por la SESIAD (Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y Agenda Digital) lanza una advertencia de cara a los regalos de Navidad para niños que contengan cámaras o sean aplicaciones móviles. Desde hace tiempo los juguetes electrónicos se han hecho un hueco en casa y en las peticiones de cumpleaños y Navidades de los niños. Está claro que tienen unas posibilidades impensables en otros juguetes más convencionales, pero cuando incluyen la opción de conectarse a Internet o a un dispositivo móvil, los padres deben estar al tanto de sus implicaciones para la seguridad de la familía.
IS4K advierte de riesgos de los juguetes conectados, como el acceso a contenidos inapropiados, el contacto con desconocidos y la recopilación de información del menor y su familia. En los catálogos de juguetes ¿hay algo que deba preocupar a los padres?
Tablets y teléfonos móviles
Siguen siendo uno de los regalos estrella ¡y eso que no son juguetes! Abren un mundo de posibilidades educativas y lúdicas, pero al mismo tiempo suponen un gran reto a nivel de acceso a contenidos, contacto con otras personas, difusión de información e imágenes privadas, etc.
Si piden uno de estos dispositivos, quizás debamos preguntarnos primero por su utilidad/necesidad y el grado de madurez del menor, más allá de si tiene edad para tener móvil o si todos sus amigos tienen tablet menos él. Si finalmente llega el regalo, es necesario tener claro como configurarlo para minimizar los riesgos, hay que conocer las peculiaridades de los sistemas Android y de los iPhone y iPad.
Es recomendable llegar a un acuerdo familiar de carácter educativo sobre el buen uso de la tablet o el buen uso del móvil.
Juguetes con cámaras
Se trata de juguetes que pretenden imitar las nuevas tendencias entre los adultos, trasladándolas al público infantil y juvenil. A pesar de ser tan diferentes entre sí (por ejemplo cámaras de acción, smartwatches o relojes inteligentes, drones, cámaras y palos selfie…) tienen dos características en común, que utilizadas de forma inconsciente pueden traerles serios problemas: la disponibilidad de cámara (y micrófono), y la conexión a Internet (directamente o a través de un teléfono o tablet).
Para evitar problemas, conviene que en casa se hable sobre ello y estar de acuerdo en seguir unas pautas sencillas:
Respetar a los demás, no sacar fotos a nadie que no quiera, borrar las fotos si se lo pide alguien que sale en ellas, cuidar la privacidad de los demás y no sólo de sus amigos, sino de cualquier persona, también de sus padres, hermanos, abuelos… Las fotos o vídeos de la intimidad familiar pueden traernos consecuencias al resto de miembros de la familia.
Cuidar su propia imagen (no sacándose fotos que no les gustaría que viera cualquier persona, por ejemplo los padres, abuelos, profesores, vecinos), evitar dar información privada como contraseñas (si se graban desbloqueando el móvil, entrando en cuentas de redes sociales), detalles íntimos (fotos desnudos o en ropa interior, confidencias y secretos), localización (la puerta de casa, las vistas desde las ventanas), etc.
Controlar la conexión con otros dispositivos (teléfono, tablet, ordenador), para que únicamente se haga con dispositivos propios, no sobre los de amigos u otras personas a fin de evitar que esas imágenes y vídeos queden en su control. Seguir las mismas pautas de precaución a la hora de compartir las imágenes, sólo las que sean apropiadas y con las personas que se desea, pues se pierde el control de todo lo que se comparte.
Juguetes con aplicación para móvil o tablet
Empieza a ser habitual encontrarse juguetes (por ejemplo robots programables, peluches conectados, vídeos y animaciones stop motion…) y otros productos dirigidos a menores que ofrecen aplicaciones móviles (apps) gratuitas para extender las funcionalidades del producto, reforzar la imagen de marca y fidelizar la clientela. Sin embargo, estas posibilidades llevan consigo nuevos riesgos por lo que debemos prestar atención a su configuración:Revisar los permisos de las aplicaciones: evitar instalar nada que pueda ser arriesgado, por ejemplo si solicita permisos excesivos para su propósito o no explica los motivos por los que los necesita. En caso de disponer de un sistema operativo que permita anular permisos individuales (por ejemplo Android versión 6), se pueden limitar aquellos que consideremos excesivos.
Controlar la información pública o de perfil: en algunos casos las apps pueden pedir crear una cuenta de usuario para utilizar sus funciones. Conviene informarse de qué información solicitan y si se va a hacer pública.
Cuidado con las opciones de comunicación: algunas apps pueden incluir el contacto con otros jugadores, con el mismo juguete o con cualquier teléfono móvil o tablet, de modo que los menores deben evitar el contacto con desconocidos, tratar a sus amigos con respeto y cuidar los mensajes e imágenes que comparten.
En conclusión, si combinamos juguetes, cámaras e Internet, tenemos muchísimas más posibilidades de juego, aunque también riesgos… Más vale que sigamos las mismas pautas de precaución que con los propios móviles, tablets y redes sociales.
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