València, 17 ene (EFE).–
El fuerte temporal marítimo y las nevadas que afectan a la Comunitat Valenciana han generado importantes incidencias. Desde las 06:30 horas, el puerto de Valencia permanece cerrado al tráfico marítimo debido al mal estado del mar. Mientras tanto, en el interior de la provincia de Castellón, es obligatorio el uso de cadenas para circular por la CV-15, especialmente en el tramo que atraviesa el puerto de Ares del Mestre por acumulaciones de nieve.
Según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, el resto de las carreteras de la región son transitables, aunque se recomienda extremar la precaución. Unidades forestales de Vistabella, Castellfort y Ballestar, en colaboración con voluntarios de Alcalatén, realizarán rutas de vigilancia durante la mañana para evaluar los efectos del temporal.
En cuanto a incidencias, el consorcio de bomberos de Castellón no ha reportado intervenciones durante la noche. Sin embargo, el consorcio de bomberos de Alicante atendió hasta cuatro emergencias en localidades como Ibi, Onil y Banyeres de Mariola, donde varios vehículos quedaron atrapados por la nieve.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene avisos de nivel amarillo en varias zonas de la región. Estos incluyen riesgo por lluvias que podrían alcanzar hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora, tormentas con granizo pequeño, y nevadas que podrían acumular espesores de 10 centímetros en el interior norte de Castellón y 5 centímetros en el interior sur, a partir de cotas de 900-1.000 metros. Además, persiste la alerta amarilla por temporal marítimo, con un impacto significativo en la costa.
El cierre de los puertos debido a las condiciones meteorológicas adversas tiene varias consecuencias tanto para las operaciones portuarias como para la economía local y regional. Aquí te explico las principales repercusiones:
1. Interrupción en el tráfico marítimo y operaciones comerciales
El cierre de los puertos afecta directamente al tráfico marítimo, lo que provoca la suspensión de la entrada y salida de barcos. Esto incluye tanto las operaciones de carga y descarga de mercancías como el transporte de vehículos, contenedores y pasajeros. En el caso del puerto de València, se ha decidido suspender la recepción de vehículos portacontenedores en la terminal APM por seguridad, lo que retrasa la logística y puede afectar la cadena de suministro.
2. Impacto en el comercio internacional
València y Gandia son puertos clave para el comercio internacional. València, en particular, es uno de los puertos más grandes de Europa, y cualquier interrupción en su actividad puede afectar importaciones y exportaciones, especialmente de productos perecederos o materiales sensibles al tiempo. La carga de contenedores también puede verse afectada, lo que genera retrasos en los plazos de entrega y aumento de los costos de transporte.
3. Efecto en la economía local
La paralización de actividades portuarias también tiene un impacto económico directo en la región. Los puertos de València y Gandia son esenciales para el empleo en la zona, no solo en las propias instalaciones portuarias, sino también en sectores como la logística, el transporte y la industria marítima. La interrupción en la actividad puede afectar a las empresas que dependen de la entrada y salida de mercancías, creando una cadena de retrasos en la producción y distribución de bienes.
4. Retrasos en los transportes de pasajeros y turismo
Si bien los puertos de València y Gandia también manejan un tráfico de pasajeros, especialmente en temporada alta de turismo, los cierres pueden generar inconvenientes para los viajeros. La interrupción de las conexiones marítimas afecta a las rutas de ferris, que son utilizadas tanto por turistas como por residentes que viajan a las islas Baleares o a otras localidades. En temporadas de alta demanda, estos cierres pueden generar cancelaciones de viajes y reprogramaciones, lo que afecta a las empresas turísticas locales.
5. Aumento del riesgo operativo para los barcos
Durante el cierre, los barcos no pueden ingresar ni salir de los puertos, lo que limita la operatividad del transporte marítimo. Las tripulaciones deben esperar en el mar o buscar puertos alternativos para amarrar, lo que también puede implicar un aumento de los costos y la navegación en condiciones más peligrosas si el temporal se agrava. Además, las autoridades portuarias deben garantizar la seguridad de las embarcaciones que están en espera o que han quedado atrapadas por el cierre.
6. Problemas en las infraestructuras
Los cierres de puertos también pueden poner presión sobre otras infraestructuras cercanas, como el puerto de Sagunto, que, aunque reabrió rápidamente, también experimentó condiciones adversas similares. Estos cierres pueden causar un efecto dominó en las operaciones de otros puertos cercanos, alterando el flujo de tráfico en toda la región.
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