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Valencia

Thyssenkrupp anuncia el cierre de Galmed Sagunto y el despido de un centenar de empleados

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Thyssenkrupp anuncia cierre de Galmed Sagunto
Trabajadores de la empresa Thyssenkrupp Galmed en Sagunto, en 2013, en una manifestación convocada para evitar el cierre de la planta, que cerró y posteriormente se reabrió. EFE/Kai Försterling/Archivo
València, 23 nov (OFFICIAL PRESS-EFE).- La compañía alemana ThyssenKrupp ha anunciado el cierre de su planta Galmed en Sagunto(Valencia), de acero galvanizado, y el despido del centenar de trabajadores de la factoría.

El grupo ha comunicado el cierre de la planta por «un significativo empeoramiento del mercado automovilístico europeo», muy por debajo de las expectativas y previsiones originales en las que se basó la estrategia «Business Segment», que lleva a la reducción de las perspectivas de demanda de galvanizado.

Thyssenkrupp anuncia el cierre de Galmed Sagunto

Así lo ha anunciado el director de Thyssenkrupp Galmed, Tiago Vieira, al comité de empresa en una carta en la que avanza que en las próximas semanas se desarrollarán soluciones viables para todos los empleados, según recoge el documento.

Las conversaciones con el comité se iniciarán en Sagunto de forma inmediata, añade el responsable, que también avanza que mantienen conversaciones con PowerCo para identificar posibilidades de empleo para los trabajadores en la futura gigafactoría de celdas de baterías de Sagunto.

En este sentido, señala que la cualificación de la plantilla de Galmed «resulta muy interesante» para las vacantes de la gigafactoría, una planta del grupo Volkswagen que comenzará a construirse a principios de 2024 con vistas a producir en 2026.

Thyssenkrupp llevó a cabo un análisis detallado de la rentabilidad de las diez líneas de galvanizado existentes en todas sus ubicaciones y concluyó que el cierre de la línea de Sagunto es «inevitable» desde una perspectiva económica y de mercado.

La capacidad de la línea ya está infrautilizada, una tendencia que se intensificará a corto plazo, lo que supone que no será posible operar la línea de forma económica en un futuro próximo.

Thyssenkrupp

Thyssenkrupp es una empresa alemana diversificada con presencia global, y su nombre completo es Thyssenkrupp AG. La compañía tiene su origen en la fusión de dos empresas alemanas prominentes, Thyssen AG y Krupp AG, que se llevó a cabo en 1999. Desde entonces, Thyssenkrupp ha evolucionado para convertirse en un conglomerado industrial con actividades en diversos sectores.

Las áreas de negocio de Thyssenkrupp incluyen tecnologías industriales, materiales y servicios. La empresa opera en sectores como la ingeniería, la construcción naval, la automoción, los componentes industriales, los materiales, los bienes de equipo, y más. Thyssenkrupp ha estado involucrada en la producción de acero, ascensores y escaleras mecánicas, tecnologías automotrices, plantas industriales, entre otros.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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