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Valencia

Ximo Puig ve como prioridad «salvar vidas, empleos y familias»

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ximo puig discurso de fin de año

València, 31 dic (EFE).- El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que la prioridad es «salvar vidas, salvar empleos y salvar familias» y ha anunciado que la Comunitat Valenciana recibirá en solo tres años cinco veces más de recursos europeos que en la últimas década y media, lo que le permitirá una salida de la crisis «más rápida, vigorosa y transformadora».

En su discurso de Fin de Año ha destacado que se abre una «década de oportunidad» que permitirá crear 90.000 puestos de trabajo en los próximos tres años con el impulso de la Unión Europea (UE) y ha recordado a las 2.800 familias que han perdido a un ser querido por la pandemia del coronavirus.

El jefe del Consell ha calificado el año 2021 como el «de la financiación justa», para hacer viable una «España de Españas, que suture heridas, promueva la reconciliación y genere complicidades», y el «año de la esperanza».

Igualmente, ha agradecido a la sociedad valenciana su «extraordinario esfuerzo» y destacado la labor de los servidores públicos en hospitales, centros de salud, residencias, cuerpos de seguridad y aulas, «que han arriesgado la vida por personas desconocidas, y han enaltecido nuestro modelo social de bienestar».

SALVAR VIDAS, EMPLEOS Y FAMILIAS

Con la Nau de la Universitat de València como escenario, Puig ha manifestado en su mensaje que los fondos europeos contribuirán a generar «empleos de calidad asociados al conocimiento, a la nueva industria, a la sostenibilidad de las nuevas energías y a la digitalización» y ha valorado la «respuesta solidaria» de la UE, «muy distinta a la de la crisis financiera anterior».

«Cerramos este fatídico 2020 y empieza un año con el que estrenamos una década decisiva, la década de las oportunidades y la década de la esperanza», ha sostenido, tanto «por la llegada de la vacuna como por la reactivación impulsada desde la Unión Europea».

Ha asegurado que la prioridad del Consell «en estos meses tan difíciles que tenemos por delante, es salvar vidas, salvar empleos y salvar familias» y, tras recordar a las familias de los fallecidos por la pandemia, el president ha trasladado un mensaje de ánimo a las personas que permanecen ingresadas.

PÉRDIDAS Y GRANDES FORTALEZAS

Durante su mensaje, ha destacado que, pese a que la pandemia «ha privado de la salud, la familia, el trabajo y, a veces, de las libertades», también ha visibilizado tres grandes fortalezas, entre ellas, los servidores públicos y el «gran tejido de empresas, de cooperativas, de autónomos, de trabajadores, plenamente comprometidos con la prosperidad».

La tercera gran fortaleza, es el pueblo valenciano que, a su juicio, ha demostrado ser «inmensamente fuerte, prudente y convencido», rompiendo con el estereotipo del «meninfotisme» y «practicando el mejor patriotismo: el de los valores, el civismo y la responsabilidad”.

VÍA VALENCIANA

También se ha referido a la «vía valenciana», como el camino de los gobernantes para evitar «la crispación y las trincheras» y ha asegurado que «es tiempo de gestión, eficacia y ‘trellat'».

En este sentido, ha destacado la reciente aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2021 «con el mayor apoyo de la historia del autogobierno», al que se suma la aprobación de los primeros Presupuestos Generales del Estado en los últimos tres años, y el acuerdo sobre el Brexit «menos Brexit posible».

Asimismo, ha puesto como ejemplo la capacidad de la sociedad valenciana de «forjar un consenso para encarar la recuperación», a través de los tres pactos alcanzados durante el principio de la pandemia: el acuerdo social con patronal y sindicatos, la alianza institucional con diputaciones y ayuntamientos, y el pacto político secundado por el 90 % de Les Corts.

FINANCIACIÓN JUSTA Y MODELO TERRITORIAL

Del mismo modo ha destacado que «el sentido común ha de impregnar el debate territorial español» y ha defendido una reforma de la financiación que tiene que llegar «por justicia con territorios como la Comunitat Valenciana, profundamente discriminada».

Ha instado a «salir ya del confinamiento mental de ese nacionalismo excluyente que aboca a la uniformidad o al independentismo» porque, según ha asegurado, «España no está rota» sino que es un «trencadís», «un mosaico de identidades y culturas que enriquecen, que aportan, que suman».

LUCHA CONTRA LA DESIGUALDAD

El president se ha referido a la lucha contra la desigualdad como el «fenómeno de causas globales que tiene que centrar esta década de las oportunidades» porque «la cohesión de las clases sociales es la razón de ser de nuestro sistema, y la consecuencia del pacto social por un crecimiento justo, sostenible y equitativo».

En este sentido, ha recordado a las 136 mujeres que han sido asesinadas por el terrorismo machista en la Comunitat Valenciana durante los últimos 17 años; a los 215.000 mayores que viven en soledad; a los 18.000 jóvenes que han emigrado desde la anterior crisis; a los 275.000 niños en riesgo de pobreza infantil, «eclipsados por una pandemia que no puede borrar aquello que caracteriza a una sociedad decente».

El president ha instado a la sociedad valenciana a mostrar su «coraje para evitar la parálisis», y «determinación para acertar el camino”, y ha pedido “un plus de esfuerzo individual y colectivo» porque, ha concluido, «el camino para seguir adelante ya ha empezado».

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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