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El Barcelona, el rival al que más veces se ha enfrentado el Valencia CF en la Copa del Rey

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El sorteo ha deparado todo un clásico del fútbol español, ya que Valencia CF y FC Barcelona se han enfrentado en 38 partidos de la Copa del Rey. Es el rival al que más veces se ha enfrentado el conjunto de Mestalla a lo largo de la historia de esta competición. Ahora volverán a verse las caras en esta antesala de la final, con la ida en el Camp Nou y la vuelta en Mestalla. Sin duda, una espectacular eliminatoria en la que el conjunto de Marcelino García Toral y todo el valencianismo tiene depositadas puestas muchas ilusiones.

Las curiosidades del destino han querido que se repita este duelo después de quedar emparejados en las tres últimas semifinales a las que llegó el equipo blanquinegro en las temporadas 2015-16, 2011-12 y 2007-08, campaña en la que se proclamó brillante campeón. En esa ocasión, el Valencia CF empató a uno en el Camp Nou con un tanto de David Villa y en la vuelta, en un ambiente espectacular en Mestalla, los blanquinegros vencieron por 3-2 con protagonismo de Juan Mata, que hizo un doblete, y otro gol de Rubén Baraja.

Otro positivo antecedente anterior entre Valencia CF y FC Barcelona se remonta a la siempre recordada temporada 1998-99 en la que se midieron en cuartos de final. Los de Claudio Ranieri se impusieron 2-3 en el Camp Nou con goles de Mendieta y un doblete de Claudio López, la auténtica pesadilla azulgrana de la época. La vuelta se convirtió en otra fiesta en Mestalla, donde los blanquinegros volvieron a derrotar a los azulgranas por un espectacular 4-3 con otro doblete del ‘Piojo’ López y los tantos de Mendieta y Angulo.

Después eliminó al Real Madrid en semifinales con ese increíble 6-0 en la ida, y la vuelta con un intrascendente 2-1 en el Bernabéu, y levantó el preciado trofeo con uno de los mejores partidos que se recuerden del Valencia CF en el estadio de La Cartuja de Sevilla, donde apabulló al Atlético de Madrid por 3-0 e inició una de las mejores épocas deportivas del club.

Además, el Valencia CF fue capaz de conquistar la Copa en la edición de 1954 al derrotar al FC Barcelona en la final disputada en el entonces Chamartín por 3-0 con goles de Badenes y de Fuertes por partida doble. Esa gran cita del valencianismo se recuerda por la imagen del guardameta Quique subido en el larguero celebrando el éxito, una foto que dio la vuelta a España y al mundo.

En esta ocasión, el Valencia CF y el FC Barcelona pelearán por alcanzar la final de la Copa del Rey, a la que no se clasifica el conjunto de Mestalla desde la temporada 2007-08 en la que levantó el trofeo. El balance en Copa entre ambos conjuntos es de nueve victorias valencianistas, nueve empates y veinte triunfos azulgranas. Todo es posible. Amunt.

Marcelino: “Jugar el segundo partido en Mestalla me gusta, es un punto a favor”

Sobre el rival en semifinales, el FC Barcelona, Marcelino García Toral afirmó que “es una semifinal tremendamente complicada. Nos tocó el rival más complicado, va a ser muy difícil y sabemos que tenemos que jugar dos partidos al máximo nivel. Y luego muchos partidos más. Y es que el calendario que nos viene ahora es el que hay, pero nuestra idea es ganar primero al Real Madrid en Liga y, después, a pensar en el Barça en la Copa. No nos va a quitar la ilusión de llegar a la final. Estamos a sólo dos partidos. Es indudable que jugar el segundo en Mestalla nos gusta mucho, es un punto a favor, pero debemos sacar un buen resultado en la ida. ”.

Sin duda, va a ser un enfrentamiento muy duro. “Sabemos a lo que podemos aspirar y, si podemos repetir el partido que hicimos hace unas semanas en LaLiga, podremos pasar a la final. Quedan 180 minutos de juego y vamos a mostrar ambición y esfuerzo máximos. Cada partido lo afrontamos con la idea de ganarlo, sabemos de su potencial, que es un equipo que no ha perdido en Liga y que es el líder indiscutible. Pero el Espanyol estuvo cerca de meterse en semifinales y puso en apuros al Barça, por lo que habrá que ver qué podemos hacer para poder pasar la eliminatoria”.

Gayà: “La clave será llegar vivos a la vuelta en Mestalla”

José Luis Gayà, uno de los capitanes del Valencia CF, ha valorado el sorteo de Copa ante el conjunto azulgrana. “Tenemos que ser positivos y trabajar con ganas e ilusión. El secreto va a estar en llegar vivos a la vuelta con opciones y eso pasa por hacer un partido bueno en el Camp Nou y marcar un gol. Va a ser la clave. La última final de Copa que ganó el Valencia CF fue eliminando al Barça en semifinales”, señaló.

Sin duda, el FC Barcelona era el rival a evitar en el sorteo. “Es uno de los mejores equipos del mundo y está en un estado de forma increíble, no tenemos nada que perder. Hemos demostrado esta temporada que competimos todos los partidos. No me quiero ni imaginar cómo apretaría la gente en Mestalla con un buen resultado allí, pero ellos son los favoritos”.

Voro: “Nos ha tocado el rival más difícil, pero queremos estar en la final”

En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas estuvieron representando al Valencia CF Voro y Juan Cruz Sol. El Director de Organización del Primer Equipo, reconoció que “nos ha tocado el rival más difícil, pero queremos estar en la final. Vamos a pelear y tratar de aprovechar el segundo partido en Mestalla, es difícil pero no nos quita que tengamos la ilusión por estar en una final diez años después”.

Fuente: Valencia CF

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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