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ESTUDIO| El aceite de orujo de oliva reduce el colesterol y el perímetro de la cintura

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PEXELS

Un estudio realizado por investigadoras del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra cómo el consumo regular de aceite de orujo de oliva puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en patologías asociadas, como la diabetes y la obesidad.

Los resultados de la investigación, publicados en las revistas European Journal of Nutrition, Nutrients y Foods, se han obtenido a partir de dos ensayos clínicos de intervención nutricional en 132 voluntarios sanos y en sujetos de riesgo (hipercolesterolémicos), comparando el efecto del aceite de orujo de oliva con el aceite de girasol y el girasol alto oleico.

El aceite de orujo de oliva

El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir del alperujo, un producto compuesto por los restos de aceituna que quedan tras extraer el aceite de oliva virgen. España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva, con una media de 120.000 toneladas anuales de las que exporta el 85%. Este tipo de aceite se caracteriza por su durabilidad, rentabilidad y sabor neutro, y presenta una composición rica en ácido oleico y con compuestos bioactivos de alto interés nutricional.

“Cuando comenzamos este proyecto solo se habían llevado a cabo estudios in vitro o preclínicos en animales de experimentación con algunos componentes del aceite de orujo de oliva. Sin embargo, no se conocía el efecto del consumo regular de este aceite en personas. Por ello, nos propusimos evaluar el impacto de su consumo diario en la salud cardiovascular y en dos patologías asociadas como son la diabetes y la obesidad, tanto en consumidores sanos como en personas con riesgo cardiovascular”, ha afirmado Laura Bravo Clemente, investigadora del CSIC en el ICTAN.

Con este objetivo, durante más de cuatro años se han llevado a cabo dos estudios clínicos de intervención aleatorizados, controlados, cruzados y ciegos en 132 voluntarios. “Distribuimos aleatoriamente a los participantes en dos grupos para consumir bien el aceite de orujo de oliva o el aceite control durante cuatro semanas. Pasado este tiempo y tras una fase de lavado, se cruzaron los participantes para consumir el otro aceite durante el mismo tiempo, otras cuatro semanas. Los estudios eran ciegos, por lo que los voluntarios desconocían el aceite que nosotros le proporcionábamos en cada etapa y que consumían a razón de 45 gramos al día. Tenían restringido el consumo de otras fuentes dietéticas grasas”, ha explicado la investigadora del CSIC en el ICTAN Raquel Mateos Briz. Los aceites control utilizados fueron el aceite de girasol y el aceite de girasol alto oleico, de amplio uso en nuestro país.

Reduce el colesterol

Los resultados obtenidos han mostrado efectos positivos de un consumo regular de aceite de orujo de oliva frente a la enfermedad cardiovascular, tanto en el grupo de sujetos sanos como en el grupo de riesgo (voluntarios hipercolesterolémicos). Se observó una mejora del perfil lipídico en sangre en los sujetos gracias a un descenso de los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).

Reducción de factores de riesgo cardiovascular

Por otra parte, el consumo de aceite de orujo de oliva también disminuyó significativamente el perímetro de la cintura en los dos grupos analizados, un marcador esencial en la evaluación de los pacientes con obesidad por su asociación con un mayor riesgo cardiometabólico, y mejoró los biomarcadores relacionados con la resistencia y la sensibilidad a la insulina.

En el caso del grupo de consumidores sanos, el beneficio de un consumo regular de aceite de orujo de oliva también se trasladó al marcador de estrés oxidativo, considerado como una condición fisiopatológica asociada a un mayor riesgo cardiovascular. Respecto a la diabetes mellitus tipo 2, los resultados del estudio han evidenciado un descenso en los niveles de insulina y en el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), asociados a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, mejorando en cambio la sensibilidad tisular a insulina, lo que podría implicar un menor riesgo de padecer diabetes.

El estudio se enmarca en la labor de investigación promovida por la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva. Desde su creación en 2015, la organización ha promovido ocho investigaciones en colaboración con el CSIC.

El sector orujero presenta un modelo pionero en economía circular y residuo cero, ya que transforma de manera integral el orujo graso húmedo (alpeorujo) en productos de valor añadido entre los que destacan la biomasa, el compost y los compuestos antioxidantes con aplicaciones en la industria farmacéutica, como el hidroxitirosol y otros fenoles.

Referencia científica:

  González-Rámila, S., Sarriá, B., Seguido, M.A., García-Cordero, J., Mateos, R. and Bravo, L. Olive pomace oil can improve blood lipid profile: a randomized, blind, crossover, controlled clinical trial in healthy and at-risk volunteers. Eur. J. Nutr., 9 (2022). DOI: 10.1007/s00394-022-03001-y González-Rámila, S., Sarriá, B., Seguido, M.A., García-Cordero, J., Bravo, L. and Mateos, R. Effect of olive pomace oil on cardiovascular health and associated pathologies. Nutrients, 14, 3927 (2022). DOI: 10.3390/nu14193927 González-Rámila, S., Mateos, R., García-Cordero, J., Seguido, M.A., Bravo, L. and Sarriá, B. Olive pomace oil versus high oleic acid sunflower oil and sunflower oil: a comparative study in healthy and cardiovascular risk humans. Foods, 11, 2186 (2022). DOI: 10.3390/foods11152186

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Los 7 alimentos antiinflamatorios, respaldados por la ciencia

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Los 10 alimentos antiinflamatorios, respaldados por la ciencia-PEXELS

La inflamación crónica se ha vinculado a diversas enfermedades, desde las afecciones cardiovasculares hasta las enfermedades autoinmunes. Adoptar una dieta antiinflamatoria puede ser una estrategia eficaz para mitigar los efectos de la inflamación en el cuerpo. En este artículo, exploraremos un listado amplio de alimentos antiinflamatorios respaldados por la ciencia.

1. Frutas y Bayas: Las frutas y bayas son ricas en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Ejemplos incluyen:

  • Arándanos: Contienen antocianinas que han demostrado reducir la inflamación.
  • Piña: Contiene bromelina, una enzima con propiedades antiinflamatorias.
  • Cerezas: Poseen antocianinas y quercetina, con efectos antiinflamatorios.

2. Verduras de Hojas Verdes: Las verduras de hojas verdes son una excelente fuente de vitaminas y minerales con propiedades antiinflamatorias:

  • Espinacas: Contiene antioxidantes, como la vitamina E, que combaten la inflamación.
  • Kale: Rico en glucosinolatos que pueden tener propiedades antiinflamatorias.
  • Brócoli: Contiene sulforafano, con efectos antiinflamatorios demostrados.

3. Pescados Grasos: Los pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias:

  • Salmón: Rico en ácidos grasos omega-3, como el EPA y el DHA.
  • Arenque: Fuente de ácidos grasos omega-3 y proteínas.
  • Sardinas: Contienen ácidos grasos omega-3 y vitamina D.

4. Frutos Secos y Semillas: Frutos secos y semillas son ricos en grasas saludables y antioxidantes:

  • Almendras: Contienen vitamina E y magnesio, con propiedades antiinflamatorias.
  • Chía: Rica en ácidos grasos omega-3 y fibra.
  • Nueces: Fuente de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3.

5. Aceite de Oliva: El aceite de oliva virgen extra es una grasa saludable con propiedades antiinflamatorias:

  • Ácido Oleico: Componente principal, con propiedades antiinflamatorias.
  • Polifenoles: Actúan como antioxidantes y antiinflamatorios.

6. Cúrcuma: La cúrcuma es conocida por su principio activo, la curcumina, con fuertes propiedades antiinflamatorias:

  • Propiedades Antioxidantes: Combate el estrés oxidativo.
  • Modula la Inflamación: Inhibe las vías inflamatorias en el cuerpo.

7. Jengibre: El jengibre contiene gingerol, un compuesto con efectos antiinflamatorios:

  • Propiedades Analgésicas: Alivio del dolor asociado con la inflamación.
  • Modulación de Citocinas: Regula la respuesta inflamatoria.

Adoptar una dieta rica en alimentos antiinflamatorios respaldados por la ciencia puede ser una estrategia valiosa para mejorar la salud general y prevenir enfermedades relacionadas con la inflamación crónica. Es crucial recordar que la moderación y la variedad son clave en una dieta equilibrada. Antes de realizar cambios significativos en la dieta, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud. Incorporar estos alimentos puede ser un paso significativo hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado.

Menú Semanal Antiinflamatorio:

Lunes: Desayuno:

  • Tazón de yogur natural con arándanos y almendras.
  • Batido verde con espinacas, piña y jengibre.

Almuerzo:

  • Ensalada de hojas verdes con aguacate, salmón a la parrilla y aderezo de aceite de oliva y limón.
  • Quinoa cocida como guarnición.

Cena:

  • Pollo al curry con cúrcuma y leche de coco.
  • Brócoli al vapor.

Martes: Desayuno:

  • Tostadas integrales con aguacate y tomate.
  • Zumo de naranja fresco.

Almuerzo:

  • Wrap de pavo con hojas de lechuga, tomate y mostaza.
  • Ensalada de garbanzos con pepino, pimiento y aderezo de aceite de oliva.

Cena:

  • Sopa de lentejas con verduras.
  • Espárragos a la parrilla.

Miércoles: Desayuno:

  • Avena cocida con plátano y nueces.
  • Infusión de cúrcuma y jengibre.

Almuerzo:

  • Pechuga de pollo al horno con hierbas.
  • Puré de batata.

Cena:

  • Ensalada de quinoa con vegetales asados (pimientos, calabacín, berenjena).
  • Salmón al horno con limón.

Jueves: Desayuno:

  • Smoothie bowl con bayas, plátano y semillas de chía.
  • Té verde.

Almuerzo:

  • Ensalada de aguacate, garbanzos y espinacas.
  • Pescado a la plancha con limón.

Cena:

  • Stir-fry de tofu con brócoli, champiñones y salsa de soja.
  • Arroz integral como base.

Viernes: Desayuno:

  • Tortilla de claras de huevo con espinacas y tomate.
  • Zumo de zanahoria y naranja.

Almuerzo:

  • Ensalada de quinoa con aguacate, tomate y maíz.
  • Pavo a la parrilla.

Cena:

  • Pescado al horno con hierbas.
  • Ensalada de col rizada con aderezo de aceite de oliva y limón.

Sábado: Desayuno:

  • Pan integral con aguacate y salmón ahumado.
  • Batido de frutas con jengibre.

Almuerzo:

  • Rollitos de lechuga con pollo desmenuzado, zanahoria rallada y salsa de cacahuate.
  • Sopa de calabaza.

Cena:

  • Tacos de pescado con repollo rallado y salsa de aguacate.
  • Quinoa cocida.

Domingo: Desayuno:

  • Açaí bowl con frutas frescas y granola.
  • Té de cúrcuma.

Almuerzo:

  • Lentejas estofadas con verduras.
  • Ensalada de espinacas con nueces y fresas.

Cena:

  • Pollo al horno con hierbas y limón.
  • Brócoli y coliflor asados.

Este menú ofrece variedad, equilibrio y está diseñado con ingredientes que contienen propiedades antiinflamatorias según la evidencia científica. Recuerda adaptar las porciones según tus necesidades y consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu dieta.

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