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Valencia

Quién es quién en el ‘Caso Imelsa’: Políticos, brigadistas, «zombis» y un futbolista

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Caso Imelsa
El expresidente de la Diputación de Valencia con el PP Alfonso Rus (en la imagen,a la izq , entre otros, en el banquillo de los acusados) se enfrenta a su primer juicio por las diferentes piezas del caso Imelsa, en el que la Fiscalía Anticorrupción reclama para él una condena de 12 años de prisión por pertenencia a organización criminal, malversación, prevaricación y falsedad.EFE/ Ana Escobar
València, 23 ene (OFFICIAL PRESS- EFE).- El juicio de la pieza del caso Imelsa que ha comenzado este lunes en la Audiencia de Valencia presenta un banquillo de los acusados formado por veintiséis personas que proceden de diferentes ámbitos, sectores, partidos políticos y hasta del mundo del fútbol. ¿Quién es quién en esa nómina de procesados?

Hay cargos políticos del PP y del PSPV-PSOE en la Diputación de Valencia y en las empresas públicas Imelsa y Ciegsa, también está el autodenominado «yonqui del dinero» junto a un futbolista del Olímpic de Xàtiva, así como un empresario del sector de la comunicación y varios «zombis» contratados como asesores o brigadistas forestales.

Todos ellos comienzan a ser juzgados en la pieza que investiga la contratación irregular de trabajadores en estas organizaciones.

CASO IMELSA

POLÍTICOS DEL PP EN LA DIPUTACIÓN E IMELSA

El primero de los acusados es el expresidente de la Diputación de Valencia entre 2007 y 2015, Alfonso Rus, también alcalde de Xàtiva entre 1995 y 2015, presidente del PP provincial entre 2004​ y 2015, del Consejo de Administración de Imelsa y del Club Olímpic de Xàtiva.

Asimismo, está acusado el autodenominado «yonqui del dinero», Marcos Benavent, exgerente de Imelsa y antes concejal del PP en Xàtiva que, según el escrito de acusación de la Fiscalía, tenía en Imelsa funciones de «intermediario recaudador».

Por su parte, Emilio Llopis fue durante este periodo jefe de gabinete de Rus y consejero de Imelsa, además de responsable de Coordinación de las Comarcas en el PP provincial.

También está acusada la entonces jefa de personal de Ciegsa, María Escrihuela, nombrada por Benavent y que el Ministerio Fiscal entiende que se encargaba de encuadrar las contrataciones ficticias con las categorías laborales de la empresa.

En este sentido, el exdirector de servicios financieros de Ciegsa, José Enrique Montblanch, se encargaba, según la Fiscalía, de que hubiese dinero disponible para abonar las nóminas de los presuntos «zombis».

Otro de los acusados vinculado al PP es el ex diputado provincial Salvador Enguix, que incorporó a una de las «zombis» como su asesora y que pudo emitir contratos falsos.

«ZOMBIS» DEL PP EN IMELSA: AMIGOS DE RUS, UN FUTBOLISTA Y FALSOS BRIGADISTAS

Según el escrito de acusación del fiscal, en Imelsa fue contratado el futbolista del Olímpic de Xàtiva -club presidido entonces por Alfonso Rus- Miguel Angel Mullor, que fue eventual en la empresa entre 2008 y 2009 e indefinido entre 2009 y 2010.

Amigos o conocidos del propio Rus también fueron incorporados por esta vía a la compañía pública, como la vecina de Xàtiva Eva Luisa Sarrión, en paro y con problemas económicos, que fue contratada como asesora del diputado Salvador Enguix.

También era amigo personal de Rus Ángel Ramón Sanchís, en ese momento desempleado, a quien se hizo un contrato supuestamente ficticio entre 2012 y 2015 como asesor de Emilio Llopis, mientras que otro de los acusados como «zombi» de Imelsa es José Estarlich.

Por otra parte, fueron contratadas en Imelsa varias personas como falsos brigadistas forestales, según la Fiscalía, por orden de Emilio Llopis, como Juan Antonio Sanz, Francisco José Antequera o Raúl Mateo Ángel.

Todos ellos fueron asignados ficticiamente como asesores de diputados provinciales, aunque en algunos casos ni siquiera acudieron nunca a Imelsa más allá de para firmar el contrato.

EL PSPV EN LA DIPUTACIÓN E IMELSA

«Aprovechando la situación creada, y lejos de denunciar la situación», según la Fiscalía, el entonces consejero de Imelsa Rafael Rubio, del PSPV-PSOE, «solicitó el favor» a Benavent de que contratara a dos personas allegadas a su partido, María Teresa Gimeno y Carolina de Miguel, a quienes incorporó como sus asesoras.

También por la parte socialista se encuentra acusado el ex diputado provincial Raúl Pardos, que al parecer emitió certificados de contratación falsos.

«ZOMBIS» DEL PSPV EN IMELSA

Otros acusados fueron contratados a instancias del PSPV en la empresa pública, como Francisco Javier Cañizares, que, según ha reconocido en la primera jornada del juicio, trabajaba como personal de mantenimiento en el Partido Socialista y no en Imelsa, donde fue contratado como consejero del entonces diputado socialista Toni Gaspar -actual presidente de la Diputación- y donde, según defienden las acusaciones, nunca acudió.

Contratadas por mediación de Rafael Rubio, por su parte, ni María Teresa Gimeno Ibáñez, ama de casa, ni Carolina de Miguel, ambas vinculadas al Partido Socialista, realizaron ningún trabajo real para la empresa pública.

VEDRI: «ZOMBIS» DE ‘LA GRÁFICA’

Por otra parte, el empresario del sector de la comunicación y amigo de Benavent José Adolfo Vedri pidió al exgerente de Imelsa que, con cargo a fondos públicos, se hiciese cargo la empresa pública de los sueldos de dos trabajadores de su empresa ‘La Gráfica’.

Se trata de Óscar Pavon y Salvador Tormo, que firmaron dos contratos con puesto simulado de auxiliar administrativo mientras seguían trabajando en la empresa de Vedri, que ha reconocido los hechos.

CARGOS DEL PP EN CIEGSA

También están acusadas personas relacionadas con Ciegsa, la empresa pública de la Generalitat dedicada a la construcción de centros educativos.

Es el caso del ex secretario autonómico de Educación de la Consellería de Cultura, Educación y Deportes y consejero delegado de Ciegsa desde 2003 hasta 2007, Máximo Caturla, quien, según la Fiscalía, contrató en esta empresa pública al menos a cuatro personas que no desempeñaban ninguna función, además de alquilarles un piso en el centro de València con fondos públicos.

«ZOMBIES» DE CATURLA EN CIEGSA

En la causa están acusadas personas contratadas en la empresa pública Ciegsa, que no desarrollaron labor alguna para la compañía, sino para el PP, como Antonio Gil, al que Caturla le creó un puesto de jefe de planificación, seguimiento y coordinación del programa de infraestructuras educativas, con un contrato de alta dirección.

También es el caso de Juan Sanchís, contratado como jefe de planificación, seguimiento, y coordinación de las Infraestructuras Excepcionales, con un contrato de alta dirección y que permaneció contratado hasta su jubilación.

Por su parte, María Clara Sáez fue contratada en Ciegsa por Caturla con contrato de alta dirección como jefa de relaciones entre la sociedad y la Consellería de Cultura, Educación y Deporte, e incluso, una vez de baja de la empresa, se la volvió a contratar con un salario superior como oficial administrativa.

En la misma situación se encuentra Manuel Gómez Pérez, concejal del Ayuntamiento de Requena de 1987 a 1995, y teniente de alcalde hasta el año 2003 por el PP, contratado como oficial administrativo hasta que se jubiló.

Marta Rojo y Jordi Ferrer

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Sucesos

Detenido un exconvicto por el presunto homicidio de un empresario desaparecido de Bocairent

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Desaparecido empresario Bocairent

La Guardia Civil arresta a Antonio C. B., condenado previamente por asesinato, tras hallar pruebas biológicas en el vehículo y en la casa rural de la víctima

4 de julio de 2025 — La Guardia Civil ha detenido a Antonio C. B., un expresidiario con antecedentes por homicidio, como presunto autor de la muerte de un empresario desaparecido el pasado 29 de mayo en circunstancias sospechosas. Aunque el cuerpo aún no ha sido localizado, los investigadores han reunido pruebas concluyentes que apuntan a una muerte violenta.

La detención se ha llevado a cabo tras días de vigilancia discreta por parte del Grupo de Homicidios, que esperaba el resultado de pruebas de ADN para proceder al arresto con todas las garantías judiciales. La investigación apunta a que el empresario, Enrique G., de 77 años, pudo ser asesinado el mismo día de su desaparición.

Pruebas biológicas y una escena del crimen clara

La clave para esclarecer el caso ha sido el trabajo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que analizó tanto el vehículo de la víctima como su casa rural, donde se localizaron salpicaduras de sangre por proyección. El estudio detallado de esas manchas permitió deducir la trayectoria del arma blanca empleada, la dirección del ataque y la violencia del mismo.

Además, se hallaron vestigios biológicos del detenido en el coche, un Volkswagen Golf, presuntamente utilizado para transportar el cadáver. El análisis de estas pruebas, junto con el cotejo de ADN, fue decisivo para vincular al sospechoso con el crimen.

Una fuga sospechosa y antecedentes por asesinato

Según fuentes de la investigación, el día de la desaparición, una patrulla local observó maniobras extrañas en el vehículo de Enrique G. al entrar en una localidad próxima. El conductor, que no fue identificado en ese momento, huyó a gran velocidad, lo que generó sospechas. Todo apunta a que Antonio C. B. trasladaba el cuerpo sin vida del empresario en ese momento.

El arrestado ya fue condenado en 2006 por otro homicidio, cuando mató a cuchilladas al propietario de un establecimiento nocturno tras una discusión. Aquel crimen fue reconocido por el propio Antonio durante el juicio, tras pagar una indemnización a la familia de la víctima.

Hipótesis principal: venganza o robo

Los agentes investigan el móvil del crimen, ya que ambos hombres mantenían desavenencias tras una denuncia por intento de robo interpuesta por Enrique G. La víctima solía dormir en su casa rural en venta, donde realizaba labores de mantenimiento y mostraba la propiedad a posibles compradores.

Todo apunta a que Antonio C. B. entró en la vivienda con intención de robar o ajustar cuentas, y que, tras cometer el homicidio, trató de ocultar el cadáver sin éxito.

La investigación sigue abierta y la prioridad ahora es localizar el cuerpo del empresario para esclarecer completamente lo ocurrido.

 

 

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