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Esta es la empresa que se encargará de la confección de los espolines de las Falleras Mayores de Valencia 2025 y 2026

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confección espolines Falleras Mayores de Valencia Desde 2001, las falleras mayores de València lucen un espolín oficial de carácter exclusivo. Su dibujo es propiedad del Ayuntamiento de València y está reservado para que lo utilicen únicamente las máximas representantes de las Fallas. La sedería encargada de tejer el espolín dispondrá de él en régimen de cesión y lo devolverá una vez acabado el trabajo. La tela se fabrica habitualmente por empresas que cuentan con instalaciones y medios propios de elaboración enteramente artesanal en la Comunitat Valenciana, en el color que las falleras elijan inmediatamente después de su elección. Para este fin, el Ayuntamiento de València había destinado, de manera inicial, un presupuesto total de 94.380 euros. El importe máximo de los espolines de la fallera mayor de 2025 y 2026 ascendía a 49.005,00 euros, mientras que para la infantil había previstos 45.375 euros para los dos próximos ejercicios. Además del mejor precio ofertado por Vives y Marí, que supone una reducción en el presupuesto inicial, el Ayuntamiento ha tenido en cuenta para la adjudicación del contrato de suministro de los espolines otros criterios como la reducción de diez días del plazo de entrega y la entrega de 3,50 metros de tela lisa de seda artesanal del mismo color que el espolín, para la confección del corpiño de manga larga para cada una de las Falleras Mayores de 2025 y 2026. Tal como recogen los pliegos técnicos de la licitación, "en la fabricación de las telas se deberán utilizar materiales no contaminantes y respetuosos con el medioambiente". El precio del tejido de espolín está relacionado con el número de cartones, pasadas que cada dibujo tiene. Los dibujos suelen medir entre 40 o 50 cm de altura y tienen de 4.000 a 15.000 cartones, dependiendo de su diseño, dificultad y número de pasadas. Los espolines confeccionados para las falleras mayores de València se encuentran entre los de mayor dificultad y, por tanto, de número de pasadas. En cuanto al aspecto cromático, el espolín de la fallera mayor tendrá 33 colores y el de la infantil un total de 36 tonos. Vives y Marí ha resultado adjudicataria de los dos lotes, tanto el destinado a la fallera mayor como el referido a la infantil. En el primer caso se necesitan 13,50 metros por traje y año, mientras que para la pequeña se requieren 12,50 metros por vestido y año. En esta ocasión se ha incluido que se confeccione 50 cm de tejido destinado a los zapatos. El precio máximo del metro de tejido en ambos casos es de 1.500 euros. El espolín ha de ser entregado con antelación suficiente para la confección de los trajes de uso en el día de su exaltación. Por ello se establece como fecha máxima de entrega de dichas telas el 30 de noviembre de cada año, aunque la adjudicataria se ha comprometido a reducir ese plazo en diez días. Confección artesanal
Confección espolines Falleras Mayores de Valencia

El Ayuntamiento de València ha adjudicado mediante licitación pública a la empresa valenciana Vives y Marí la confección de los espolines para las Falleras Mayores y Falleras Mayores Infantiles de València, correspondientes a las Fallas de 2025 y 2026. Por primera vez, el contrato se extiende por un período de dos años, consolidando la tradición de esta firma familiar, con más de 60 años de experiencia.

Espolines exclusivos para las Falleras Mayores

Desde 2001, las falleras mayores de València lucen espolines oficiales exclusivos, cuyo diseño pertenece al Ayuntamiento de València. La empresa adjudicataria tejerá la tela en régimen de cesión, devolviéndola una vez completado el trabajo. Este tejido artesanal será elaborado en los talleres de la Comunitat Valenciana, siguiendo la tradición artesanal que caracteriza a estos trajes.

Presupuesto y adjudicación

El presupuesto inicial destinado por el Ayuntamiento para este encargo ascendía a 94.380 euros, con un importe máximo de 49.005,00 euros para los espolines de la fallera mayor y 45.375 euros para la fallera mayor infantil, en los dos próximos ejercicios. La empresa Vives y Marí, además de ofrecer un precio competitivo, ha reducido el plazo de entrega en diez días y entregará 3,50 metros de tela lisa adicional para la confección de los corpiños.

Detalles técnicos de los espolines

El precio del tejido de espolín depende del número de cartones y pasadas, que pueden variar según el diseño. Los espolines para las falleras mayores de València son de alta complejidad, con un número significativo de pasadas. El espolín de la fallera mayor contará con 33 colores, mientras que el de la infantil tendrá 36 tonos, asegurando un acabado visual único y de alta calidad.

Compromiso medioambiental y entrega

Según los pliegos técnicos, los materiales utilizados en la confección de los espolines deben ser no contaminantes y respetuosos con el medioambiente. El plazo máximo para la entrega de estas telas es el 30 de noviembre de cada año, aunque la empresa adjudicataria se ha comprometido a entregar las telas con diez días de antelación.

La tradición artesanal de la seda valenciana

La tela del espolín se fabrica con hilos de seda de origen animal, manteniendo una tradición artesanal que se remonta a los siglos XVIII y XIX. El proceso es completamente manual, realizado por artesanos valencianos que, mediante telares, tejen el dibujo configurado por el cartonaje. Esto convierte cada espolín en una pieza única y artesanal, representando la excelencia de la tradición textil valenciana.

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Fallece Carmen Bueso, alma de «Flor» y referente histórico de la indumentaria valenciana

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Fallece Carmen Bueso
Carmen Bueso

La indumentarista que marcó una época deja un legado imborrable en el arte de vestir a las falleras mayores y cortes de honor de València

VALÈNCIA, 29 MARZO 2025 – La indumentaria tradicional valenciana está de luto. Carmen Bueso, conocida por todos como Carmen “Flor”, ha fallecido dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de las Fallas. Su nombre ha estado unido durante décadas a la elegancia, la excelencia artesanal y el profundo respeto por la tradición. Con su partida, València pierde a una de las figuras más queridas y relevantes del mundo fallero.

Aunque recientemente se había jubilado tras cerrar su tienda de la calle Conde Altea, su legado sigue vivo en cientos de trajes que continúan desfilando por la ciudad cada mes de marzo. Su marca, “Flor. Carmen Bueso”, fue sinónimo de calidad, estilo y cariño por los detalles.

De una paquetería de barrio a vestir a las falleras mayores de València

El germen de su trayectoria profesional nació en la Paquetería Flor, un pequeño comercio junto al Mercado de Colón gestionado por la familia de su esposo, Manuel Flor. En su acogedora esquina de Conde Salvatierra, Carmen comenzó haciendo composturas y arreglos, hasta que un día decidió ir más allá: empezó a confeccionar trajes a medida con un pequeño equipo en Benimàmet, mucho antes de que el concepto de “tienda de indumentaria fallera” estuviese consolidado.

Su trabajo pronto se hizo conocido entre clientas exigentes del Pla del Remei y la Gran Vía, y su habilidad con el hilo y la aguja la catapultó a lo más alto del sector.

El espolín «Soto» y un momento para la historia

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera llegó en 1999, cuando su sobrina, Lola Flor Bustos, fue proclamada fallera mayor de València del año 2000. Fue Carmen quien la vistió de arriba a abajo, confeccionando con su equipo en Benimàmet el histórico espolín “Soto” de color paja, tejido por Garín. Fue, además, el último traje de exaltación no entregado por el Ayuntamiento, en una época en la que las falleras mayores aún vestían trajes confeccionados por familiares o indumentaristas de confianza.

Ese momento marcó el paso de Carmen Bueso de modista a icono.

Lola Flor

El salto a su tienda en Conde Altea y una clientela de élite fallera

Con el nuevo milenio, Carmen decidió dar un paso más y abrir su propia tienda bajo su nombre: “Flor. Carmen Bueso”. Durante más de dos décadas, este espacio fue referente indiscutible en el sector de la indumentaria valenciana, por donde pasaron falleras mayores como Sara Martín, Lucía Gil, Gloria Martínez, Marta Reglero, Nela Ayora o Inmaculada Asensi, así como decenas de componentes de las cortes de honor.

Incluso fue pionera en diseñar los primeros justillos para la “dansà” en el año 2008, cuando esa prenda no era aún habitual.

La tradición familiar también continuó con las nuevas generaciones: su sobrina nieta, Lola López Flor, hija de la fallera mayor del año 2000, fue componentede la corte de honor infantil de 2024. Un legado que se ha transmitido con orgullo y pasión.

Una jubilación que no pudo disfrutar

En 2024, Carmen bajó la persiana de su tienda con la satisfacción del deber cumplido. Se retiraba para disfrutar de una merecida jubilación, traspasando el negocio y cerrando un capítulo brillante de su vida. Lamentablemente, su fallecimiento prematuro ha impedido que disfrute plenamente de esa nueva etapa.

GALERÍA| La espectacular indumentaria de los hijos de Lola Flor

Reconocimiento en vida: premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas

En junio de 2023, Carmen Bueso recibió uno de los galardones más emotivos: el premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana, en reconocimiento a una vida entera dedicada al arte textil.

“Nunca hubiera imaginado un final así a mi trayectoria profesional, rodeada de tanta gente que quiero, de personas maravillosas que me he encontrado a lo largo de este camino”, escribió entonces, visiblemente emocionada por el homenaje.

Un legado que se viste, no se olvida

A diferencia de otras disciplinas efímeras de la fiesta, como la pirotecnia o la creación de monumentos falleros, el arte de la indumentaria permanece. Los trajes de valenciana confeccionados por Carmen seguirán vivos en cada desfile, cada exaltación y cada “mascletà”, recordándonos que fue ella quien los hizo posibles.

Cada vez que uno de sus espolines salga del armario, alguien recordará: «Esto es un Flor».

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