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Salud y Bienestar

¿Cuáles son los beneficios de sonreír?

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¿Cuáles son los beneficios de sonreír?
¿Cuáles son los beneficios de sonreír? - PEXELS

Dicen que sonreír es como una fórmula perfecta, y te preguntarás por qué. Pues bien, resulta que es la receta para la salud y no solo respecto al bienestar físico, si no que también tiene beneficios en cuerpo y alma de forma simultánea. Es por ello, que debes conocer cuáles son los beneficios de sonreír y cuál es su poder en cuanto a la salud.

¿Cuáles son los beneficios de sonreír?

Una sonrisa es una receta para la salud, ya que trae consigo ciertos beneficios para nuestro  cuerpo y el alma que pocas cosas podrán alcanzar un nivel de satisfacción tan duradero y satisfactorio como en este caso, es sonreír. La sonrisa es un regalo universal que todos poseemos, una expresión que trasciende las barreras culturales y lingüísticas. Más allá de ser un gesto socialmente aceptado, sonreír también es una poderosa herramienta para mejorar nuestra salud física y emocional. Desde tiempos inmemoriales, se ha dicho que la risa es la mejor medicina, y la ciencia respalda esta afirmación. Aquí exploramos por qué es saludable sonreír y cómo este simple acto puede tener un impacto positivo en nuestra vida.

1. Reducción del estrés

Un escudo natural

Sonreír activa la liberación de endorfinas, las conocidas «hormonas de la felicidad». Estas sustancias químicas no solo generan sensaciones de placer y bienestar, sino que también actúan como un escudo natural contra el estrés. Incluso en situaciones desafiantes, una sonrisa puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, brindando alivio y permitiendo una perspectiva más positiva.

2. Fortalecimiento del Sistema Inmunológico

Sonríe, combate enfermedades

La conexión entre la mente y el cuerpo es innegable, y la sonrisa sirve como un vínculo crucial. Estudios han demostrado que las emociones positivas, como las generadas al sonreír, están asociadas con una mejora en el sistema inmunológico. Las personas optimistas y felices tienden a tener una mayor resistencia a enfermedades y una recuperación más rápida.

3. Reducción de la presión arterial

Un respiro para el corazón

Sonreír no solo alegra el corazón de manera metafórica, sino que también puede tener beneficios tangibles para el órgano vital. La liberación de endorfinas y la reducción del estrés asociada con la sonrisa contribuyen a la disminución de la presión arterial. Este efecto positivo puede ser un paso importante para mantener la salud cardiovascular.

4. Mejora de las relaciones sociales

La sonrisa como vínculo social

La sonrisa es un lenguaje universal que trasciende las barreras culturales y lingüísticas. Al sonreír, no solo transmitimos alegría y apertura, sino que también fortalecemos nuestras conexiones sociales. Relaciones sólidas y positivas están asociadas con una mayor longevidad y una mejor calidad de vida.

5. Estímulo del pensamiento positivo

La espiral ascendente de la sonrisa

El acto de sonreír no solo es una respuesta a la felicidad, sino también un estímulo para el pensamiento positivo. La simple acción de curvar los labios envía señales al cerebro, indicándole que todo está bien. Esto crea un ciclo positivo, generando más pensamientos optimistas y contribuyendo a un estado de ánimo generalmente positivo.

6. Alivio del dolor

La sonrisa como analgésico natural

La risa y la sonrisa han demostrado tener propiedades analgésicas. Al liberar endorfinas y aumentar la producción de neurotransmisores, la sonrisa puede actuar como un alivio natural para el dolor, incluso en situaciones de malestar físico.

En definitiva, la sonrisa va mucho más allá de ser una simple expresión facial; es una herramienta poderosa para mejorar nuestra salud en todos los niveles. Incorporar la sonrisa en nuestra vida diaria no solo nos beneficia individualmente, sino que también contribuye a la creación de comunidades más saludables y felices. Así que la próxima vez que te encuentres frente a un espejo, regálate una sonrisa. Tu cuerpo y tu alma te lo agradecerán. ¡Sonríe y disfruta de los abundantes beneficios que este simple gesto puede ofrecer!

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Salud y Bienestar

Los alimentos infalibles para prevenir resfriados

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Esta es la hortaliza saludable que debes tomar a diario para prevenir los resfriados en invierno
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La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?

Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.

Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.

La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».

MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.

La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.

Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».

EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».

Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.

OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.

La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».

LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».

Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.

Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».

Alimentos para prevenir resfriados

La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.

1. Pescados, un gran aporte de Omega-3

Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.

2. Cítricos, el consejo de la abuela

¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).

3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales

Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!

4. Yogur, el poder de los probióticos

Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!

5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad

La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.

6. Calabaza, la reina del beta-caroteno

El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.

7.  Kiwi, vitamina C al por mayor

Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!

8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales

Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.

9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!

Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!

10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal

Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.

11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis

Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.

12. Setas, propiedades antibacterianas

Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.

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