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El mercado de fichajes tras la EURO

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El mercado de fichajes tras la EURO

El fútbol no para. Después de la disputa de la Eurocopa, los clubes del Viejo Continente se preparan de cara a la exigente temporada 2021/2022.

Normalmente, las citas internacionales como la Euro suelen ser el escaparate de jugadores que, gracias a lo mostrado en la competición, consiguen suculentos contratos. Lo curioso es que en esta ocasión no ha habido ninguna actuación que haya destacado con claridad por encima del resto y que haya provocado que todas las miradas se centren en ese futbolista. Aun así, hay una serie de movimientos y rumores que afectan a varios jugadores que han estado presentes en la pasada Eurocopa.

Jadon Sancho

El fichaje de este talentoso extremo inglés ya está cerrado. A pesar de que el Sancho no ha sido todo lo importante que hubiese deseado en la última Euro, el jugador ha dejado pinceladas de su gran calidad y desborde. El curso que viene jugará en las filas del Manchester United, y eso que salió de la cantera del eterno rival: el City.

Memphis Depay

Después del mercado de fichajes de la temporada pasada en el que apenas hubo movimientos de renombre —la influencia de la pandemia se dejó notar con fuerza—, empiezan a firmar y a sonar jugadores de nivel alto. Uno de los futbolistas deseados por todos los clubes es el atacante de los Países Bajos, Memphis Depay; sin embargo, el ex del Lyon ha firmado por el FC Barcelona, equipo que se está moviendo muy bien esta pretemporada.

El neerlandés ha tenido una actuación destacada en el campeonato de Europa y ha sido uno de los grandes nombres del torneo en la fase de grupos. En la Euro ha demostrado su versatilidad, su buen manejo del balón, su fantástico golpeo y su fuerte personalidad.

El fichaje de Depay, unido a las incorporaciones del «Kun» Agüero, Eric García y Emerson ha provocado que cualquier casa de apuestas vea al Barça como favorito a todo de cara a este curso.

Kylian Mbappé

La situación de Kylian Mbappé promete ser uno de los culebrones del verano. El futbolista francés es uno de los mayores talentos del fútbol actual. El Real Madrid ha mostrado su interés por el jugador en repetidas ocasiones y el ariete galo se deja querer. En julio de 2022 acabará su vinculación contractual con el PSG, lo que le permitiría llegar gratis al club que él quisiese en el siguiente verano. El Madrid necesita con urgencia fichajes de campanillas, lo que hace posible que Mbappé pueda recalar en el Bernabéu en esta misma temporada a cambio de una cifra de unos 120 millones aproximadamente.

Robert Lewandowski

Otro de los nombres que ha sonado con fuerza en los últimos días. Lewandowski es uno de los mejores goleadores de la última década y eso hace que los mejores clubes del mundo hayan puesto sus ojos sobre él.

El Bayern de Munich está atravesando un momento deportivo dulce, pero en los despachos todo se está complicando demasiado y en las dos últimas campañas ha habido varios futbolistas que han expresado su deseo de salir de la disciplina bávara.

Si algún equipo consigue convencer al ariete polaco, se habrá hecho con los servicios de uno de los delanteros más demoledores de los últimos años. Todo un acierto.

Jules Koundé

El sevillista Koundé puede convertirse en el gran central de los próximos diez años. Rápido, técnico, limpio en el cruce y en las disputas… sus cualidades no han pasado desapercibidas para nadie, pero el Sevilla FC no está dispuesto a rebajar sus pretensiones por un jugador que considera clave de cara a la temporada que comenzará en apenas tres semanas. Por ahora, el equipo hispalense se remite a su cláusula de rescisión: unos 80 millones de euros.

Harry Kane

El delantero total comenzó la Eurocopa de manera dubitativa y ha terminado el torneo demostrando a todo el mundo lo bueno que es y todo el fútbol que atesora en sus botas. Kane posee una visión privilegiada y una capacidad estratosférica para rematar y hacer goles. Por ahora, el Manchester City es el principal candidato a hacerse con sus servicios. Eso si es que finalmente sale del Tottenham.

Antoine Griezmann

La elevada ficha de Leo Messi y la acuciante situación económica del FC Barcelona hacen que los culés tengan que liberar masa salarial, y el delantero galo tiene uno de los sueldos más altos de la plantilla, además de que ocupa una posición en el campo muy similar a la de Messi. Eso le convierte en el candidato número uno para salir del Camp Nou. Su destino puede ser el Atlético de Madrid, en un trueque en el que el centrocampista Saúl Ñíguez podría acabar en Barcelona.

Raphaël Varane

Parece que el eje de la defensa del Real Madrid va a seguir teniendo movimientos. Varane está cerca de fichar por el Manchester United por una cantidad próxima a los 50 millones de euros. El central francés, que ha sido titular con Francia en la pasada Eurocopa, finaliza contrato el 30 de junio de 2022 y parece que el jugador está enrocado en su posición de no renovar, por lo que, si el equipo blanco quiere hacer caja, tendrá que ser en esta ventana.

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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